Jóvenes de la Comunidad La Victoria, en Honduras, adquieren experiencia práctica reparando teléfonos móviles gracias a un proyecto de taller vocacional de ADRA y de la Oficina de Asistencia Humanitaria de USAID (BHA), que les ayuda a sostenerse mejor a sí mismos. [Imagen: ADRA Honduras]
Mientras el mundo celebra el Día Internacional de la Juventud en agosto, la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA) se enorgullece de destacar la experiencia de jóvenes tales como Alejandro Flores, de La Victoria, Honduras. Este pequeño pueblo rural, conocido por su animado verdor e industriosos agricultores, ha enfrentado cambios significativos recientemente. El cambio climático ha impactado severamente su estabilidad financiera, con prolongadas sequías, después de lluvias fueras de temporada que han devastado los cultivos. Para Alejandro y su familia, la agricultura tradicional se ha vuelto cada vez menos factible.
A pesar de esas dificultades, Alejandro encontró un rayo de esperanza a través de una nueva trayectoria ocupacional en tecnología digital, lo cual se hizo posible a través de ADRA Internacional, en colaboración con la Oficina de Asistencia Humanitaria de USAID (BHA). Reconociendo el potencial de la generación joven para impulsar el cambio, ADRA le ofreció a Alejandro una oportunidad para unirse a un taller de reparación de teléfonos digitales. Esta oportunidad le llegó en un momento crucial para Alejandro y su familia.
Alejandro Flores trabaja en un teléfono móvil durante una sesión de entrenamiento. [Imagen: ADRA Honduras]
ADRA ofrece soluciones prácticas a comunidades en el mundo que confrontan aflicción. El proyecto de reparación de teléfonos móviles es parte del Programa Transfer, de ADRA/USAID en Honduras, cuyo objetivo es promover suficiencia propia y resiliencia agrícola frente al cambio climático. Los talleres enseñan habilidades prácticas para ayudar a los jóvenes a convertirse en empresarios en su comunidad, inspirando a otros a explorar oportunidades sostenibles.
Continúan los esfuerzos mundiales de ADRA para crear cambios impactantes, demostrando con ello que se puede alcanzar esperanza y progreso aun en las circunstancias más desafiantes. Más de 60 estudiantes se han graduado del programa vocacional de reparación de teléfonos celulares.
Una joven usa un kit de herramientas durante el taller vocacional de ADRA llevado a cabo recientemente en La Victoria, Honduras. [Imagen: ADRA Honduras]
Dijo el joven Alejandro: “Con este taller de trabajo, fui capaz de ayudar financieramente a mi familia, tener los recursos que necesitaba y un ingreso necesario. Hemos tenido problemas financieros y no es muy fácil obtener dinero. Este ha sido un gran alivio”.
Fotografía grupal de los jóvenes que tomaron parte en el taller de trabajo vocacional dirigido por ADRA. [Imagen: ADRA Honduras]
Traducción – Gloria A. Castrejón