Voluntarios de Maranatha Volunteers International y funcionarias de Asuntos Religiosos de Cuba disfrutan de un momento de risas, durante la bienvenida a estas últimas al Seminario Teológico Adventista de Cuba en Santiago de las Vegas, La Habana, el 18 de abril. [Fotografía: Marcos Paseggi, Adventist Review]

“Ustedes nos dan mucho trabajo”, bromea la líder de asuntos religiosos a los directivos de Maranatha.

29 de abril de 2025 | La Habana, Cuba | Marcos Paseggi, Adventist Review

Cuando Caridad Diego Bello, directora de la Oficina de Asuntos Religiosos del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, comenzó su mandato hace más de tres décadas, encontró una lista de proyectos pendientes que provenían de notas que había dejado Ernesto “Che” Guevara. Una de ellas decía: “Evaluar la posibilidad de autorizar a los adventistas del séptimo día a que tengan un seminario teológico”.

Ahora, después de más de tres décadas de trabajar en asuntos religiosos, Diego ha asistido a múltiples inauguraciones y eventos de la iglesia, incluida la ceremonia de colocación de la piedra fundamental del Seminario Teológico Adventista de Cuba (CATS) en Santiago de las Vegas, La Habana, en 1995. Allí se reunió con el expresidente de la Asociación General Robert Folkenberg y el expresidente de la División Interamericana Israel Leito, quienes, dijo, “siempre mostraron un afecto especial por Cuba”. A lo largo de los años, Diego ha trabajado con tres presidentes de la Unión Asociación Cubana, lo que incluye a Aldo Pérez Reyes, que ha dirigido la Iglesia Adventista en la isla durante los últimos 15 años.

Leira Sánchez Valdivia, encargada de todas las denominaciones cristianas protestantes y evangélicas en Cuba, inspeccionó algunos de los proyectos de reparación y pintura en el comedor de la institución el pasado 18 de abril. [Fotografía: Marcos Paseggi, Adventist Review]

Pero a lo largo de los cambios regulares de los líderes de la Iglesia Adventista, ha habido una constante: su relación y amistad con el presidente de Maranatha Volunteers International Don Noble, y otros líderes ministeriales. Durante todos estos años, informaron los líderes regionales de la iglesia, casi todos los proyectos de la Iglesia Adventista en Cuba han sido facilitados y dirigidos por Maranatha, un ministerio de apoyo basado en voluntarios y donantes con sede en los Estados Unidos. Incluso financiaron la construcción del CATS.

En apoyo del pueblo

El 18 de abril, Diego y otras dos funcionarias de asuntos religiosos visitaron una vez más el seminario teológico para reunirse con los líderes de Maranatha y la Iglesia Adventista en el país. La visita, que tuvo lugar en conjunción con el lanzamiento de un proyecto basado en voluntarios que organizó Maranatha en la institución, destacó la colaboración histórica entre el gobierno del país y la organización de la Iglesia Adventista y sus ministerios de apoyo dirigidos por laicos.

El vicepresidente de Maranatha Kenneth Weiss (izquierda), saluda a Caridad Diego Bello, jefa de la Oficina de Asuntos Religiosos del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, el 18 de abril.[Fotografía: Marcos Paseggi, Adventist Review]

“Quiero agradecer a cada uno de los líderes de Maranatha y a todos ustedes por apoyar la obra adventista en Cuba y, como resultado, apoyar al pueblo cubano”, dijo Diego. “Los que asisten a una iglesia son creyentes, y como tales, también son parte de nuestro pueblo. Hemos visto una iglesia que es honesta, sincera, que sigue valores, que ha crecido y que forma parte de las 1850 organizaciones religiosas y fraternidades que hay en toda Cuba”.

También destacó el alcance de la Iglesia Adventista en Cuba. “Es impresionante”, dijo. “Están en todas partes; ¡no hay municipio [departamento] al que no hayan llegado!”

“Ustedes [los adventistas] nos dan mucho trabajo”, bromeó Caridad Diego Bello, jefa de la Oficina de Asuntos Religiosos del Comité Central del Partido Comunista de Cuba. “Pero queremos seguir trabajando juntos”. [Fotografía: Marcos Paseggi, Adventist Review]

Historia de un Sueño

En los minutos siguientes, Diego relató cómo el expresidente de la Unión Cubana Daniel Fontaine fue a verla un día a mediados de los años 90. Fontaine le habló de Maranatha, que, según él, podía ayudar a que los adventistas de la isla tuvieran nuevas iglesias.

“Dígame qué ideas tiene”, recuerda Diego que le dijo a Fontaine.

“Las tengo aquí mismo”, respondió Fontaine. “Queremos construir por lo menos cien iglesias.”

El presidente de la Unión Asociación Cubana Aldo Pérez Reyes presentó a las visitas de Asuntos Religiosos del gobierno de Cuba, con quienes ha interactuado durante varias iniciativas y proyectos de la Iglesia Adventista en ese país. [Fotografía: Marcos Paseggi, Adventist Review]

“¡Cien iglesias! ¿En serio? Empecemos de a poco”, aconsejó Diego.
Fontaine concordó con ella.
“Este no es un proyecto de un año” le contestó. “Llevémoslo a cabo poco a poco”.
El proyecto terminó con 114 nuevas iglesias adventistas en Cuba. Y a principios de 2025, Maranatha había construido o completado importantes renovaciones en más de doscientas iglesias adventistas en toda la isla, informaron sus líderes, incluida la emblemática iglesia adventista de Cárdenas en la provincial de Matanzas.

La visita

Noble, los vicepresidentes de Maranatha Kenneth Weiss y Karen Godfrey, y un equipo de voluntarios, varios de los cuales visitaban Cuba por primera vez, dieron la bienvenida al equipo de asuntos religiosos del gobierno cubano.

Un voluntario de Maranatha hace una pregunta durante la sesión de preguntas y respuestas después de la presentación de Caridad Diego Bello en el Seminario Teológico Adventista de Cuba el pasado 18 de abril. [Fotografía: Marcos Paseggi, Adventist Review]

“Me agrada mucho verlas de nuevo, después de tantos años trabajando juntos”, le dijo Noble a Diego y su equipo. “Y agradecemos que cada una de ustedes se haya tomado el tiempo de visitarnos”.Junto a Diego llegaron Leira Sánchez Valdivia, quien supervisa todas las denominaciones cristianas protestantes y evangélicas en Cuba; y Eloísa Valdés Pérez, jefa de la Oficina Administrativa de Asuntos Religiosos del Consejo de Ministros de Cuba. Las tres han desempeñado un papel decisivo en el progreso de las solicitudes de construcción y renovación, la obtención de permisos de construcción, la autorización del despacho de los contenedores que llegan con alimentos y materiales de construcción a través de la Aduana, y el apoyo a las solicitudes de visas religiosas para grupos de voluntarios que visitan la isla para iniciativas de trabajo comunitario o evangelización. Es algo que Pérez enfatizó al presentar a los visitantes al grupo de voluntarios de Maranatha que estuvieron reparando y pintando el CATS.

La iglesia adventista de Cárdenas en el día de su inauguración oficial en abril de 2017. Caridad Diego Bello y otros funcionarios fueron fundamentales para obtener los permisos pertinentes y asistieron a la inauguración. [Fotografía: Marcos Paseggi, Adventist Review]

“Algunas personas me preguntan cómo es la naturaleza de la relación entre la Iglesia [Adventista] y el gobierno de Cuba”, dijo Pérez. “Permítanme decir que tenemos una muy buena relación, una comunicación abierta y nos llevamos bien. Y creo que la presencia de estas damas aquí hoy demuestra que la relación se ha mantenido durante muchos años”.

Al servicio del pueblo

Durante sus palabras al grupo, Diego enfatizó lo gratificante que es saber que el CATS ha crecido y se ha utilizado para capacitar a cientos de pastores adventistas que prestan servicios en toda la isla y aún más allá de las fronteras. “Ustedes [los adventistas] nos dan mucho trabajo”, bromeó. “Pero queremos seguir trabajando juntos”.

La iglesia adventista en el campus, que Maranatha Volunteers International construyó con permiso del gobierno y se inauguró con la presencia del presidente de la Asociación General Ted N. C. Wilson en 2011. [Fotografía: Marcos Paseggi, Adventist Review]

Diego también hizo un llamado a todos los involucrados para que sigan trabajando para beneficiar a otros. Sobre la base de su experiencia, dijo que aprendió lo importante que es encontrar un lugar entre el pueblo para servir a su país y al mundo. “[Aprendí] lo importante que es no solo dar de lo que sobra sino compartir todo lo que tenemos”, dijo a los voluntarios. “Y esto es lo que están haciendo aquí, cuando vinieron a servir al pueblo cubano en nombre de la Iglesia Adventista del Séptimo Día… Mi deseo es que cuando se vayan de aquí, se lleven un pedacito de Cuba y su maravillosa gente en el corazón”.Maranatha Volunteers International es un ministerio de apoyo sin fines de lucro que no es operado por la Iglesia Adventista del Séptimo Día.

Traducción de Marcos Paseggi

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