Christopher Bennett, de Nueva Zelanda, se destaca por realizar su hazaña en el tiempo más rápido que se conozca para un veterano.

27 de octubre de 2025 | Nueva Zelanda | Olivia Fairfax, Adventist Record

Christopher Bennett, un adventista de Nueva Zelanda, estableció un nuevo récord en el Libro de Récords Guinness por rapidez mayor en términos de tiempo, hasta ahora lograda por parte de un veterano, en circunnavegar en bicicleta el globo. No solamente eso, sino que el veterano Bennett es también la primera persona con una discapacidad en lograr esta hazaña.

Esta proeza fue alcanzada al competir el veterano Bennett en el torneo Tour Divide Race pedaleando una bicicleta por aproximadamente 29,000 kilómetros en torno al mundo sin ayuda de parte de otros ciclistas o vehículos. Los requisitos del Récord Guinness de ciclismo en torno al mundo requieren viajar por 29,000 kilómetros en una dirección, pasando a través de dos puntos antípodas del planeta. El avanzar sin apoyo significa que Christopher Bennett tuvo que llevar todos sus enseres y suministros en su bicicleta, sin acompañamiento ni vehículo de apoyo que viajara con él.

Christopher Bennett, un adventista de 66 años de Nueva Zelanda, estableció un nuevo récord por la rapidez mayor en términos de tiempo hasta ahora lograda por parte de un veterano, en circunnavegar en bicicleta el globo, [Imagen cortesía de Adventist Record]

El ciclista Bennett sufre del síndrome de posconmoción después de haber sufrido una lesión cerebral traumática en 2018. Durante la carrera en bicicleta del Tour Aotearoa, en 2018, a través de todo lo largo de Nueva Zelanda, chocó su bicicleta. Sin saber cómo ocurrió el accidente, él solamente recuerda haber despertado “en el bosque, tumbado en una zanja, con la cara desgarrada y el casco roto”. Las luces brillantes y los sonidos fuertes pueden sobrecogerlo y experimenta fuertes dolores de cabeza, migrañas y ataques de pánico; y ocasionalmente pierde la habilidad de hablar.

Christopher Bennett inició la carrera del Tour Divide el 1 de mayo, en Nukus, Uzbekistán y avanzó por 8,500 kilómetros a través de Asia hacia Shanghái, China. De Shanghái, viajó en avión a Darwin, Australia y descendió a Port Macquarie antes de volar a Wellington, Nueva Zelanda y recorrer el camino a Auckland, viajando una distancia de 3,500 kilómetros. De allí viajó por aire a Anchorage, Alaska, Estados Unidos y pedaleó 10,300 kilómetros por los Estados Unidos de América hasta Nova Scotia, Canadá. El último tramo de su jornada fue a través de Europa, comenzando en Lisboa, Portugal y pedaleando a través de 6,700 kilómetros hasta Vantaa, Finlandia, en donde terminó el recorrido el 7 de septiembre. En total, recorrió en su bicicleta 29,051 kilómetros por el mundo, con 156,888 metros de distancia de ascenso, atravesando 16 países en 129 días y viajando un máximo de 605 kilómetros de un solo empujón.

Durante la carrera, el veterano Bennett cubrió un promedio de aproximadamente 220 kilómetros de actividad ciclista por día. Tuvo que enfrentarse a lesiones, reparaciones de su bicicleta, amenazas de salud, ataques de pánico, dolores de cabeza y bloqueos cerebrales, completamente solo. Confesó que en cierto momento tuvo que “acostarme al lado del camino y cubrir mis ojos por dos horas con el solo propósito de reprogramar mi cerebro y hacerlo calmarse”. Enfrentó muchos obstáculos durante esta carrera aparte de simplemente desafíos de salud. En Kazajistán pedaleó a través de masivas tormentas sin ningún lugar en donde pudiera buscar refugio por aproximadamente 40 kilómetros. En China, la policía lo hizo detenerse por avanzar con su bicicleta a través de una región de acceso restringido y lo colocó en un tren que lo llevó a otra parte.

Aunque el terrible accidente de Christopher Bennett cambió significativamente su vida, nunca perdió su amor por el ciclismo. El viajar en su bicicleta es su “sitio feliz” y se deleita en la libertad del camino abierto y de los desafíos que involucra. No pudo continuar trabajando después de su choque; sin embargo, mantiene una saludable actitud mental y ha dicho que “la recuperación no significa regresar a cómo eran antes las cosas, sino en descubrir lo que se puede hacer”.

El veterano Bennett intentó este récord en favor de la gente con la cual se identifica, “personas con discapacidades, personas de más de 60 años, personas que piensan que la aventura termina cuando envejeces”. Expresó lo importante que es para las personas con discapacidades, especialmente con lesiones cerebrales, redefinir lo que les es posible y manejarse en torno a los desafíos que se presentan. “O dominas tu discapacidad, o la discapacidad te domina a ti”.

Para él, el ciclismo es una parte clave de su jornada cristiana. Es una forma para él de testificar ante los demás, siendo capaz de interactuar con personas que de otra manera no tendría la oportunidad de hacerlo. “Aunque estas son carreras de cicloturismo, como cristianos tenemos una filosofía diferente en cuanto a la competición. . . . Como cristiano, se tiene la oportunidad de simplemente mostrar a la gente el amor de Dios; y eso es lo que se supone que hagamos”.

La versión original de esta noticia se publicó en Adventist Record.

Traducción – Gloria A. Castrejón
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