El equipo de Terapia Física y Rehabilitación destacó en traumatología y ortopedia con una preparación académica y espiritual.
1ro de octubre del 2025 | Montemorelso, Nuevo Leon, Montemorelos | Laura Marrero
Un equipo de estudiantes de la carrera de Terapia Física y Rehabilitación de la Universidad de Montemorelos (UM) conquistó, por segundo año consecutivo, el primer lugar en el Concurso Estatal de Conocimientos en Fisioterapia, Fisiotrón, del Colegio de Fisioterapia y Rehabilitación de Nuevo León (COFIRENL). La edición 2025 se centró en el área de traumatología y ortopedia y se desarrolló en el marco del 4.º Congreso de Fisioterapia y Rehabilitación, realizado del 20 al 21 de septiembre en el Teatro Sara García de Guadalupe, Nuevo León.
El certamen reunió a equipos de universidades del estado, quienes midieron sus conocimientos en distintas fases que combinaron preguntas de opción múltiple, casos clínicos y rondas finales de competencia directa.
De izquierda a derecha, Misael Castro, docente en la licenciatura de Terapia Física y Rehabilitación, Dinora Flores, Nancy Rocha y Addy Espinoza. [Fotografía cortesía de Misael Castro].
Durante semanas, el equipo destinó sus recesos, tardes y días libres a estudiar la guía del concurso, resolviendo casos clínicos y simulando rondas de preguntas. Sin embargo, la preparación no se limitó a lo académico. Desde el inicio, acordaron incluir dinámicas espirituales como oraciones conjuntas, estudios bíblicos y un ayuno el sábado previo al concurso.
“En mi experiencia, el ayuno fue la clave para sentirme completamente en paz, confiada en que Dios haría su voluntad”, expresó Nancy Rocha, quien también representó a la UM en la edición 2024. “Este reto me enseñó que no hay que tener miedo al fracaso, pierde más quien no lo intenta”.
Dinora Flores coincidió al señalar que esa dimensión espiritual les dio serenidad en los momentos más tensos. “Cuando una de nosotras pasaba a responder, las otras dos oraban en ese mismo instante. Aprendimos que cada logro tiene sentido solo si lo entregamos a Dios”.
En la fotografía, el equipo de estudiantes representantes de la Universidad de Montemorelos durante una de las fases de evaluación grupal del concurso. [Fotografía cortesía de Misael Castro].
Para Addy Espinoza, el mayor aprendizaje fue comprobar que la unión de esfuerzos abre caminos más grandes, “trabajar en equipo nos permitió confirmar respuestas y apoyarnos. Aprendí que con la ayuda de Dios nuestros sueños y metas pueden hacerse realidad”.
Además del prestigio, el equipo ganador recibió un premio de ocho mil pesos, souvenirs de empresas patrocinadoras y un balón firmado por los jugadores de los Rayados de Monterrey.
Más allá de los reconocimientos, la experiencia dejó un mensaje que, en palabras de su asesor, trasciende lo académico, “la importancia de este tipo de concursos es que motivan a los estudiantes a prepararse de la mejor manera y no solo a pensar en competir. Lo que realmente se premia es el conocimiento, la disciplina y la confianza en Dios. Eso es lo que forma profesionales íntegros”.