Un miembro de iglesia en Guam describe su aterradora experiencia durante el Tifón Mawar.
6 de junio de 2023 | Guam | Gracelyn Lloyd, Misión Guam-Micronesia y Adventist Review
Un miembro de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en Guam describe la aterradora experiencia vivida durante el Tifón Mawar. Aunque ella y su esposo se encontraban seguros fuera de la isla, se mantenían dando seguimiento a su amenazante acercamiento a Guam, en donde sus tres hijos estaban resguardados en casa con sus abuelos.
Se sentían hasta cierto punto seguros, porque su casa había sido construida para resistir los fuertes vientos; sin embargo, había un peligro adicional inesperado. “La estructura de nuestra casa puede resistir un super tifón, pero no la inundación. No esperábamos que la inundación llegara a nuestra casa porque en nuestro vecindario es la única que está en terreno elevado”.
Las aguas no solamente alcanzaron el terreno elevado de su edificio, sino que inundaron el primer piso donde se encontraban las habitaciones de los hijos.Su vecino le envió un mensaje de texto al padre, avisándole que el agua estaba ascendiendo muy rápido en su propia casa. La madre se puso en contacto con sus padres, quienes se estaban quedando con los hijos; pero quienes vivían en el segundo piso del edificio. Tenía miedo de que sus hijos quedaran atrapados abajo; así que los abuelos inmediatamente los reunieron para desalojarlos del primer piso.
¡El agua había subido ahora hasta poco más de metro y medio!
Siendo que las dos zonas habitadas estaban separadas por diferentes entradas exteriores, la familia salió junta del primer piso desafiando la ruidosa oscuridad. Mientras que el abuelo cargaba a la nieta de ocho años, los otros cuidadosamente vadearon la corriente con el agua que les llegaba hasta el cuello, mientras los vientos soplaban fuertemente en torno a su cabeza.
Finalmente la madre recibió el alentador mensaje de texto de que todos habían llegado sanos y salvos al segundo piso de la casa. La madre había enviado ya mensajes a la familia de su iglesia y amigos cercanos para que enviaran ayuda. Su hijo llamó al número de emergencia 911, Pero le informaron que no podían enviar un equipo hasta que se calmaran los vientos.La familia oró. Le pidieron al Señor que no permitiera que se siguieran elevando las aguas. Oraron por protección. Y el Señor estuvo con ellos, dijeron.
Las aguas no llegaron hasta el segundo piso. El techo los mantuvo seguros hasta que llegó ayuda.
“Dios es ciertamente muy bueno”, dijo la madre. “Estuvieron protegidos en el segundo piso”.
Tan pronto como los caminos pudieron de nuevo transitarse, los miembros de la iglesia se dirigieron al hogar de esta familia. Uno de los vecinos usó su bote para llegar hasta la familia y llevarlos a terreno seco.
Los hijos se están recuperando de la dura experiencia en el hogar de un miembro de su familia, con sus primos. Cuando bajó el nivel de las aguas, los abuelos regresaron a la casa y encontraron que nada de lo que había en el primer piso podía recuperarse.
Aunque perdieron sus pertenencias materiales, la familia dice que tiene mucho por lo cual alabar a Dios.“Alabo a Dios por la inmediata respuesta de la familia de mi iglesia. Alabo a Dios porque se salvó mi familia. Alabo a Dios porque no perdí la señal de comunicación con mi familia durante el tifón. A pesar de este gran tifón, nuestra fe permanece firme”.
Los padres permanecen todavía varados fuera de la isla, siendo que el aeropuerto de Guam está cerrado hasta que puedan hacerse las reparaciones después del tifón. “Le damos gracias a Dios por el rescate de esta familia y oramos porque puedan estar reunidos muy pronto”, dijeron los dirigentes regionales de la iglesia. “Oren por favor por ellos y por otras familias en Guam mientras continúan recuperándose de los efectos del tifón”.
El Tifón Mawar, conocido en Filipinas como el Super Tifón Betty, fue el ciclón tropical más poderoso en el Hemisferio Norte registrado en el mes de mayo. Pasó por el norte de Guam como tifón de categoría 4 el 24 de mayo, trayendo consigo vientos huracanados y lluvias torrenciales. Fue la tormenta más fuerte que ha azotado la isla desde 2002.
La versión original de esta noticia se publicó en el sitio de noticias de la Misión de Guam-Micronesia.
Traducción – Gloria A. Castrejón