Durante la Sesión de la Asociación General (AG), se dedicó una significativa cantidad de tiempo a los cuatro pilares estratégicos de la iniciativa Yo Iré, para el nuevo quinquenio. Los cuatro pilares son: Comunión con Dios, Identidad en Cristo, Unidad en el Espíritu y Misión para todos.
A través de cuatro bloques de dos horas, entre el miércoles y el viernes, se pidió a los delegados que se separaran formando grupos pequeños para discutir, orar al respecto y hablar acerca de las implicaciones prácticas de cada uno de los pilares, mediante un proceso establecido para proveer también retroalimentación.
Durante las sesiones se presentaba un mensaje de naturaleza devocional, presentado por oradores del Instituto de Investigación Bíblica (BRI, por sus siglas en inglés), del Patrimonio Elena G. White y de Adventist Review,, seguido por discusiones en grupos pequeños.
Imagen: Josef Kissinger
“El triple propósito de esos segmentos era fortalecer el enfoque de los cuatro pilares de la estrategia Yo Iré, generar ideas para la implementación en la planificación estratégica y proporcionar a los delegados una voz dentro del proceso”, dijo Sikhululekile Daco, editor asociado de Adventist Review, coanfitrión de las sesiones, con el evangelizador Mark Finley.
ChanMin Chung, director de los Centros de Misión Global, desempeñó un papel fundamental en la coordinación del programa. “Esta es tal vez la primera vez que probamos esta clase de interacción espiritual como parte de nuestra sesión de negocios. Creemos que este es un asunto importante”, dijo.
“El liderazgo de la AG pensó que era una buena idea y una buen oportunidad para fomentar esa interacción entre nuestros delegados”.
Poder del grupo pequeño
Se contó con 280 dirigentes de grupos pequeños asignados para la discusión de los diferentes tópicos. A cada director de grupo se le proporcionó un cartel grande de cartón que debía sostener en alto para que los demás los pudiesen encontrar. En los carteles aparecían cuatro códigos QR donde el líder del grupo podía escanear y transmitir la discusión de cada grupo a la Oficina de Archivos, Estadísticas e Investigación, dirigida por David Trim, quien recopilaría y comunicaría los resultados a la administración.
Uno de los directores de grupo pequeño fue Cheonneth Strickland, secretario de la Asociación Greater Sídney, en Australia.
“Se concedió tiempo a los delegados para reunirse como equipo para discutir los cuatro pilares estratégicos de la AG. Disfrutamos conectándonos con otras personas de diferentes misiones y asociaciones. Compartimos ideas y experiencias en cuanto a los desempeños de la iglesia”.
Durante la sesión de la mañana del miércoles 9 de julio, los delegados enfocaron su atención en el tema de la comunión con Dios.
En la sesión de la tarde, se cubrió el tema de la identidad en Cristo.
Imagen: Josef Kissinger
“Al término del mensaje de Dwain Esmond [orador que presentó el mensaje devocional y director asociado del Patrimonio Elena G. White], me vino a la mente la idea de que tal vez si tomamos en serio esta parte del programa, podría ser parte del más importante trabajo que hacemos en esta sesión”, dijo Thomas L. Lemon, vicepresidente general de la AG, quien presidió la sesión del miércoles de tarde.
Durante la mañana de los días jueves y viernes se cubrieron los dos pilares finales —Unidad en el Espíritu y Misión para Todos.
“Deseábamos traer diversidad”, dijo el director Chung, “aun en términos de estilo de presentación, porque, como se dieron cuenta, todos tienen un diferente estilo. Algunos eran dinámicos, otros más reflexivos —no solamente los presentadores, sino también nuestros anfitriones”.
Un soplo de aire fresco
Los delegados apreciaron la integración de las discusiones de grupos pequeños en el programa. “El ambiente cambió completamente por el resto de la semana”, dijo el editor Daco. “Aun durante el tiempo de la discusión se mantuvo la quietud y la calma. Y muchas personas hicieron fila al hacerse disponibles los micrófonos. Fue una gran bendición”.
“Eso ha sido como un soplo de aire fresco”, opinó el editor Daco. “Ha sido muy importante incorporar las conversaciones espirituales en medio de los negocios que deben atenderse”.
“Somos tan diversos entre nosotros; pero es Jesús y su misión lo que nos une”, dijo el director de grupo Strickland.
La respuesta de los delegados fue positiva. “Un delegado mencionó que esto ha impactado la vida de los delegados”, dijo el director Chung. “Pude escuchar ese comentario de labios de muchas diferentes personas. Cuando solamente quedaban nueve minutos para las intervenciones de las personas en el micrófono al final del segmento, había todavía 29 personas esperando para hablar. Así que puedo ver una respuesta muy positiva por parte de los dirigentes y por parte de los delegados”.
El director Chung sintió también que los delegados apreciaron el modo ascendente de comunicación, la oportunidad de sentirse empoderados para hablar acerca de algo que realmente los apasiona: la misión.
“No todo provenía solamente del escenario hacia abajo, o de ciertas personas; esta sección le brindó a la gente la oportunidad de sentir que era escuchada y de compartir su fe con sus vecinos y el grupo más amplio”, dijo.
Aplicaciones prácticas
“Hablamos mucho acerca de estrategia”, continuó diciendo el coordinador Chung. “Pero, con frecuencia, notamos que la estrategia se convierte en un documento de seda en la estantería. Creamos esos documentos; pero no se consigue la práctica; no ocurre su aplicación en la vida real”.
“Aquí estamos tratando de conectar juntas la estrategia y la práctica”, dijo.
La esperanza del liderazgo de la iglesia es que aquellos que regresan a sus hogares después de asistir a la Sesión de la AG lleven consigo ideas prácticas y un corazón inclinado a la misión.
Para el jefe de grupo Strickland, una de las sesiones fue muy práctica y le va a ayudar en su ministerio.
“Algunos de los temas devocionales y sermones sobre los pilares estratégicos fueron excelentes”, dijo.
“Me gocé realmente al escuchar a Elias Brasil de Souza, director BRI, al hablar de tres pasajes en las Escrituras sobre unidad.
“Aprendí mucho sobre esto. A partir de su presentación tengo ahora tres sermones que tengo planes de utilizar”.
Los dirigentes de la iglesia no tenían mucha confianza en que los delegados fueran a apreciar esta parte del programa de la sesión. Había el temor de que los delegados pasaran por alto las sesiones o que no estuvieran dispuestos a participar; y aunque algo de ello ocurrió, la respuesta fue abrumadoramente positiva.
“ Había subestimado el nivel de madurez de nuestros delegados. Su participación en este programa estuvo más allá de mis expectativas” dijo el director Chung.
El jefe de grupo Strickland estuvo de acuerdo. “Los delegados gozaron de esto más que de ninguna otra cosa. Las sesiones de negocios de la iglesia fueron buenas; pero el tener tiempo para hablar individualmente acerca de la misión, fue un gran cambio”.
Jarrod Stackelroth es editor administrativo de Adventist Record y Signs of the Times de la División Pacífico Sur. Se encuentra actualmente en St. Louis trabajando con el equipo de Adventist Review.
Traducción – Gloria A. Castrejón