La capacitación práctica sobre vehículos en Tórtola es una de varias iniciativas enfocadas en la comunidad.

15 de mayo de 2025 || Road Town, Tórtola || Royston Philbert, Unión Asociación del Caribe

Hace poco, un grupo de mujeres recibió con gran satisfacción certificados de finalización después de participar en una clínica del automóvil gratuita celebrada en Tórtola, en las Islas Vírgenes Británicas. El programa tuvo como objetivo equipar a los participantes con habilidades esenciales de mantenimiento del automóvil y aumentar su confianza a la hora de hacer frente a problemas relacionados con los vehículos.

La clínica, titulada “Mecánica 101”, comenzó el 11 de marzo y fue dirigida por los mecánicos voluntarios de la comunidad Tamesh Lutawan y su asistente Valina Braithwaite. Esta iniciativa fue patrocinada conjuntamente por los Departamentos de Asuntos Públicos y Libertad Religiosa (PARL, por sus siglas en inglés) y de Servicios Comunitarios de la iglesia adventista de East End en Tórtola. Jacob Adolphus, director de PARL de la iglesia East End, coordinó las sesiones, que se llevaron a cabo todos los martes y jueves por la noche durante tres semanas

El instructor Tamesh Lutawan demuestra cómo verificar el voltaje de la batería de un automóvil durante una sesión práctica de la clínica del automóvil “Mecánica 101” en Tórtola, en las Islas Vírgenes Británicas. La clínica tuvo como objetivo enseñar habilidades prácticas de mantenimiento de automóviles y generar confianza entre las mujeres de la comunidad. [Fotografía: Jacob Adolphus]

Los certificados de finalización fueron presentados durante un segmento del servicio matutino el 25 de marzo por el pastor de la iglesia local Kendrick Glasgow, la directora de servicios comunitarios de la iglesia East End Suzette Thomas, y la subdirectora de PARL Juliet Davis.

Para abordar una necesidad práctica

En sus palabras de apertura al comienzo del curso, Adolphus recordó a los participantes el papel vital que desempeña el transporte fiable en la vida diaria. “Para muchos, tener un vehículo confiable no es un lujo sino una necesidad. Permite que las personas vayan a trabajar, lleven a sus hijos a la escuela y manejen las responsabilidades cotidianas”, dijo.

Pero cuando se necesitan reparaciones costosas, explicó, la carga financiera puede ser abrumadora, especialmente para los padres solos que ya luchan por llegar a fin de mes. “Descubrimos que las madres solteras, las viudas y las divorciadas se encuentran entre las más vulnerables. Cuando el carro se descompone, eso puede desencadenar un sinnúmero de desafíos. El objetivo de la clínica no fue solo equipar a las mujeres con habilidades prácticas para el cuidado del automóvil, sino también construir relaciones dentro de la comunidad”, agregó.

Varias mujeres examinan la parte inferior de un vehículo durante una sesión de capacitación práctica en marzo de 2025, parte de la clínica automotriz “Mecánica 101” celebrada en Tórtola, Islas Vírgenes Británicas. [Fotografía: Jacob Adolphus]

Una confianza creciente bajo el capó

La participante Camara Baker-Thomas contó cómo la clínica la impactó positivamente. “Ya no tenemos que molestar tanto a nuestros maridos porque ahora sabemos realmente qué hacer en algunas situaciones”, dijo con una sonrisa. “He aprendido a revisar la varilla medidora de aceite, cuándo rellenar el refrigerante y cómo identificar los terminales de la batería. Aprendí muchas habilidades nuevas. ¡Esta clase fue realmente genial!”

Adolphus explicó que cada sesión fue diseñada para ser interactiva y práctica. “Cubrimos la importancia del aceite de motor: qué hace, el grado correcto que se debe usar y cómo verificarlo. También hablamos sobre el líquido de frenos, el líquido de dirección asistida, el mantenimiento del radiador y cómo inspeccionar las correas”, dijo. “Las mujeres se fueron a casa y practicaron lo que aprendieron en sus propios vehículos. Su entusiasmo era evidente cada semana a medida que compartían sus progresos”.

La estudiante Ann Thomas, una participante no adventista, verifica el voltaje de la batería de un automóvil durante una sesión práctica. [Fotografía: Jacob Adolphus]

Mujeres que ayudan a mujeres

Braithwaite, que ha estado manteniendo su propio vehículo desde los 18 años, sirvió como un ejemplo identificable para los participantes. “Cambio el aceite, los frenos, los brazos de control y los filtros. No dejo mi auto en un mecánico a menos que sea algo importante”, explicó. “Quería ser el rostro que hiciera que las mujeres se sintieran cómodas, mostrándoles que si yo puedo, ellas también pueden. Cuando Adolfo me pidió que lo ayudara, me sentí feliz de sumarme y mostrarles”.

Otra participante, Darlene Peters, dijo que la clínica creó en ella mayor conciencia. “Ya sabía un poco de vehículos, pero esta clase me hizo estar más atenta. Ahora entiendo la importancia de revisar los fluidos, inspeccionar las correas y asegurarme de que todo esté en orden. Fue una gran experiencia”.

Un ministerio por medio del servicio

Los miembros de la iglesia asistieron regularmente a las sesiones de capacitación para apoyar a los participantes y relacionarse con la comunidad, dijeron los organizadores. El pastor Glasgow enfatizó el valor de los esfuerzos de alcance como este. “Eventos como estos pueden parecer menos intimidantes que los servicios religiosos formales”, señaló. “Cuando las personas se relacionan con otras y construyen amistades, están más abiertas a futuras invitaciones a la iglesia u otras actividades comunitarias”. De las quince mujeres que completaron el curso, ocho fueron visitantes de la comunidad local.

Jacob Adolphus, director de PARL de la iglesia adventista de East End (atrás a la izquierda), junto a trece participantes de la clínica “Mecánica 101” y sus instructores durante la presentación del certificado en Tórtola, Islas Vírgenes Británicas, el pasado 25 de marzo de 2025. [Fotografía: Jacob Adolphus]

“Proporcionar oportunidades de conexión es una parte vital del ministerio. Es la forma en que presentamos a las personas a Jesús, satisfaciendo primero sus necesidades prácticas”, agregó Glasgow.

Animados por el éxito de la clínica automotriz, los líderes de la iglesia local están planeando talleres adicionales de habilidades comerciales para servir a la comunidad y continuar fortaleciendo los lazos entre la iglesia y sus vecinos. “Planeamos seguir invirtiendo en nuestra comunidad”, dijeron.

La Iglesia Adventista del Séptimo Día en las Islas Vírgenes Británicas cuenta con unos dos mil miembros bautizados en ocho congregaciones en Tórtola, Virgen Gorda y Anegada. Las islas son parte de la Asociación Norteña del Caribe de la Iglesia Adventista, que también opera la Escuela Adventista de las Islas Vírgenes Británicas, una institución acreditada que ofrece educación primaria y secundaria.

Traducción de Marcos Paseggi

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