En Jamaica, presentador principal discute el estado actual y los desafíos de la libertad religiosa.

16 de febrero de 2025 | Kingston, Jamaica | Dyhann Buddoo-Fletcher y Noticias de la División Interamericana

Los líderes de libertad religiosa de la Iglesia Adventista del Séptimo Día lanzaron un apasionado llamado a que la iglesia defienda y abogue por la libertad religiosa, en particular en pro de aquellos que enfrentan persecución, durante la Cumbre de Libertad Religiosa de la Unión Jamaiquina en Kingston, Jamaica, el 30 de enero de 2025.

El doctor Nelu Burcea, director asociado de Asuntos Públicos y Libertad Religiosa de la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día, advirtió a los asistentes que el tiempo de estar cómodos ya se ha terminado.

“No podemos mirar para otro lado cuando millones de personas en todo el mundo sufren porque son perseguidas simplemente por tener una determinada creencia. El derecho a la libertad de pensamiento, conciencia y religión no es negociable. Es un derecho humano fundamental que debe ser defendido por todos, sin excepción”, dijo Burcea.

El doctor Nelu Burcea, director asociado de Asuntos Públicos y Libertad Religiosa de la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día, habla durante la Cumbre de Libertad Religiosa en Kingston, Jamaica, celebrada el 30 de enero de 2025. La cumbre reunió, en el Centro de Conferencias de Jamaica, a representantes de diversas religiones, academias, empresas, gobiernos y organizaciones no gubernamentales. [Fotografía: Phillip Castell]

El evento del 30 de enero reunió a líderes del gobierno, instituciones religiosas, los sectores público y privado, los medios de comunicación y el ámbito legal bajo el lema “Fomentar la unidad: respetar las creencias”.

Como presentador principal, Burcea instó a todos los sectores de la sociedad a que protejan la libertad religiosa mediante la defensa política, el compromiso social o el apoyo a las organizaciones dedicadas a esta causa.

La creciente amenaza a la libertad religiosa

Al llamar la atención a las crecientes amenazas a la libertad religiosa, Burcea explicó que “los ataques violentos a la libertad religiosa se manifiestan de diversas formas, lo que incluye los discursos de odio, la intolerancia, la discriminación, la falta de igualdad de oportunidades, los estereotipos y la violencia directa. Esas injusticias afectan no solo a los individuos, sino a comunidades y naciones enteras”.

Señaló que las minorías religiosas de todo el mundo se enfrentan a amenazas cada vez mayores, especialmente en las zonas donde son superadas en número. “En algunos casos, esos grupos se convierten en blanco de operaciones militares, conversiones forzadas, destrucción de lugares religiosos y otras formas de persecución. Ya sean cristianos, musulmanes, hindúes, judíos, budistas o pertenecientes a otras religiones, las minorías religiosas se enfrentan con frecuencia a restricciones en sus derechos y libertades”.

Representantes de la Asociación del Servicio Civil de Jamaica y del sector educativo en Jamaica y el Caribe escuchan las presentaciones de la Cumbre de Libertad Religiosa el 30 de enero de 2025. [Fotografía: Phillip Castell]

Nacionalismo religioso, marginación de las minorías y laicismo

Burcea también advirtió contra el aumento del nacionalismo religioso, que fomenta la exclusión y la hostilidad hacia las personas de diferentes credos. “Los gobiernos pueden implementar leyes o fomentar prácticas que privilegian una religión sobre otras, socavando las tradiciones pluralistas de muchas sociedades”, explicó.

Además, argumentó que esa marginación a menudo se extiende más allá de los prejuicios sociales, lo que se traduce en políticas nacionales que discriminan a los grupos minoritarios, dejándolos sin la protección o la libertad de practicar su fe abiertamente.

“El auge del nacionalismo religioso no solo amenaza la estabilidad de las sociedades, sino que también amenaza los ideales de democracia, dignidad humana y libertad sobre los que se construye el mundo moderno”, dijo.

Burcea también abordó las preocupaciones sobre la creciente influencia del secularismo. “Si bien el laicismo tiene como objetivo proteger las libertades, puede crear un entorno en el que se restrinja la expresión religiosa, desafiando el derecho fundamental a la libertad religiosa”, explicó, citando las prohibiciones de vestimentas religiosas y las limitaciones de las ceremonias religiosas en espacios públicos.

 

El Dr. Nelu Burcea (izquierda), director asociado de Asuntos Públicos y Libertad Religiosa en la Conferencia General de los Adventistas del Séptimo Día, habla durante una mesa redonda con Stacey Mitchell (centro), presidenta del Consejo Jamaicano para la Hermandad Interreligiosa, y el Pastor Glen Samuels, presidente de la Conferencia del Oeste de Jamaica en Kingston, Jamaica, celebrada el 30 de enero de 2025. [Foto: Phillip Castell][Photo: Phillip Castell]

Discurso de odio y violaciones de los derechos humanos

La difusión de discursos de odio, principalmente a través de las redes sociales, ha empeorado el nivel de intolerancia religiosa. “La ausencia de protecciones legales efectivas contra los discursos de odio alimenta la discriminación y la violencia”, señaló.

La intolerancia religiosa, advirtió Burcea, conduce a la discriminación y, en casos extremos, incita a la violencia. “Las representaciones negativas de los grupos religiosos refuerzan la división y la marginación”, dijo, y agregó que esa retórica puede convertirse en una persecución directa.

Regímenes autoritarios fuerte, la pena de muerte y la persecución religiosa

Bajo un régimen autoritario, la libertad religiosa a menudo es suprimida con el objetivo de mantener el control. “Cualquier expresión de fe que no esté alineada con la ideología del Estado es vista como una amenaza”, dijo Burcea. “Los grupos religiosos que se oponen a las políticas gubernamentales pueden ser arrestados, torturados o incluso ejecutados”.

En algunos países, se utiliza la pena de muerte para suprimir las creencias religiosas. “Se ha condenado a muerte a personas por apostasía, blasfemia, u otros delitos religiosos. Se trata de una grave violación de los derechos humanos que exige una oposición mundial”, afirmó.


El doctor Nelu Burcea (derecha), director asociado de Asuntos Públicos y Libertad Religiosa de la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día, expresa un comentario a Adlai Blythe (izquierda), tesorero de la Unión Jamaiquina y Henry R. Moncur III, director de Asuntos Públicos y Libertad Religiosa de la Unión del Carible Atlántico, después de la Cumbre de Libertad Religiosa celebrada en el Centro de Conferencias de Jamaica en Kingston el 30 de enero de 2025. [Fotografía: Nigel Coke]

Curiosamente, Burcea informó que la persecución religiosa tiene importantes consecuencias económicas y sociales.

“Las minorías religiosas a menudo enfrentan barreras en el área de educación, empleo y atención médica, lo que profundiza su marginación. La exclusión económica perpetúa los ciclos de pobreza e inestabilidad social, lo que dificulta la prosperidad de esas comunidades”, expresó.

La construcción de un futuro de tolerancia religiosa

A manera de conclusión, Burcea profundizó su llamado a unirse en defensa de la libertad religiosa. “La verdadera paz y estabilidad no provienen de la eliminación de las diferencias, sino del reconocimiento de la dignidad y los derechos de cada persona. Las sociedades necesitan trabajar para fomentar entornos en los que las personas puedan practicar su culto libremente, expresar sus creencias abiertamente y vivir sin temor a la persecución. Solo mediante la tolerancia, la comprensión y el respeto mutuo podemos garantizar la libertad religiosa para todos”.

Traducción de Marcos Paseggi

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