23 de enero de 2023 | Medellín, Colombia | Daniela Arrieta y Noticias de la División Interamericana
Decenas de familias indígenas en la región montañosa sur de Los Llanos en el sur de Colombia recibieron canastos de alimentos gracias a la obra de evangelización de los líderes de la Iglesia Adventista y la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA) Colombia.
“Al haber estado visitando esas comunidades indígenas y pasando tiempo con ellas, hemos podido identificar algunos desafíos que enfrentan y la necesidad que tienen de alimentos para alimentar a sus familias”, dijo el pastor Christian Soto, pastor asociado del distrito Puerto López. Soto, que ha estado visitando periódicamente las comunidades de Awaliba y Guacoyo, dijo que muchas familias están sumamente necesitadas de alimentos, en especial las que son madres solas y sus hijos.
La mayoría de las comunidades indígenas dependen tan solo de la agricultura y de vender sus productos entre ellos, porque es difícil hallar oportunidades fuera de la comunidad, explicó Soto. “Su principal fuente de alimentos es la yuca, de la que fabrican otros productos, pero sus ingresos apenas alcanzan para cubrir sus necesidades diarias”, añadió.Los líderes de la iglesia han estado llevando a cabo una obra de evangelización allí, y aunque las comunidades indígenas reciben alguna asistencia del gobierno, las distancias y la falta de recursos hacen más difícil que los alimentos lleguen a las zonas más remotas, explicó Carol Rojas, tesorera de la Asociación de los Llanos Orientales. Rojas dijo que la asociación ha estado apoyando la obra de evangelización en la región durante meses. “ADRA Colombia se dedicó a llenar ese vacío y ofrecer apoyo a estas comunidades, en su lucha por garantizar que tengan alimentos”, dijo Rojas.
ADRA Colombia ha logrado distribuir canastos de alimentos con arroz, harina, azúcar y otros alimentos esenciales a 130 familias, dijo Elva Gómez, directora de comunicación de ADRA Colombia. “Las familias recibieron juegos de artículos higiénicos que incluyeron jabón para la ropa, jabón de tocador, cepillos, cremas y papel higiénico”, dijo Gómez.
“Las comunidades se sintieron muy felices de recibir asistencia, y lograron ser parte de una celebración espiritual especial durante el tiempo en que se inauguraron dos iglesias allí”, dijo el pastor Soto.La iglesia y ADRA Colombia han podido asistir a 21 comunidades del grupo étnico Ikuani, como lo es la comunidad de Piapoco. Muchos de la comunidad de Piapoco han aceptado el mensaje adventista, dijo Soto. Hasta el momento, se han construido catorce iglesias en esas comunidades, y unas pocas más están en proceso de construir sus iglesias, explicó Soto.
“Estas comunidades indígenas no solo han sido asistidas con sus necesidades inmediatas sino también que su sentido de comunidad y apoyo mutuo se ha visto fortalecido”, añadió Soto.
Francisco Ramos, que es pastor de la iglesia adventista Millares de Ángeles, dijo: “Nos sentimos muy agradecidos y esperanzados de continuar con la población y aferrándonos de la mano de Dios, para que él pueda seguir fortaleciéndonos y haciendo nuestra obra con estas comunidades”.Los líderes de la iglesia continuarán trabajando para ministrar y compartir el evangelio con las comunidades, pero aún están enfrentando algunos desafíos con la lengua, dijo Soto. “Cada grupo étnico tiene su propio lenguaje, por lo que los líderes de la comunidad juegan un papel fundamental en la traducción de los mensajes, en especial para las mujeres y los niños, que tienen menos conocimiento de la lengua española”, dijo.
“El plan es contar con más traducciones en otras lenguas, para que ellos puedan entender el mensaje de Jesús en su lengua nativa”, dijo Soto.
La Iglesia Adventista y ADRA Colombia continuarán incrementando la obra para expandir el mensaje de amor y esperanza a más personas de las comunidades indígenas, dijo Soto. “Queremos continuar para superar algunas barreras culturales y lingüísticas, para así tener un impacto duradero en la vida de aquellos donde se encuentran las mayores necesidades”, dijo el pastor Soto.Traducción de Marcos Paseggi