El norte de Filipinas ha quedado grandemente afectado por la tormenta más fuerte hasta el momento durante 2025.
29 de septiembre de 2025 | Edward Rodriguez, División Asia Pacífico Sur
Filipinas, todavía conmocionada por las masivas inundaciones que afectaron la región sur a principios de este mes, está nuevamente en crisis. El norte de Luzón ha sido ahora golpeado por el super tifón Nando (de nombre internacional Ragasa), la tormenta más fuerte hasta ahora que ha golpeado al país este año; y los meteorólogos advierten acerca de otra tormenta que podría afectar en días próximos.
El super tifón Nando, conocido internacionalmente como tifón Ragasa, trajo consigo vientos sostenidos hasta de 200 kilómetros por hora, lluvias torrenciales y marejadas ciclónicas que indujeron a evacuaciones en Cagayan Valley y las provincias circunvecinas. La tormenta desplazó a más de 11,600 personas, dejó a 191,860 personas afectadas a lo largo de 950 barangayes, o villas y causó cortes de electricidad y daños en la infraestructura.
Un bote pesquero yace destrozado en la costa de Cagayan Valley después de que el super tifón Nando golpeara el norte de Filipinas con vientos destructores y fuertes lluvias, dejando una estela de daños en casas, medios de subsistencia e infraestructura. [Imagen: ADRA Filipinas]
En la región norte de Luzón, ADRA está trabajando en cercana cooperación con la Misión del Noreste de Luzón y la Misión de Mountain Provinces evaluando los daños y apoyando a las familias desplazadas. Estos esfuerzos conjuntos permiten actualizaciones en tiempo real en relación con las comunidades y una más rápida coordinación de las operaciones de ayuda.
Las iglesias adventistas locales están sirviendo también como refugios temporarios y centros de distribución, complementando con ello los esfuerzos del gobierno dirigidos por el Departamento de Bienestar Social y Desarrollo, que ha colocado previamente paquetes de alimentos y otros suministros en la región.
“A la luz del impacto devastador del tifón Nando, ADRA Filipinas está totalmente preparada para proveer asistencia inmediata a las familias afectadas, habiendo comunicado informes sobre la situación a fin de asegurar el apoyo necesario”, dijo la directora Aperocho. “En cooperación con la oficina local de Servicios Adventistas a la Comunidad, una rápida evaluación de las necesidades guiará nuestra respuesta, la cual será iniciada dentro de 72 horas. Esta respuesta puede incluir paquetes de alimentos, intervenciones WASH, reparaciones de refugios, o transferencias incondicionales de efectivo, demostrando con ello nuestro sólido compromiso hacia una efectiva ayuda humanitaria gestionada localmente”, explicó.
Residentes revisan entre los escombros y árboles caídos, en Cagayan Valley, después de que el super tifón Nando arrasó a través del norte de Filipinas dejando a su paso casas dañadas, líneas eléctricas derribadas y carreteras intransitables. [Imagen: ADRA Filipinas]
ADRA está explorando la posibilidad de fuentes potenciales de financiación con donadores institucionales y socios locales, a fin de ampliar sus operaciones humanitarias. El objetivo de ADRA es proveer no solamente alivio a corto plazo, sino una asistencia sustentable que ayude a las comunidades a reconstruir y recuperar la esperanza.
“Mientras los residentes enfrentan incertidumbre por las consecuencias de la llegada del super tifón Nando, la presencia de ADRA les trae más que alivio material —les trae esperanza—”, dijeron los dirigentes regionales de la iglesia. “Al colocarse al lado de las familias afectadas, ADRA y la Iglesia Adventista continúan poniendo en práctica su misión de compasión, ofreciendo ayuda práctica y recordándoles a los residentes locales que no están solos en sus esfuerzos de reconstrucción.
La versión original de esta noticia la publicó la División Asia Pacífico del Sur en su sitio de noticias.
Traducción – Gloria A. Castrejón