Elizabeth Kutei Daniel (izquierda), su esposo, Gabriel Gatwech Puoch, y su hijo Wakrial posan en una foto familiar el día del bautismo de los dos hombres en Juba, Sudán del Sur, el 13 de julio. Ted N. C. Wilson, el presidente de la Asociación General, los bautizó en el río Nilo. [Fotografía: Marcos Paseggi, Adventist Review]

Casi doscientas personas fueron bautizadas, incluido un general de las Fuerzas Armadas y su hijo.

23 de julio de 2024 | Sudán del Sur | Marcos Paseggi, Adventist Review

No mucho después de que Gabriel Gatwech Puoch conoció a su futura esposa, Elizabeth Kutei Daniel, en Sudán del Sur (por entonces parte de Sudán) hace décadas, él descubrió que ella era adventista del séptimo día. Elizabeth había salido de Sudán de joven debido a la guerra civil que sufría por entonces el país, y creció en Etiopía. Fue allí que llegó a conocer la fe adventista y fue bautizada.

Con el tiempo, Elizabeth regresó a Sudán, conoció a Gabriel, quien prestaba servicio en las fuerzas armadas, y contrajo matrimonio no en una iglesia sino en una ceremonia tradicional en su tribu.

Los niños son testigos de la ceremonia bautismal en un ramal del río Nilo en Juba, Sudán del Sur. [Fotografía: Marcos Paseggi, Adventist Review]

Años después, la familia se trasladó a Australia, donde crecieron sus hijos, pero Gabriel continuó prestando servicios en la Fuerzas Armadas de Sudán del Sur y visitando su familia tan a menudo como le fuera posible. Durante todos esos años, Elizabeth continuó siendo una fiel adventista.

“Hace unos dos años, decidimos finalmente buscar la bendición de Dios sobre nuestro matrimonio, y fue allí que le dije a mi esposa que le estaba preparando un regalo sorpresa”, dice Gabriel. Le explicó que llevaría cierto tiempo, pero que algún día finalmente lo recibiría.

Sin que ella lo supiera, Gabriel, ahora general de las Fuerzas Armadas de Sudán del Sur, se había puesto en contacto con la Iglesia Adventista y se preparó para el bautismo. Cuando la familia viajó a Sudán del Sur para el casamiento de un pariente alrededor de la época de la serie de evangelización Homecoming en Juba, pareció ser la oportunidad perfecta para revelar la sorpresa.

Ted N. C. Wilson, presidente de la Asociación General, ora antes de bautizar al general Gabriel Gatwech Puoch en el río Nilo en Juba, Sudán del Sur, el 13 de julio. [Fotografía: Marcos Paseggi, Adventist Review]

El 13 de julio, ante decenas de testigos de la iglesia y la comunidad, Ted N. C. Wilson, presidente de la Asociación General, sumergió al general Gabriel en las aguas de un ramal del río Nilo en Juba. Después de bautizar al general, Wilson también bautizó al hijo de ellos Wakrial, de 27 años, entre las largas y fuertes zaghroutas (el ululato agudo que usan las mujeres árabes para expresar gozo o entusiasmo).

Gabriel y Wakrial fueron dos de los casi doscientos candidatos que habían estado estudiando la Biblia y que se mostraron listos para el bautismo. Al mismo tiempo, decenas de otras personas se comprometieron a comenzar a tomar estudios bíblicos para alistarse para un futuro bautismo.

Una ceremonia significativa

La ceremonia bautismal del 13 de julio tuvo lugar en uno de los ramales del histórico río Nilo. Fue un evento significativo para Wilson, quien, como hijo de misioneros, creció no lejos de las márgenes del río en El Cairo, Egipto. “Tan solo el nombre del río recuerda a los estudiantes de la Biblia de momentos claves en la historia del pueblo de Dios”, dijo Wilson.

Un coro de miembros de iglesia entona himnos durante la ceremonia bautismal del 13 de julio junto al Nilo. [Fotografía: Marcos Paseggi, Adventist Review]

Antes de la ceremonia y después del culto de adoración del sábado en el Estado de Fútbol de Juba, Wilson oró para que Dios bendijera el evento y los protegiera de “las fuertes corrientes y los cocodrilos”. La ceremonia se desarrolló sin mayores incidentes.

La logística presentó varios desafíos. Mientras los candidatos se cambiaban en cambiadores improvisados armados con palos y lonas, parecía no haber lugar para que Wilson se cambiara. Entonces, los ancianos de iglesia locales contactaron a una familia que vive en una choza de barro no lejos del río, y esta accedió de buena gana a que Wilson se cambiara de ropa en su humilde vivienda.

Mientras la mujer de la casa y otros parientes hervían agua para cocinar al aire libre y planchaban la ropa con una plancha de carbón bajo un mango, Wilson usó la choza de la familia para cambiarse. Después de que él terminó, la mujer bajo el árbol le pidió a Wilson que orara por ella y su familia, y él accedió. “Gracias, Señor, por la generosidad de esta familia que vive junto al histórico río Nilo”, dijo Wilson. “Dales una bendición especial hoy mismo y demuéstrales tu amor. Y gracias, Señor, por la maravillosa gente de Sudán del Sur”.

Ted N. C. Wilson, presidente de la Asociación General, ora por la familia que generosamente le abrió su choza de barro para que él se cambiara de ropa después de la ceremonia bautismal en el río Nilo. [Fotografía: Marcos Paseggi, Adventist Review]

Elizabeth Kutei Daniel, después de décadas de ser una fiel miembro de iglesia, fue testigo de cómo su esposo y su hijo aceptaron la verdad de Dios y fueron bautizados. “Ha sido un don maravilloso no solo para mí sinon para toda la familia y la comunidad”, dijo con una amplia sonrisa. “Pero mi esposo me había prometido un regalo. Aún estoy esperando ese regalo especial que será solo para mí”, bromeó.

Traducción de Marcos Paseggi

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