El siguiente mensaje está dirigido a la Iglesia Adventista del Séptimo Día en Interamérica por Abner De los Santos, presidente de la División Interamericana. — Redacción de Noticias de la DIA
14 de agosto de 2025 | Miami, Florida, Estados Unidos | Por Abner De los Santos, presidente de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en la División Interamericana
Hola, querida familia interamericana. Hoy los invito cordialmente a abrir su Biblia conmigo en Juan 17:21.
Dice así: “Para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste”.
Durante las últimas semanas, servir como presidente de la División Interamericana y visitar diferentes uniones ha profundizado mi aprecio por el hermoso espíritu de unidad por el que Jesús oró. Creo que su oración aún resuena hoy, instándonos a unirnos en oración, a compartir nuestros dones y talentos, y a colaborar en proyectos y esfuerzos misioneros conjuntos. Pero lo más importante en nuestra misión compartida es que fortalezcamos nuestra unidad con Él, mediante Él y para Su honra y gloria.
Quiero enfatizar en esta ocasión la importancia de involucrar de forma especial a los niños, adolescentes y jóvenes; de darles su lugar en la iglesia, permitirles soñar y compartir sus ideas, y equiparlos con las herramientas necesarias para que compartan de Jesús con sus amigos y vecinos. Muchos de ellos pueden ser grandes misioneros en sus propios hogares, invitando a sus padres a conocer más de nuestro Señor.
Al mirar hacia el futuro, apreciemos la verdad de que cada uno tiene algo especial que aportar a esta misión. Cada rol es importante y cada talento cuenta. Cuando nos unimos —pastores, líderes, miembros, jóvenes, niños, nuevos creyentes y amigos de la iglesia— el mensaje se difunde con mayor fuerza. Esta misión no es solo para unos pocos; es una responsabilidad compartida por todos. Si nos unimos en la decisión de recorrer este camino juntos, creo firmemente que Dios seguirá bendiciendo a Interamérica con bendiciones asombrosas y nuevos logros.
Los invito cordialmente a aceptar la invitación de Jesús comprometiéndonos con Él de todo corazón. Sigamos avanzando juntos viviendo la misión unidos bajo la dirección del Espíritu Santo, para cumplir la misión de alcanzar al mundo.