Una habilidad de Conquistadores aprendida a los 12 años se convierte en una iniciativa sincera para mostrar compasión.

8 de noviembre de 2025 | Christiansted, Santa Cruz, Islas Vírgenes de los Estados Unidos | Royston Philbert y personal de noticias de la División Interamericana

Los pacientes con cáncer en el Centro Médico Gobernador Juan Luis en la isla de Santa Cruz están recibiendo consuelo y aliento gracias a un presente sencillo y hecho a mano: gorras de ganchillo fabricadas y donadas por un miembro de la iglesia adventista de Peter’s Rest. El 28 de octubre, los líderes de la iglesia se unieron a los administradores del hospital cuando Leanna Carr, de 23 años, entregó más de 35 de las cálidas y coloridas gorras para apoyar a los pacientes que reciben tratamiento.

Carr, quien aprendió a tejer a los 12 años gracias al programa de Conquistadores, ha convertido esa habilidad en un ministerio silencioso y significativo. Su objetivo, dijo, es recordarles a los pacientes que otros los ven, los apoyan y los aman.

Leanna Carr (tercera desde la derecha, al frente) se une al personal del hospital, líderes de la iglesia y miembros de familia durante la presentación de las gorras de ganchillo hechas a mano en el Hospital Gobernador Juan Luis en la isla de Santa Cruz. [Fotografía: Asociación Norteña del Caribe]

“Solo quería que los pacientes supieran que otros se interesan en ellos”, dijo Carr mientras presentaba la caja de gorras cuidadosamente tejidas. “Oré mientras hacía cada una. Espero que sientan que el amor de Dios los envuelve y que entiendan que no están solos”.

Una misión personal de amor

La motivación de Carr tiene sus raíces en la historia de su propia familia. Su abuela es una sobreviviente de cáncer de seno que ahora lucha contra la enfermedad por segunda vez.

“Cuando pienso en mi abuela y en otras personas que han luchado, quiero que la gente se sienta apoyada”, dijo. “Algunos no siempre tienen familia cerca. Las gorras simbolizan la esperanza y son un recordatorio de que Dios está allí con ellos en medio de su lucha”.

Explicó que mantenerse activa en los ministerios de la iglesia (diaconisa, equipo audiovisual y en los Conquistadores) las ha ayudado a fortalecer su fe y ha alimentado su deseo de servir. “No quiero alejarme de Dios”, dijo Carr. “Servir me mantiene cerca de él”.

Leanna Carr (izquierda) se une a la líder de la Juventud Adventista Tamia Acosta (centro) y al pastor Earl Esdaile (derecha) en el evento de donación. [Fotografía: cortesía de Leanna Carr]

Aprecio de la comunidad y el hospital

La donación fue recibida por la enfermera jefa Anika Williams de la Unidad Médico-Quirúrgica, junto con la directora de operaciones del centro médico, Adeline Williams-Connor, y otros altos directivos. Williams expresó su gratitud a Carr en nombre de los pacientes que recibirán las gorras en las próximas semanas.

“Gracias por la maravillosa y considerada contribución hecha a los pacientes”, expresó Williams.

Los líderes de la iglesia elogiaron el ejemplo de Carr de ese ministerio dirigido por jóvenes.

El pastor Earl Esdaile, quien dirige la congregación de Peter’s Rest, describió su gesto como fe en acción. “Esto es lo que significa vivir el evangelio”, dijo. “Una joven que toma sus dones y los convierte en compasión, eso es Jesús en acción”.

Leanna Carr (segunda desde la izquierda) se une a su madre y a otros miembros de la familia en apoyo de la iniciativa de donación de gorras. [Fotografía: cortesía de Leanna Carr]

El primer anciano Herman Ravariere agregó que apoyar a los jóvenes para que sean líderes es algo que fortalece a toda la iglesia. “Cuando alentamos a nuestros jóvenes, ellos brillan”, expresó.

El director de Ministerios Juveniles de la asociación Norteña del Caribe, el pastor Leriano Webster, reflexionó sobre la importancia del servicio de Carr. “El programa de Conquistadores equipa a los jóvenes para que sirvan con un propósito”, expresó. “Leanna muestra que el ministerio no es solo un programa sino un estilo de vida que lleva a amar a los demás”.

Gorras que llevan esperanza

Carr se quedó despierta muchas noches para terminar las gorras, con el apoyo de Anetta Parsons, quien ayudó a coordinar el evento. “Estaba cansada”, admitió Carr, “pero valió la pena”.

Las gorras se distribuirán a los pacientes con cáncer en la unidad de oncología durante el próximo mes.

Leanna Carr junto a los funcionarios del centro médico después de la donación. [Fotografía: cortesía de Leanna Carr]

Carr espera que esto sea solo el comienzo.

“Quiero enseñar a otros Conquistadores y Aventureros a tejer a ganchillo para que puedan ayudar a más personas”, dijo. “Hay tantas maneras en que podemos marcar la diferencia. Solo tenemos que elegir una y comenzar a hacerlo”.

“Está bien retribuir”, dijo Carr. “Ayudar a los demás trae alegría, no solo a ellos, sino también a nosotros”.

Traducción de Marcos Paseggi