Cena anual destaca los esfuerzos de ayuda humanitaria para los desplazados en el Líbano.
16 de octubre de 2024 | Silver Spring, Maryland, Estados Unidos | Sam Neves, ANN
En una reunión un tanto sombría, pero esperanzada, los dirigentes de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en la Asociación General (AG), celebraron su cena anual y de celebración para miembros del personal y voluntarios con lazos en Oriente Mediano. Mientras que la celebración y las historias de la labor misionera han caracterizado las reuniones de años previos, el evento de este año exhibió un tono de más urgencia al enfocarse la atención de los líderes y asistentes en orar por la paz de toda esa agitada región.
El Oriente Medio, particularmente el Líbano, está enfrentando severa agitación en medio de la escalada de tensiones y violencia. El conflicto, el cual ha visto violaciones del espacio aéreo, escasez de artículos de primera necesidad y desplazamiento masivo de poblaciones, ha dejado a muchos países y comunidades batallando con profunda incertidumbre. Los dirigentes adventistas enfatizaron la idea de que sus oraciones y apoyo no están alineados con ningún lado político; sino que su propósito es pedir la ayuda de Dios sobre todas las personas, independientemente de su religión, nacionalidad o sistema de creencias.
“Aun cuando he permanecido en Beirut para estar con nuestro equipo durante la crisis, sé bien que la cena de esta noche no es simplemente una celebración del Oriente Medio; sino un momento para que nos unamos todos como pueblo que cree en el poder de la oración”, dijo Rick McEdward, presidente de la Unión del Oriente Medio y África de Norte de los adventistas del séptimo día, en un mensaje grabado en video. “Dios ama a cada uno, independientemente de su religión o afiliaciones políticas. Nuestra misión es traer esperanza y luz aun en la más oscura crisis”.Esfuerzos adventistas de socorro en el Líbano
Mientras la violencia continúa desplazando a miles de personas en el Líbano, la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA) ha estado en el terreno de los hechos desde el primer ataque, proveyendo apoyo vital y ayuda humanitaria. El Líbano, ya de por sí agobiado por las dificultades económicas y la inestabilidad política, ha experimentado un influjo de personas desplazadas, lo que ha aumentado la escasez de alimentos, poniendo una inmensa presión en la infraestructura social del país.
Los equipos de ADRA han estado trabajando incansablemente en la distribución de alimentos, agua potable y albergue para las personas afectadas. Están colaborando también con las organizaciones locales y los socios internacionales para asegurarse de que las comunidades más vulnerables reciben ayuda.
“Desde el primer día, nuestros equipos se han movilizado para proveer suministros esenciales y apoyo a las personas desplazadas”, dijo el presidente de ADRA, Michael Kruger. “Sabemos bien la importancia de estar presentes en las comunidades, especialmente durante tales momentos difíciles. No se trata solamente de llevar ayuda; es más bien el ser una presencia de esperanza y apoyo”.
Las escuelas adventistas ofrecen refugioAdemás de los esfuerzos de ayuda humanitaria de ADRA, las instituciones adventistas en el Líbano y en todo el Oriente Medio, han estado involucradas en ayudar de diferentes formas a las personas desplazadas. La escuela adventista en Mouseitbeh, Beirut, se ha convertido en un sitio de refugio clave para personas desplazadas internamente, debido al conflicto presente. La escuela provee no solamente refugio, sino ofrece además programas de apoyo emocional para niños desplazados, ayudándolos a navegar el trauma y la incertidumbre de su situación.
Personas voluntarias y miembros de iglesia se han prestado para cocinar alimentos, distribuir ropa y ofrecer apoyo espiritual y emocional a aquellos que lo necesitan. La Universidad del Oriente Medio (MEU), aunque no es un refugio, se ha convertido en un centro de oración y de alcance a la comunidad, sirviendo comidas y proveyendo asistencia práctica. Se celebran diariamente sesiones de oración en dicha universidad, en donde tanto el personal como los estudiantes piden la intervención y la protección divinas en favor de su nación y de sus pobladores.
Una cuestión personal
En la reunión se incluyeron también algunas reflexiones de Billy Biaggi, un vicepresidente de la AG, quien relató una profunda historia personal acerca del impacto de la violencia que se vive actualmente. Recordó el momento cuando su hijo, quien presta sus servicios en Beirut, escuchó explosiones cercanas y temió por la vida de su familia. La experiencia sirvió como un poderoso recordatorio de la urgencia de la crisis.
“Como padre, sentí el temor que cualquier padre experimenta por la seguridad de su hijo. Pero al mismo tiempo sentí una profunda tristeza por todas las personas atrapadas en la violencia”, dijo el vicepresidente Biaggi. “Esta noche oramos no solamente por la protección de nuestras iglesias, escuelas y familias; sino también por todas las personas que viven en esa región. Oramos por los desplazados, por los heridos y por aquellos que trabajan incansablemente para traer ayuda y esperanza”.
El vicepresidente Biaggi hizo un llamado a la comunidad adventista mundial a unirse en oración y apoyo por el Oriente Medio, enfatizando el hecho de que la misión de la iglesia se extiende más allá de ser guía espiritual. “Nuestras escuelas, hospitales y agencias de asistencia están ahí para servir, para proveer albergue y para ofrecer un rayo de esperanza durante estos tiempos de aflicción”, dijo.Brillando como luz de esperanza
Al concluir el evento, los asistentes se unieron en oración por paz y protección en la región. Expresaron también su gratitud a la obra de ADRA, la escuela adventista en Mouseitbeh, la Universidad del Oriente Medio y a los incontables voluntarios que continúan marcando una diferencia en el terreno mismo de los hechos.
“A pesar de la violencia, a pesar del temor, continuaremos brillando como una luz de esperanza” dijo el presidente McEdward. “Nuestra misión es muy clara y nuestra determinación es fuerte. Estamos con la gente del Oriente Medio”.
La versión original de esta noticia la publicóANN.
Traducción – Gloria A. Castrejón