Se recuerda a los líderes de iglesia que tienen que hallar fortaleza en las ‘Anclas de la Fe’

Los principales líderes de la iglesia y el personal dedicaron tiempo a la adoración y la oración, durante la semana anual de oración.

25 de junio de 2024 | Miami, Florida, Estados Unidos | Libna Stevens, Noticias de la División Interamericana

Los líderes y el personal de la sede central de la División Interamericana de la Iglesia Adventista en Miami, Florida, Estados Unidos, pasaron hace poco tiempo en oración, alabanza y adoración, durante la organización de la semana anual de énfasis espiritual, del 17-22 de junio de 2024. Los más de sesenta empleados de la iglesia dedicaron tiempo a estudiar la Biblia y reflexionaron sobre cómo hallar fortaleza y resiliencia en las anclas de la fe en su vida diaria, mientras trabajan para hacer su parte en la tarea de cumplir la misión de la iglesia.

Bajo el lema “Anclas de la fe”, la semana de énfasis espiritual tuvo lugar al promediar el año, para recordar a los obreros que tienen que dedicarse a la oración, la reflexión y la comunión mutua, dijo el pastor Josney Rodríguez, secretario de la asociación ministerial de la División Interamericana. “Nuestra necesidad de caminar más cerca de Dios y de orar más entre nosotros es importante a la hora de experimentar el poder del Espíritu Santo, mientras servimos a la iglesia y continuamos firmes, anclados en las promesas de nuestro Señor Jesucristo”.

El pastor Mario Rondón, secretario ministerial y director de ministerios personales de la Unión Dominicana, animó a los líderes para que glorifiquen a Dios y lo alaben continuamente por los milagros que lleva a cabo en sus vidas, mientras se dedican a servir y andar por este mundo en dirección al cielo. “La única manera de fortalecer la fe es mediante la Palabra de Dios. Alimenten su fe y verán cómo sus dudas se mueren de hambre”, dijo Rodón. “Es importante tener un ancla de fe todos los días, porque es imposible agradar a Dios sin fe.

Rondón instó a los líderes y al personal a que no pierdan ni un solo momento para conectarse con Dios durante el día. “Cada oportunidad que se les presente nos acerca al canal de bendiciones que él tiene para nosotros, y nos ayuda a prepararnos para el tiempo del fin”. Rondón, quien ha enseñado profecía bíblica durante sus 29 años en el ministerio. Habló sobre temas tales como las maravillas de Dios, el trono de Dios, la fe creciente, la gracia y los eventos del tiempo del fin, y la herencia eterna, entre otros.

El pastor Elie Henry, presidente de la División Interamericana, dijo que es importante que todo el personal dedique tiempo a la oración corporativa. “Tenemos vidas ocupadas, ocupadas con reuniones, eventos, viajes de trabajo para la iglesia, pero tenemos que unirnos, para orar de manera intencional los unos por los otros y para fortalecernos en la fe”, expresó.

Para el pastor Tomás Torres, vicepresidente de la División Interamericana, la semana de oración fue un buen recordatorio de que “la vida cristiana es un proceso continuo que necesita ser vivido en tiempo real”, expresó. “Necesitamos sentir la necesidad de buscar a Dios cada mañana de manera personal, recordando siempre que Dios viene a buscar a su iglesia, y nosotros somos su iglesia y tenemos que hacer todo lo posible para predicar el evangelio de su pronta venida”, dijo Torres.

“Pude sentir el poder del Espíritu Santo, mientras cada día los mensajes hicieron crecer mi perspectiva cristiana”, dijo Claudia Martínez, integrante del personal de tesorería. “Tenemos que alistarnos, teniendo como prioridad nuestra relación con Dios”. Ella quedó impresionada de aprender que “cuanto más tiempo dedicamos a Dios en nuestra vida terrenal, más capacidad tendremos de disfrutar de las cosas celestiales”.

Al pastor Melchor Ferreyra, director de ministerios personales de la División Interamericana, los mensajes diarios durante la semana le resultaron prácticos e inspiradores, y lo llevaron a reflexionar profundamente en su vida devocional. “Las anclas de la fe no son tan solo hechos teóricos, sino aspectos reales y prácticos de nuestra vida diaria, viéndoles desde la perspectiva de un ancla que sostiene nuestra fe”, expresó.

Los líderes de la iglesia y el personal oraron unos por otros, por sus familias, la obra de la iglesia en el territorio de la División Interamericana y la iglesia mundial, además de tener pedidos específicos.

La semana de énfasis en la oración incluyó una comida especial, música, testimonios y un programa de sábado al que le siguió un almuerzo grupal.

La División Interamericana supervise la obra de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, que cuenta con más de 3,8 millones de miembros en 24 grandes regiones de la iglesia, o uniones, desde México a América Central, el Caribe, las Antillas Francesas, Colombia y Venezuela.

Traducción de Marcos Paseggi