La violencia reciente en Puerto Príncipe deja más de 180 muertos, entre ellos miembros de iglesia, mientras la comunidad adventista lucha por sobrevivir.
17 de diciembre de 2024 | Puerto Príncipe, Haití | Jean Carmy y Libna Stevens, Noticias de la División Interamericana
Dos miembros de la Iglesia Adventista del Séptimo Día perdieron la vida trágicamente durante una reciente masacre liderada por pandillas que se cobraron más de 180 vidas en el vecindario de Wharf Jérémie en Cité Soleil, una comuna densamente poblada de la zona metropolitana de Puerto Príncipe. Los ataques, que se produjeron entre el 6 y el 8 de diciembre de 2024, fueron parte de una matanza que, se cree, fue orquestada por un poderoso líder de una pandilla local, reportaron los medios.
Marcel Cangé, anciano de iglesia de la iglesia adventista Bérée en Cité Soleil, y Dominique (no se da el nombre completo por razones de seguridad), miembro de la iglesia adventista Ephraim, perdieron la vida. Cangé fue apuñalado y quemado, mientras que Dominique sufrió la misma suerte. Ambos estuvieron entre las víctimas de las matanzas lideradas por las pandillas que apuntaron a más de cien ancianos, que, se dijo, eran culpables de la muerte del hijo del líder de la pandilla, como resultado de acusaciones de brujería.
Cangé, residente de larga data de Wharf Jérémie, se estaba preparando para los cultos del sábado el pasado 6 de diciembre, cuando se enteró de las ejecuciones y se apresuró a regresar a su hogar. Poco después, tres hombres lo forzaron a salir de su hogar, y entonces fue apuñalado y quemado, según su hijo Mackenson Cangé. “Mi padre había vivido en Wharf Jérémie por más de 29 años y era muy conocido en la zona”, dijo Mackenson.
Según el pastor Renato Marc, que supervisa el distrito pastoral de Béthel, que incluye las iglesias adventistas de Bérée y Ephraim, Cangé prestó servicios casi veinte años como anciano. “Era muy respetado en el distrito”, dijo Marc. “Era un hombre comprometido y sabio, dedicado a su iglesia y su comunidad”.
La matanza del hermano Dominique se produjo mientras iba a la iglesia para el culto del sábado, informó un miembro de iglesia. Aunque no se tienen demasiados detalles, los residentes reportaron que algunas víctimas fueron mutiladas. Además, un tercer miembro de iglesia fue torturado por la pandilla, pero logró escapar y ahora se mantiene oculto.
La comunidad se llena de temor
La reciente violencia ha dejado a muchas familias y a los miembros de iglesia llenos de temor, mientras lloran a sus seres queridos y procuran ellos mismos convertirse en blanco de los ataques. Varios miembros de iglesia se encuentran actualmente ocultos, y temen por su seguridad. Un miembro de iglesia logró sobrevivir apenas de un ataque cuando la pandilla lo atacó por error.
La situación es especialmente terrible en el distrito pastoral de Béthel, que consiste de cuatro iglesias, incluida la iglesia adventista de Bokim que hace poco fue saqueada y permanece cerrada. En las últimas semanas, el jefe de diáconos del distrito recibió disparos durante el ataque de una pandilla pero logró escapar por poco la muerte, dijeron los líderes de la iglesia.
El pastor Marc describió el distrito como “zona de guerra” debido a la violencia continuada. Reconoció las contribuciones invalorables de los ancianos y los diáconos de la iglesia, quienes arriesgaron su vida para apoyar la misión de la iglesia a pesar del ambiente volátil. “Desde que llegué aquí en 2021, los ancianos y los diáconos me han acompañado cuando visito a las iglesias, permitiéndome ingresar a zonas que de otra manera serían sumamente peligrosas”, dijo Marc.
Continúa la escalada de violencia
Según informes de las Naciones Unidas, más de cinco mil personas han perdido la vida en Haití este año como resultado de la violencia de las pandillas, y no hay señales de que la situación mejore.
En una declaración después de los ataques, el gobierno de Haití condenó la matanza, y ofreció condolencias a las familias de las víctimas. “El gobierno condena esta atrocidad inhumana en los términos más duros”, expresó la declaración, prometiendo que se perseguirá justicia para las víctimas de los ataques.
Para los adventistas y otros grupos religiosos de Haití, la violencia continua presenta inmensos desafíos, dijeron los líderes de la iglesia. En un incidente reciente, miembros de una pandilla procuraron extorsionar a una iglesia adventista que procuraba continuar la construcción de su templo.
El pastor Pierre Caporal, presidente de la Unión Haitiana, enfatizó que la situación del país sigue empeorando todos los días. “La violencia se está esparciendo a otras zonas, y la población se está viendo forzada a huir para salvarse. Los miembros de iglesia están viviendo esa misma realidad”, dijo. “Las puertas de muchas de las iglesias permanecen cerradas, y en muchos lugares se está haciendo cada vez más difícil, sino imposible, congregarse. Los riesgos para los pastores, los miembros y los administradores son muy grandes”.
La misión de la iglesia continúa
A pesar de estos desafíos, continúa con su misión, ofreciendo esperanza y confianza en Dios mediante cultos de adoración, trabajo comunitario, Hope Media Haití y Radio Voix de l’Espérance, las estaciones de radio y televisión de la iglesia.
“Continuamos confiados en la protección de Dios para su pueblo y para que cambie la realidad que enfrentamos en todo el país”, dijo el pastor Caporal. “Tenemos que seguir adelante con la misión de Dios, aun en medio de esas crisis”.
Traducción de Marcos Paseggi