Donné Antonia Haynes, de Barbados, usa sus cuadros para conectar a los espectadores con la Palabra de Dios.
28 de enero de 2025 | Bridgetown, Barbados | Royston Philbert y Unión del Caribe Atlántico
En un tranquilo rincón del templo, en medio de himnos y oraciones, Donné Antonia Haynes se sienta con su caballete, captando el espíritu de adoración en el lienzo. Para ella, pintar es más que un talento o profesión: es un acto de devoción. Mientras la congregación canta y avanza el sermón, su pincel se mueve en armonía, traduciendo la fe en vibrantes obras de arte. Su enfoque particular de la adoración ha inspirado a muchos, combinando la creatividad y la espiritualidad en un poderoso testimonio de su relación con Dios.
“¿Qué estás haciendo aquí?”, suelen preguntar los curiosos. “¿De qué se trata esto?”
Durante muchos años, la artista adventista ha utilizado sus cuadros para ilustrar temas bíblicos, conectando a las personas con la Palabra de Dios de una manera visual y atractiva. Los líderes adventistas que observan su trabajo señalan su potencial como herramienta ministerial, especialmente en una sociedad en la que muchos se identifican como religiosos, pero pocos leen la Biblia con regularidad.“Soy una artista conceptual de Barbados y profesora de arte”, dijo Haynes. “Mi trabajo explora una variedad de temas”. No solo ama el arte, sino que lo respira. “Desde una edad temprana, supe que el arte era algo que quería hacer por el resto de mi vida”, dijo. A lo largo de los años, el arte ha hecho más profunda su experiencia personal con Dios y le ha proporcionado una forma significativa de enseñar y conectarse con sus estudiantes.
Haynes cree que el arte tiene un poder único para iniciar conversaciones sobre el evangelio y enseñar valores cristianos. “La arquitectura, la música, la literatura, incluso la ropa que usamos pueden servir como vías para la adoración y los encuentros con Dios”, explicó.
“¿Cómo puedo usar mi talento para glorificar a Dios?” es la pregunta que guía a Haynes, miembro de la Asociación del Caribe Oriental en Barbados. Hija del pastor Dale Haynes, director de servicios comunitarios y ministerios de las posibilidades de la Asociación del Caribe Oriental, ella apoya el ministerio de su padre pintando en vivo durante los cultos sabáticos y compartiendo sus creaciones con la congregación.
“Mis pinturas ayudan a que las personas aprendan de Dios de manera rápida y dinámica”, dijo Haynes. “También fomentan un aprecio más profundo por Dios y la belleza del arte”.Su proceso artístico es tan espiritual como creativo. Haynes comienza cada pieza con una oración, pidiéndole a Dios que la guíe e inspire. Sus obras a menudo muestran representaciones vívidas de narraciones bíblicas, representaciones abstractas de temas divinos y escenas que reflejan la belleza de la creación de Dios. Cada cuadro cuenta una historia, con el objetivo de conectarse con los espectadores a nivel personal y espiritual.
El impacto de su trabajo se extiende más allá de los muros de la iglesia. Con frecuencia, Haynes organiza talleres y exposiciones, invitando tanto a los adventistas como a los miembros de la comunidad en general a participar de su arte. Esos eventos crean oportunidades para el diálogo, ofreciendo una forma única de compartir el evangelio con aquellos que no asisten a los servicios tradicionales de la iglesia.
“El arte trasciende las barreras”, dijo. “Le habla al corazón de una manera que las palabras a veces no pueden. A través de mi trabajo, he visto a personas conmovidas hasta las lágrimas, inspiradas a hacer preguntas sobre la fe e incluso motivadas a comenzar sus propias travesías espirituales”.
La dedicación de Haynes a su oficio y a su fe no ha pasado desapercibida. Ha sido invitada a mostrar su trabajo en varios eventos adventistas, lo que consolida aún más su reputación como artista que combina a la perfección la creatividad y el ministerio.De cara al futuro, Haynes sueña con abrir un estudio de arte religioso en Barbados, donde los aspirantes a artistas puedan explorar sus talentos en un entorno de apoyo y enriquecimiento espiritual. “Quiero crear un espacio donde la gente pueda encontrarse con Dios por medio del arte”, dijo. “Ya sea que estén pintando, dibujando o simplemente observando, espero que se vayan sintiéndose inspirados y más cerca de Dios”.
Mientras su pincel continúa traduciendo la adoración en color, Donné Antonia Haynes sigue siendo un vívido ejemplo de cómo combinar la fe y la creatividad para crear algo en verdad divino. Su obra no solo decora espacios, sino que también transforma corazones, recordando a todos los que lo ven las formas ilimitadas en las que Dios puede ser glorificado.
Traducción de Marcos Paseggi