28 de marzo del 2025 | Silver Spring, Maryland, Estados Unidos | Ted N.C. Wilson, Presidente de la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día
Hola, amigos. Como saben, hemos estado mirando lo que sucederá cuando Jesús venga— este evento trascendental será un día increíble para los seguidores de Cristo, pero será un día horrífico para aquellos que lo han rechazado. Como se describe en Jeremías 25:33, “Y yacerán los muertos de Jehová en aquel día desde un extremo de la tierra hasta el otro; no se endecharán ni se recogerán ni serán enterrados. . .”
En El conflicto de los siglos, leemos esta descripción detallada: “Toda la tierra tiene el aspecto desolado de un desierto. Las ruinas de las ciudades y aldeas destruidas por el terremoto, los árboles desarraigados, las rocas escabrosas arrojadas por el mar o arrancadas de la misma tierra, están esparcidas por la superficie de esta, al paso que grandes cuevas señalan el sitio donde las montañas fueron rasgadas desde sus cimientos.”
Es en medio de este vasto desierto donde Satanás y sus ángeles malignos serán desterrados por mil años. Esto es el cumplimiento del evento presagiado en el servicio final del Día de la Expiación del que leemos en el Capítulo 24 de El conflicto de los siglos, titulado “El templo de Dios” Te animo a que vuelvas a leer ese capítulo, o si aún no tienes el libro, puedes descargarlo en thegreatcontroversyproject punto org.
La Biblia nos dice que, al igual que el chivo expiatorio que es desterrado al desierto en el día de la expiación, Satanás será desterrado al desolado desierto de la tierra. Después de describir las escenas de la segunda venida de Cristo y la destrucción de los malvados, Juan el Revelador escribe lo siguiente.
Vi además a un ángel que bajaba del cielo con la llave del abismo y una gran cadena en la mano. Sujetó al dragón, a aquella serpiente antigua que es el Diablo y Satanás, y lo encadenó por mil años. Lo arrojó al abismo, lo encerró y tapó la salida para que no engañara más a las naciones, hasta que se cumplieran los mil años. Después habrá de ser soltado por corto tiempo.
Puedes preguntarte, ¿cómo sabemos que “el abismo” se refiere a la tierra en un estado de confusión y oscuridad? Bueno, la Biblia describe cómo era la tierra al principio. Leemos en Génesis 1: “La tierra no tenía forma y estaba vacía, las tinieblas cubrían el abismo”. Es interesante que en la traducción griega del Antiguo Testamento hebreo, conocida como la Septuaginta, la palabra hebrea traducida aquí como “abismo” es la misma palabra que se traduce como “el abismo” en Apocalipsis 20. Y la profecía enseña que la tierra será devuelta, al menos parcialmente, a esta condición.
El profeta Jeremías vio este evento futuro en visión y declaró: “Miré a la tierra y estaba sin forma y vacía; miré a los cielos y no había luz. Miré las montañas y estaban temblando; ¡se sacudían todas las colinas! Miré y no quedaba nadie; habían huido todas las aves del cielo. Miré y la tierra fértil era un desierto; estaban en ruinas todas las ciudades, por la acción del Señor, por causa de su ardiente ira.”
¿Qué estará haciendo Satanás en un lugar tan desolado? Leemos en El conflicto de los siglos:
Aquí es donde, con sus malos ángeles, Satanás hará su morada durante mil años. Limitado a la tierra, no podrá ir a otros mundos para tentar e incomodar a los que nunca cayeron.
“Durante mil años, Satanás andará errante de un lado para otro en la tierra desolada, considerando los resultados de su rebelión contra la ley de Dios. Todo este tiempo, padece intensamente. Desde su caída, su vida de actividad continua sofocó en él la reflexión; pero ahora, despojado de su poder, no puede menos que contemplar el papel que desempeñó desde que se rebeló por primera vez contra el gobierno del cielo, mientras que, tembloroso y aterrorizado, espera el terrible porvenir en que habrá de expiar todo el mal que ha hecho y ser castigado por los pecados que ha hecho cometer.”
Sí, amigos, llegará un día en que Satanás y el pecado serán destruidos para siempre, y los redimidos de Dios vivirán para siempre con él. ¡Qué día será ese! Los invito a orar conmigo en este momento.
Padre celestial, gracias por la clara comprensión de la palabra de Dios y el espíritu de profecía respecto a lo que sucederá durante los mil años cuando Satanás será desterrado y aislado aquí en esta Tierra, un lugar desolado. Señor, anhelamos el día en que el pecado y el diablo y sus ángeles habrán desaparecido por completo. Nunca más habrá señal de pecado, porque lo desterrarás para siempre. Gracias, Señor, por las palabras que leemos que nos dan la seguridad de que nuestro futuro está asegurado en Jesús. Y pedimos todo esto en el poderoso y maravilloso nombre de nuestro salvador, nuestro sumo sacerdote y nuestro Rey venidero, Jesucristo. Amén.