La formación de futuros líderes por medio de la fe, el aprendizaje y el servicio en toda Interamérica.
23 de septiembre | Miami, Florida, Estados Unidos | Faye Patterson, para la Revista de educación adventista
Criados por padres que amaban a Dios, Lorena 1 y sus tres hermanos crecieron en un hogar consciente de los valores cristianos. La familia se reunía en la iglesia bautista local todos los domingos y participaba de sus programas. Sin embargo, nadie en la familia había entregado su vida a Cristo por medio del bautismo.
Todo eso comenzó a cambiar para Lorena cuando se inscribió en una universidad adventista en una ciudad cercana. Allí, Lorena fue testigo de la pasión de otros jóvenes que seguían a Jesús y se sintió fascinada por la energía y la diversidad del culto juvenil. Inmersa en una cultura de descubrimiento espiritual, participó en actividades que fomentaban la reflexión, la oración y el servicio mediante el trabajo misionero fuera del campus.
Mientras estaba rodeada de esas oportunidades, Lorena tuvo un encuentro personal con Dios. La claridad y la dirección que había buscado durante mucho tiempo se hicieron tangibles, y descubrió su llamado a servir a la iglesia y compartir el mensaje de salvación de Cristo, una comprensión que le dio a su vida un nuevo sentido de valor. La historia de Lorena es una de las muchas que ilustran cómo la educación adventista motiva a los jóvenes para que busquen la verdad.
La matrícula de estudiantes en las escuelas adventistas de Interamérica ha crecido un 42 por ciento en cinco años, lo que destaca la demanda de educación basada en la fe y en los valores. [Fotografía: División Interamericana]
Durante más de 150 años, la educación adventista ha acercado a los jóvenes de todos los ámbitos de la vida a Jesús, tal como lo hizo con Lorena. Esas escuelas nutren a la persona en su totalidad, combinando la excelencia académica con el discernimiento moral. Invitan a que los alumnos vivan el amor de Dios y caminen por la vida con un propósito que los trasciende. Como dice Proverbios 22:6: “Instruye al niño en el camino correcto y aun en su vejez no lo abandonará” (NVI).2
La población estudiantil de la División Interamericana (DIA)3 ha aumentado en un 42 por ciento en los últimos cinco años, mientras que las nuevas instituciones de educación primaria se han expandido en un siete por ciento.4 Las escuelas adventistas de esta diversa región alientan a los jóvenes para que busquen el conocimiento, desarrollen el carácter y se comprometan con una vida de servicio. El aumento en la inscripción refleja el atractivo de un modelo educativo que combina el rendimiento académico con principios morales.
Educación que continúa moldeando otras vidas
Las escuelas adventistas de Interamérica se han expandido para satisfacer la demanda de educación que celebra los estilos de vida y los principios cristianos y ofrece un plan de estudios académico riguroso y exigente. Esas instituciones guían a los estudiantes para que vivan sus valores y asuman la responsabilidad de sus comunidades. Buscan formar personas que vivan por fe, actúen con integridad, sirvan a los demás y hagan contribuciones significativas mediante la mentoría, las iniciativas de salud y la defensa de la justicia y la esperanza.
Los programas arraigados en la misión adventista transforman las creencias en acción. Los grupos pequeños, las clases bautismales, los clubes bíblicos y los proyectos de alcance comunitario comparten el evangelio dentro y fuera de los vecindarios. A medida que los alumnos estudian las Escrituras, obtienen una comprensión más clara de sus enseñanzas y las aplican de manera que crean un cambio duradero. Esas experiencias fortalecen su conexión con Cristo y refuerzan valores fundamentales como la honestidad, la compasión y el respeto.
Como parte del Proyecto de Misión Intercultural de la División Interamericana, los estudiantes de primaria participan de compartir el mensaje de Dios dentro de sus comunidades locales. [Fotografía: División Interamericana]
Los estudiantes de primaria y secundaria también participan de proyectos locales y comparten el mensaje de Dios mediante programas creativos diseñados para conectarlos con sus comunidades. Los pastores trabajan en estrecha colaboración con las escuelas para guiar esas iniciativas, ayudando a que los nuevos creyentes fortalezcan su fe y profundicen su compromiso con Cristo.
La caravana del bautismo: un tipo especial de cosecha
A lo largo de este quinquenio, el proyecto de la Caravana del Bautismo ha unido a instituciones educativas de toda la División Interamericana, llevando a que más de 4500 estudiantes de primaria y secundaria, 400 estudiantes universitarios y 400 padres acepten a Cristo como su Salvador.5
La Caravana del Bautismo apoya la misión de la educación adventista al identificar y alimentar a los futuros líderes, al tiempo que destaca el papel esencial de la familia en el plan redentor de Dios. Al alentar decisiones para Cristo por parte de hogares plenos, el programa subraya la influencia decisiva de la familia para compartir el mensaje de salvación.
Mediante el proyecto de la Caravana del Bautismo, los estudiantes y sus familias tomaron la decisión de seguir a Jesús y fueron bautizados. [Fotografía: División Interamericana]
Programas como “La Familia, el Plan Perfecto de Dios” invitan a que los padres no adventistas estudien las Escrituras, guiándolos hacia decisiones para Cristo que transformen sus hogares. Estos esfuerzos han fortalecido los lazos familiares mediante seminarios y talleres, lo que ha despertado un renovado interés en el estudio de la Biblia. Como resultado, el 65 por ciento de las familias participantes informa mejores hábitos de oración y conexiones más profundas dentro de sus hogares. 6
Eventos como la Semana de la Creación, la Semana Interamericana de Oración y el Día de Oración reúnen a las escuelas y las familias para celebrar el plan de redención de Dios. Esos encuentros han fortalecido los lazos comunitarios y han ayudado a que los estudiantes comprendan su papel como seguidores de Cristo. La participación de los estudiantes en esos eventos ha aumentado un 80 por ciento durante el quinquenio, destacando el impacto duradero de la adoración colectiva y el discipulado intencional. 7
Las universidades adventistas también abordan las necesidades más amplias de la comunidad mediante ocho centros de influencia. A lo largo de la División Interamericana, programas como “Un camino hacia la salud integral” se enfocan en el bienestar, al ofrecer a las comunidades desatendidas apoyo psicológico y recursos esenciales. Estos centros mejoran las condiciones de vida al tiempo que sirven como plataformas para compartir el evangelio, invitando a los participantes a que adopten vidas centradas en Cristo. Las colaboraciones con las asociaciones, uniones y agencias de gobierno han ampliado el alcance y fortalecido su impacto regional.
Un camino hacia la salud integral involucra a los estudiantes universitarios en la obra en zonas no alcanzadas donde establecen iglesias y construyen relaciones que crean un cambio duradero. Los estudiantes más jóvenes también contribuyen, liderando esfuerzos de educación para la salud, organizando iniciativas locales y compartiendo el mensaje de Dios mediante un alcance creativo.
Estudiantes de la Universidad de Linda Vista en México se reúnen antes de brindar chequeos médicos y servicios gratuitos a adultos y niños en una comunidad local como parte del servicio comunitario del Centro de Influencia de su campus. [Fotografía: Universidad de Linda Vista]
Un currículo que transforma
La educación adventista dentro de la División Interamericana busca incorporar los valores bíblicos en cada faceta de la experiencia educativa. Un objetivo central de este esfuerzo es equipar a los maestros con experiencia y una pedagogía cristiana con visión de futuro. Considere la neuroeducación9: cuando se aborda mediante la lente de la fe, se convierte en un elemento esencial de la preparación del maestro. Los educadores conectan el razonamiento científico con los principios bíblicos, incorporando conceptos de neurociencia como la plasticidad cerebral en sus métodos y planes de lecciones. Mediante la enseñanza deliberada, cultivan una mentalidad que refleja el poder renovador de Dios.
Esta comprensión de la adaptabilidad del cerebro está alineada con la filosofía adventista de la educación, que ve el aprendizaje como un medio para restaurar la imagen de Dios en los estudiantes. Se insta a los maestros a que creen lecciones que promuevan el crecimiento en conocimientos, habilidades y hábitos de formación del carácter, como la perseverancia, el pensamiento crítico y la reflexión espiritual, fortaleciendo la fe y la preparación de los alumnos para el servicio en esta vida y en la eternidad.
A lo largo y a lo ancho de la División Interamericana, los educadores adventistas utilizan estrategias de enseñanza innovadoras, como métodos basados en proyectos y aulas invertidas, para involucrar a los estudiantes de manera dinámica y hacer que el aprendizaje sea interactivo y atractivo. Inspirados por Jesús como el Maestro de maestros, esos enfoques enfatizan la colaboración, la independencia y la resolución de problemas, captando la capacidad que tienen de transformar las lecciones y hacerlas relevantes.
Una clase de la Escuela Adventista Lázaro Cárdenas del Río en Reforma, Chiapas, México, muestra sus pinturas, artes y manualidades con temática sobre la creación durante la reciente Semana de la Creación en toda la Unión Mexicana de Chiapas. Los estudiantes de todos los grados mostraron su expresión artística y creatividad como parte de la consolidación de la historia bíblica de la creación, contó el personal docente de la institución. [Fotografía: cortesía de la Escuela Adventista Lázaro Cárdenas del Río]
Las iniciativas enfocadas refuerzan ese propósito. La certificación de 600 directores de escuela, la capacitación de más de 1600 educadores en historia denominacional y principios bíblicos, y la revitalización de la Biblioteca Virtual Adventista (BiVA) han proporcionado a los maestros y estudiantes de la División Interamericana herramientas esenciales para ampliar su conocimiento y fe.10 Esos esfuerzos equipan a los estudiantes para que lideren con compasión, sirvan a sus comunidades y compartan el mensaje de Dios con claridad y convicción.
Incluso en medio de desafíos globales, como la pandemia, la educación adventista se ha mantenido firme en la División Interamericana. El aumento de la matrícula y los miles de bautismos afirman su influencia duradera. La visión sigue siendo clara: educar para la redención, transformar vidas y preparar a las generaciones futuras para que cumplan sus roles únicos como representantes del amor de Dios.
El poder transformador de la investigación adventista
La educación adventista inspira a los estudiantes y maestros para que aborden nuevas ideas mediante la lente de la fe, abordando los desafíos del mundo real mientras fortalecen su relación con Dios. Ese enfoque va más allá del aula, buscando comprender la creación de Dios, enriqueciendo comunidades y fomentando un cambio positivo mediante el conocimiento y el servicio.
Cientos de investigadores, educadores y estudiantes de universidades adventistas de toda Interamérica se reunieron en línea para la Cuarta Conferencia Internacional de Investigación, organizada por la Universidad Adventista de Colombia, para compartir hallazgos e innovaciones sobre educación adventista. [Fotografía: Universidad Adventista de Colombia]
En la División Interamericana, 13 universidades impulsan esas iniciativas por medio de la Sociedad Científica, una plataforma donde estudiantes y profesores conectan la creatividad con un enfoque espiritual. La sociedad explora la alineación entre la ciencia y los valores adventistas, generando ideas que promueven el crecimiento espiritual y la excelencia académica. La próxima participación de las universidades en el Congreso Internacional de 2025 en Medellín demostrará aún más la influencia global de la educación adventista y su capacidad para moldear el mundo académico mediante la investigación guiada por la fe.
Para los maestros adventistas, la investigación es más que un esfuerzo académico; es un ministerio. Como nos aconseja Proverbios 1:5: “Escuche esto el sabio y aumente su saber; reciba dirección el entendido”.
Integración de la tecnología en la educación
La tecnología está transformando la educación. Las instituciones adventistas de la División Interamericana han adoptado esas innovaciones para preparar a los estudiantes para los desafíos de un mundo cambiante. Herramientas como las aulas virtuales, las plataformas interactivas y los sistemas de gestión digital han remodelado la enseñanza y el aprendizaje, haciéndolos más flexibles y receptivos a las necesidades tanto de los estudiantes como de los educadores.
La Biblioteca Virtual Adventista ofrece una variedad de iniciativas para estudiantes de escuelas primarias, secundarias y universitarias de la región, incluido un programa de lectura para estudiantes más jóvenes. [Fotografía: Biblioteca Virtual Adventista]
La División Interamericana busca preparar a los maestros para la era digital de diversas maneras. Los educadores están capacitados para incorporar métodos modernos en sus aulas, fomentando entornos que fomenten el pensamiento crítico, la investigación y el crecimiento profesional. Esta capacitación equipa a los estudiantes con habilidades vitales para el mundo de hoy, como lo son la resolución de problemas, la colaboración y la comunicación clara, al tiempo que los basa en principios bíblicos eternos.
Cuando se guía por la misión de compartir el evangelio, la tecnología puede equipar a los estudiantes para que enfrenten desafíos futuros mientras comprometen sus vidas al servicio de Dios. Elena G. de White señaló: “Sin la influencia de la gracia divina, la educación no resultará ser una ventaja real; el alumno se volverá orgulloso, vanidoso e intolerante”. 11
La robótica en las escuelas de la División Interamericana
Las escuelas de la División Interamericana han logrado un progreso significativo en STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Matemáticas), con la robótica como un área clave de investigación y logros. Las escuelas de toda la región han desarrollado proyectos que preparan a los estudiantes para enfrentar desafíos técnicos en este campo. Esos esfuerzos obtuvieron reconocimiento internacional en 2024 cuando el Colegio Adventista Metropolitano de Panamá representó a Panamá en una competencia mundial de robótica en los Países Bajos. 12
Los estudiantes del Colegio Adventista Metropolitano de Panamá obtuvieron reconocimiento internacional en una competencia mundial de robótica en los Países Bajos en junio de 2024, mostrando habilidad técnica y fe inquebrantable al competir sin compromer su observancia del sábado. [Fotografía: Facebook]
La importancia de ese logro se extiende más allá de la competencia en sí. De manera sorprendente, el 70 por ciento de la delegación del Colegio Adventista Metropolitano de Panamá consistió en estudiantes no adventistas. Aun así, los valores inculcados a través de la educación adventista fomentaron un compromiso colectivo con los principios más allá del éxito personal. Al elegir honrar el sábado, ejemplificaron la misión de la educación adventista en el escenario mundial.
Una mirada al futuro
La educación adventista en la División Interamericana ha experimentado un crecimiento notable durante este quinquenio, caracterizado por la renovación espiritual y el compromiso con la excelencia académica y moral. Nuestras escuelas preparan a los estudiantes para los desafíos de la vida y los inspiran a vivir de manera deliberada, liderando con convicción y sirviendo con compasión.
Creemos que las semillas plantadas hoy producirán una cosecha eterna. Guiada por la providencia de Dios, la educación adventista continuará nutriendo a los estudiantes que reflejan los valores cristianos, inspiran esperanza y caminan por el camino hacia la eternidad.
De pie en una encrucijada de oportunidades y desafíos, nuestro enfoque en el crecimiento espiritual, la innovación educativa y la colaboración nos permite cumplir la misión. Como educadores, padres y líderes de la iglesia, nos aseguraremos de que la educación adventista siga siendo un faro de esperanza y transformación en un mundo en constante cambio.
Estudiantes de la Universidad Adventista Centroamericana en Alajuela, Costa Rica, pasan tiempo con estudiantes de último año después de una actividad organizada por el Centro de Influencia de la universidad. [Fotografía: Universidad Adventista Centroamericana]
A medida que nos adentramos en el próximo quinquenio, recordamos las ricas bendiciones que Dios nos ha otorgado en el pasado. Con su conducción, estamos llamados a buscar un crecimiento sostenible e integrar el desarrollo espiritual, académico y personal, incluso mientras navegamos por los desafíos continuos y aprovechamos nuevas oportunidades.
Nuestro compromiso es claro: las escuelas adventistas deben seguir siendo centros vibrantes de evangelización, elevando a los estudiantes y sus familias en la fe. Esto requiere empoderar a los educadores adventistas de la División Interamericana mediante el desarrollo profesional continuo, asegurando que inspiren curiosidad, fomenten el crecimiento espiritual y lideren eficazmente a la próxima generación. Abordar las brechas educativas y apoyar la salud mental de los estudiantes es fundamental, ya que así creamos entornos que fomentan la resiliencia y la recuperación.
La fuerza de nuestra misión radica en la colaboración. Fortalecer las asociaciones con padres, iglesias, asociaciones y comunidades amplifica nuestro impacto y nos une en un propósito compartido. Nuestra identidad institucional tiene que equilibrar el rigor académico con un firme énfasis espiritual, solidificando el papel distintivo de la educación adventista en la formación del carácter y la preparación de los estudiantes para los desafíos de la vida. Mejorar la asociación entre las escuelas y las familias fomenta un enfoque integral que alimenta a los niños en el hogar y en el aula.
Promover la sustentabilidad por medio de la administración ambiental refleja nuestro compromiso con el cuidado de la creación y establece un poderoso ejemplo para los estudiantes y las comunidades. La modernización de las instalaciones garantiza entornos de aprendizaje seguros y efectivos al tiempo que mantiene la sustentabilidad financiera (por ejemplo, menores costos de energía, mantenimiento reducido y aumento del valor de las propiedades).
Por último, la colaboración entre divisiones nos permite resaltar el valor único de la educación adventista a nivel mundial y afirmar su relevancia en el mundo en constante cambio. Al entrar en este nuevo quinquenio, resolvemos permanecer firmes en nuestra misión, unidos en la fe y comprometidos con la excelencia. Con las continuas bendiciones de Dios, superaremos los desafíos, capitalizaremos las oportunidades y nos aseguraremos de que la educación adventista siga siendo una fuerza transformadora en la División Interamericana.
La doctora Faye Patterson es directora de educación de la División Interamericana. También sirve como consultora de la Junta Consultiva de la Revista de educación adventista® Advisory Board.
NOTAS Y REFERENCIAS
Traducción de Marcos Paseggi