Taller de grupos durante el Concilio Anual da consejos sobre cómo aprovechar al máximo el estudio de un solo versículo.
13 de octubre de 2025 | Silver Spring, Maryland, Estados Unidos | Marcos Paseggi, Adventist Review
¿Qué es un diario personal bíblico? ¿Cómo puede ayudarlo a mejorar y enriquecer su vida devocional y espiritual? Estas son algunas de las preguntas que David Hartman, profesor de evangelismo y ministerio de la iglesia en la Universidad Adventista Southern, se propuso responder durante una sesión de trabajo de la Conferencia LEAD, en el primer día completo del Concilio Anual de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, el jueves 9 de octubre. Durante su presentación y taller, Hartman, quien ha estado siguiendo esa práctica durante más de cuarenta años, explicó que cualquier persona creyente en la Biblia puede recargar su “dispositivo espiritual” por medio de un diario personal bíblico.
A pesar de que el diario basado en la Biblia ha existido durante siglos, dijo Hartman, hace poco se ha tornado otra vez popular. Ese sistema “no busca llegar a una verdad externa, sino simplemente conectarse con el yo interior”, explicó. Eso es completamente lo contrario de lo que él está sugiriendo. “Si tuviera que pedir direcciones por mi cuenta, estaría en grandes problemas”, dijo Hartman. “La única fuente de dirección es la Palabra de Dios. . . . Todo está centrado y anclado en la Palabra de Dios”.
David Hartman, profesor de evangelismo y ministerio de la iglesia en la Universidad Adventista Southern, compartió, durante una sesión en grupo del Concilio Anual de la Iglesia Adventista del Séptimo Día el 9 de octubre, de qué manera llevar un diario personal bíblico transformó su vida. [Fotografía: Marcos Paseggi, Adventist Review]
Según Hartman, cualquiera puede practicar el diario personal bíblico. “Compre un cuaderno (no se necesita nada lujoso) y elija un libro de la Biblia”. Luego aconsejó a la persona que eligiera y se enfocara en un solo versículo. “Luego, todos los días, registre lo que Dios te dice”.
En la siguiente sección de su presentación, Hartman compartió tres pasos prácticos para practicar el diario bíblico. La primera implica aplicar la cabeza, es decir, pasar por un proceso de descubrimiento. “Haga una lectura superficial primero… quién lo escribió, por qué, a quién”, sugirió Hartman.
A manera de ejemplo, compartió que esa misma mañana había leído Deuteronomio 32:6, cuando Moisés está a punto de morir y está pensando en la próxima generación. “Moisés está apelando, en las llanuras de Moab, a la segunda generación justo antes de cruzar . . . llamándolos a ser fieles, a diferencia de los que murieron en el desierto a causa de la desobediencia y la incredulidad”. Hartman explicó: “Ese es el panorama general. Necesita conseguir ese escenario histórico. Luego, a medida que avance versículo por versículo, estará aplicando su cabeza a los descubrimientos. ¿Cuál es el principio, el pensamiento y la idea clave?”
Miembros e invitados a la Junta Directiva de la Asociación General siguen la presentación de David Hartman en la sede de la Asociación General el jueves 9 de octubre. [Fotografía: Marcos Paseggi, Adventist Review]
“¿Qué está tratando de decirme Dios en el contexto de mi vida en este momento?” Es la parte en la que “Dios me habla y yo le hablo a Dios”. Le decimos: “Este es el principio que Dios estaba tratando de transmitir a Josué. Ahora, Señor, ¿qué estás tratando de decirme a mí?”
Ese mensaje puede ser emocionante, esperanzador, alentador o punzante, explicó Hartman. Entonces, el principio, el pensamiento, la revelación y la idea derivados de la lectura conducen a una aplicación para la vida de la persona en el presente.
Hartman señaló qué hacer después de reflexionar sobre ese único versículo de la Biblia. “Tiene que registrar esos pensamientos que Dios le da; va a escribir eso; lo pondrá en papel en su diario personal”.
Es una empresa muy personal, solo entre usted y Dios, enfatizó, a la vez que contaba que por lo general, le lleva de 20 a 30 minutos hacer esa actividad y que escribe al menos una página y media. Hartman está escribiendo actualmente su septuagésimo sexto cuaderno con ideas basadas en la Biblia, contó.
Gracias al diario bíblico, “puedo retroceder 40 años y ver lo que Dios me dijo”, dijo Hartman. “Y cuando lo hago, eso me recuerda la providencia de Dios en mi vida”. [Fotografía: Marcos Paseggi, Adventist Review]
Según Hartman, el diario bíblico incluye muchos beneficios. La primera, compartió, es que facilita la comunión de corazón a corazón con Dios. “Nos obliga a tener conversaciones elevadas con él”, explicó. “Realmente abre el corazón a lo que usted siente y piensa”.
El diario bíblico también impulsa el crecimiento espiritual y fortalece la fe para hacer frente a las crisis, algo que, dijo Hartman, experimentó repetidamente en su vida, incluso durante la pandemia de COVID-19.
Hartman también compartió que el diario bíblico enfoca la atención, por lo que la mente no divaga. Es atractivo el proceso de escribir un diario para aplicar la cabeza y el corazón, y para luego aplicar un versículo de la Biblia a la vida.
También hay beneficios adicionales, dijo, porque el diario bíblico forma un registro permanente de la dirección de Dios. “Puedo retroceder cuarenta años y ver lo que Dios me dijo”, contó Hartman. “Y cuando lo hago, eso me recuerda la providencia de Dios en mi vida”.
Hartman también mencionó que el diario bíblico alimenta el testimonio, el ministerio y la predicación. Explicó que cuando estudia un versículo de la Biblia, no pregunta qué decirle a una congregación, pero, sin embargo, su predicación y testimonio a lo largo de los años se ha enriquecido gracias al proceso de escribir un diario. “Después de leer Efesios, ciertamente predico una serie sobre Efesios, y después de leer Daniel, pueden estar seguros de que estaré predicando sobre Daniel”.
Por último, el diario bíblico fomenta ricas habilidades de comunicación, compartió Hartman. Aunque reconoció ser introvertido, vivir diariamente en la Palabra de Dios ha aumentado su valentía, transparencia y honestidad con sus estudiantes y su familia. “Tengo más práctica en experimentar y compartir mis sentimientos”, explicó. “Estoy más acostumbrado a ello”.
Traducción de Marcos Paseggi