ADRA estimula el bienestar de los jóvenes para detener las crecientes afecciones por estilo de vida en Mongolia

CELEBRACIONES NextGen de ADRA brinda a los jóvenes de 12 a 15 años la educación, los recursos y el entorno de apoyo para abordar los comportamientos de riesgo que contribuyen a amenazas para la salud a largo plazo, como la mala alimentación, la falta de ejercicio, la hidratación inadecuada, el consumo de tabaco y alcohol, y las crecientes preocupaciones sobre la salud mental y el acoso cibernético.

Pilares básicos de CELEBRACIONES

La iniciativa se centra en seis pilares fundamentales que facultan a los adolescentes para darles las herramientas y el apoyo necesarios para llevar una vida más saludable y prevenir las enfermedades no transmisibles. Son los siguientes:

• Elección: Alienta a los jóvenes a tomar decisiones con conocimiento sobre la dieta, el tiempo frente a la pantalla, el sueño y el uso de sustancias, enfatizando el impacto de los hábitos diarios en la salud a largo plazo.
• Ejercicio: Promueve la actividad física entretenida y apropiada para la edad para combatir el comportamiento sedentario, con programas integrados tanto en la escuela como en el hogar.
• Templanza: Enseña a evitar sustancias nocivas como el tabaco y el alcohol, fomentando el autocontrol y alternativas saludables.
• Optimismo: Cultiva la resiliencia emocional y una mentalidad de esperanza mediante el apoyo de pares, los clubes de bienestar y actividades que desarrollan el propósito y la positividad.
• Nutrición: Promueve la ingesta diaria de frutas y verduras y la reducción del consumo de azúcar mediante eventos de cocina, programas de desayuno y educación para la salud.
• Apoyo social: Fortalece el bienestar emocional al abordar el acoso, el estrés y la soledad por medio de conversaciones dirigidas por pares, clubes de salud y redes sólidas de familia y escuela.

Historias reales, impacto real

Los estudiantes que participan en el programa ya están notando cambios positivos. “He empezado a comer sano y he reducido el tiempo que paso frente a la pantalla. Solía estar en mi teléfono ocho horas al día, pero ahora es significativamente menos», dijo Nandin-Erdene, estudiante de octavo grado. “Empecé a ver las cosas desde una perspectiva diferente. Antes, no podía controlar mi ira. Ahora puedo controlar mis emociones”, agregó Ninjin, estudiante de octavo grado de la escuela Tusgal.

La versión original de esta noticia fue publicada por ADRA Internacional.

Traducción de Marcos Paseggi