Una respuesta a los críticos contemporáneos de Elena G. White
22 de octubre de 2025 | Silver Spring, Maryland, Estados Unidos | Theodore N. Levterov para Adventist Review
El don profético de Elena G. White ha generado siempre debates y controversias teológicos. Dada su naturaleza sobrenatural, muchos han cuestionado la legitimidad de las revelaciones proféticas de Elena G. White, tanto dentro, como fuera de la iglesia. Después de todo, ¿cómo puede “probar” alguien las realidades espirituales?
En años recientes han surgido nuevas publicaciones críticas instando a los adventistas del séptimo día contemporáneos a conceder que las afirmaciones proféticas de Elena G. White son falsas y fabricadas.[1] Algunos críticos han etiquetado el Ellen G. White Estate Inc. (Patrimonio o Corporación White), como una organización “fraudulenta”.[2] Estos nuevos trabajos argumentan en contra del don profético de Elena G. White, ofreciendo explicaciones humanistas a sus revelaciones.
Mientras que algunos críticos conceden que Elena G. White haya genuinamente creído que recibió mensajes divinos; sugieren, sin embargo, que estaba simplemente engañada. Otros ven sus escritos como valiosas meditaciones devocionales, pero niegan cualquier autoridad profética. Es cierto que esas críticas recientes no son nada nuevas, sino mayormente viejos argumentos repetidos con menores variantes. Algunos ejemplos históricos incluye el así llamado Messenger Party en la década de los 1850,[3] B. F. Snook y W. H. Brinkerhoff a mediados de la década de los 1860 [4] y D. M. Canright en la de 1880.[5] Críticos más tardíos y otros contemporáneos han mayormente hecho eco y reiterado las nociones y argumentos de Canright.
Esos ejemplos históricos demuestran que el don profético de Elena G. White ha sido objeto de un minucioso escrutinio desde el comienzo de su ministerio. En respuesta, los adventistas del séptimo día han provisto detalladas explicaciones bíblicas, teológicas y contextuales.[6]
La misma Elena G. White respondió a algunas críticas relacionadas con su comprensión profética durante su vida, como puede verse en la introducción de su obra El Conflicto de los Siglos y en Mensajes Selectos, tomo 3.[7] Más recientemente, en 1983, la iglesia publicó un documento titulado “La Inspiración y Autoridad de los Escritos de Elena G. White: Una Declaración de Comprensión Actual”, que incluía diez afirmaciones y diez negaciones respecto a la inspiración y autoridad de sus escritos en relación con las Escrituras.[8] En 2015, la iglesia celebró simposios mundiales que resultaron en la publicación de El Don de Profecía en las Escrituras y en la Historia.[9] El sitio electrónico de la Corporación White presenta también una sección llamada Preguntas y Respuestas, respondiendo a objeciones en contra del don de Elena G. White..[10] No obstante, mientras los críticos han continuado reciclando sus argumentos, la respuesta de la iglesia ha involucrado también la reiteración de previos argumentos presentados.
Evaluando a Elena G. White: Un nuevo enfoque hacia los críticos contemporáneos
Enfrentada con criticismo repetitivo, uno podría preguntarse en qué forma la iglesia debería continuar afirmando hoy su posición acerca del don profético de Elena G. White. La repetición de respuestas bien conocidas podría no ser suficiente. Dada la naturaleza sobrenatural del don profético de Elena G. White, ¿por qué no animar a las personas a “experimentar” el don profético por sí mismas?
Hemos pasado mucho tiempo hablando acerca de Elena G. White y mucho menos tiempo leyendo sus escritos. Esta interacción directa podría proveer una comprensión y aprecio más profundos de su ministerio y autoridad profética.
Una relación personal con sus escritos revela dos aspectos centrales de su ministerio. Primero, el rol profético de Elena G. White estaba dirigido primordialmente a guiar a las personas hacia Jesús y su gracia salvadora. Desde su primera visión, que instaba a los milleritas a mantener sus ojos “fijos en Jesús”, hasta sus palabras finales antes de su muerte “Yo sé en quién he creído”, el ministerio de Elena G. White estuvo consistentemente centrado en Jesús.
En segundo lugar, ella mantuvo en alto constantemente la autoridad de la Biblia como la Palabra de Dios. Ella describió famosamente su papel profético como siendo una “luz menor” que guiaba a la gente a la “luz mayor” —las Escrituras.[11]
La clave para evaluar las aseveraciones de Elena G. White reside en experimentar personalmente sus escritos. Si ella es una profetisa real, sus escritos impactarán y transformarán profundamente a sus lectores.
La evidencia mostrada al leer a Ellen G. White
La evidencia es indiscutible. Un estudio ha confirmado que aquellos que leen regularmente los escritos de Elena G. White tienen una relación más profunda con Dios, una mayor seguridad de la salvación, una adoración familiar más activa y un mayor celo por la testificación, en comparación con aquellos que leen sus escritos menos frecuentemente o no los leen del todo. [12] Numerosos testimonios cuentan cómo las personas han llegado a creer y se han unido a la iglesia a través de la lectura de sus libros.
Sin embargo, estadísticas recientes indican una disminución problemática de lectores de los escritos de Elena G. White. El Informe Estadístico Anual 2023 [13] muestra que solamente un 35 por ciento de adventistas leen sus escritos diaria o semanalmente, con un 18 por ciento que los leen mensualmente y un 17 por ciento que no los lee nunca. El estudio Valuegenesis subraya una tendencia todavía más alarmante entre los jóvenes adventistas, con solo un 2 por ciento de ellos leyendo sus escritos “una vez a la semana o más”. [14]
Esas estadísticas, aunque preocupantes, no deberían sorprender a nadie, dada la batalla espiritual descrita en Apocalipsis 12:17, que advierte acerca de la oposición de Satanás al don profético en el tiempo final. Pareciera que los ataques constantes a la autoridad profética de Elena G. White no fueran coincidencia. Por lo tanto, el mejor camino a seguir podría ser el retornar a sus escritos. A través de un encuentro personal con el don profético, personas sinceras podrían convencerse de su origen divino. Elena G. White misma empleó durante su vida este enfoque experimental con personas escépticas, sugiriendo que esa experiencia es la clave para vencer el escepticismo. “Algunos no están familiarizados conmigo ni con mi trabajo y son muy escépticos con cualquier cosa que se parezca a una visión”, escribió en el contexto de la controversia en Iowa en 1863. “Esto es algo natural y puede superarse solo mediante la experiencia”. [15]
Al seguir el ejemplo de Elena G. White, propongo que adoptemos el mismo enfoque en este siglo veintiuno. Podría parecer simple, pero un encuentro personal con Elena G. White es un poderoso testimonio que los críticos no pueden fácilmente desestimar. Ultimadamente, sus mensajes nos guían hacia Jesús y su Palabra, ayudándonos a tener un encuentro más profundo con Dios mismo.
[1] Ejemplos incluyen Eric Anderson, ed., Reclaiming the Prophet: An Honest Defense of Ellen G. White (Recobrando a la profetisa: Una defensa honesta del don de Elena G. White (Nampa, Idaho: Pacific Press Pub. Assn., 2025); Donald R. McAdams, ed., Ellen G. White and the Historians: A Neglected Problem and a Forgotten Answer (Elena G. White y los historiadores: Un problema descuidado y una respuesta olvidada (Westlake Village, Calif.: Oak & Acorn, 2022); Donald Edward Casebolt, Child of the Apocalypse: Ellen G. White (Producto? del Apocalipsis: Elena G. White) (Eugene, Oreg.: Wipf and Stock, 2021); Donald Edward Casebolt, Father Miller’s Daughter: Ellen Harmon White (Hija del padre Miller: Elena Harmon White) (Eugene, Oreg.: Wipf and Stock, 2022); Brian S. Neumann, The White Elephant in the Seventh-day Adventist Church (El Elefante blanco en la Iglesia Adventista del Séptimo Día) (Brighton, Colo.: Crux Creations Productions & Neu Creation Ministry, 2021);. Steve Daily, Ellen G. White: A Psychobiography (Elena G. White: Una psicobiografía) (Conneaut Lake, Pa.: Page Publishing, Inc., 2020).
[2] Steve Daily, The White Estate Fraud (El fraude del Patrimonio White) (Littleton, Colo.: Illumify Media Global, 2023).
[3] Hay solamente tres ediciones de su publicación existentes en la actualidad. Están fechadas 2 de octubre, 2 de noviembre y 30 de noviembre de 1854.
[4] B. F. Snook y W. H. Brinkerhoff, The Visions of E. G. White, Not of God (Las visiones de Elena G. White, no de Dios) (Cedar Rapids, Ohio: Cedar Valley Times Book and Job Print, 1866), p. 3.
[5] ver Alberto R. Timm, “A History of Seventh-day Adventist Views on Biblical and Prophetic Inspiration (1844-2000)” (Una historia de las opiniones adventistas del séptimo día sobre la inspiración bíblica y profética (1844-2000), Journal of the Adventist Theological Society (Revista de la Sociedad Teológica Adventista)10, no. 1/2 (1999): 486-542.
[6] Algunos ejemplos son Uriah Smith, The Visions of Mrs. E. G. White: A Manifestation of Spiritual Gifts According to the Scriptures (Las visiones de la Sra. Elena G. White: Una manifestación de los dones espirituales de acuerdo con las Escrituras) (Battle Creek, Mich.: Steam Press, 1868); William H. Branson, Reply to Canright: The Truth About Seventh-day Adventists (Respuesta a Canright: La verdad acerca de los adventistas del séptimo día) (Washington, D.C.: Review and Herald Pub. Assn., 1933); Francis D. Nichol, Ellen G. White and Her Critics (Elena G. White y sus críticos)(Washington, D.C.: Review and Herald Pub. Assn., 1951); T. Housel Jemison, A Prophet Among You (Un profeta entre ustedes) (Mountain View, Calif.: Pacific Press Pub. Assn., 1955); Gerhard Pfandl, The Gift of Prophecy: The Role of Ellen G. White in God’s Remnant Church (El don de profecía: El papel de Elena G. White en la iglesia remanente de Dios) (Nampa, Idaho: Pacific Press Pub. Assn., 2008); Jud Lake, Ellen G. White Under Fire: Identifying the Mistakes of Her Criticis (Elena G. White en la mira: Identificación de los errores de sus críticosm (Nampa, Idaho: Pacific Press Pub. Assn., 2010); Merlin Burt, ed., Understanding Ellen White (Entendiendo a Elena G. White) (Nampa, Idaho: Pacific Press Pub. Assn., 2015).
[7] Ver: Elena G. White, El Conflicto de los Siglos (Mountain View, Calif. Publicaciones Interamericanas -Pacific Press Pub. Assn., 19 54), pp. 7-15; Elena G. White, Mensajes Selectos (Mountain View, California, Estados Unidos: Publicaciones Interamericanas -Pacific Press Publishing Association, 1985), tomo 3, pp. 30-86.
[8] “The Inspiration and Authority of Ellen G. White Writings: A Statement of Present Understanding” (La inspiración y autoridad de Elena G. White: Una declaración de entendimiento actual”Ministry, febrero de 1983, p. 24.
[9] Alberto R. Timm y Dwain N. Esmond, eds., The Gift of Prophecy in Scripture and History (El don de profecía en las Escrituras e historia) (Silver Spring, Md.: Review and Herald Pub. Assn., 2015).
[10] https://whiteestate.org/about/issues/ .
[11] Elena G. White, en Review and Herald, 20 de enero de 1903; ver también E. G. White, Mensajes Selectos, tomo 3, p. 28.
[12] Roger L. Dudley y Des Cummings, Jr., “Who Reads Ellen White?” (¿Quién lee a Elena G. White? Ministry, octubre de 1982, pp. 10-12.
[13] Informe Estadístico Anual 2023, New Series (Informe de la Oficina de Archivos, Estadística e Investigación, Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día), vol. 5, https://documents.adventistarchives.org/Statistics/ASR/ASR2023.pdf.
[14] V. Bailey Gillespie, ed., Valuegenesis: Ten Years Later. A Study of Two Generations (Valuegenesis: Diez años más tarde. Un estudio de dos generaciones) (Riverside, Calif:: Hancock Center Publication, 2004), p. 114.
[15] Elena G. White, Testimonios para la Iglesia, vol. 1, p. 340
Traducción – Gloria A. Castrejón