Silver Spring, Maryland, Estados Unidos …[Ansel Oliver/ANN]
Desde la década de 1970, la Iglesia Adventista del Séptimo Día ha visto decaer sus diezmos, o las donaciones de los miembros del 10 por ciento de sus ingresos, en un 75 por ciento per cápita, ajustado a la inflación, dice Benjamin Maxson, director mundial de Mayordomía para la Iglesia Adventista del Séptimo Día.
Los cristianos adventistas podrían no estar solos en esta aparente tendencia. Barna Research Group, Ltd. (Grupo de Investigación Barna), una firma cristiana de investigaciones, independiente, en California del Sur, dice que el número de hogares estadounidenses que dan al menos el 10 por ciento de sus ingresos a la iglesia ha decrecido en un 62 por ciento en el año pasado –del 8 por ciento en 2001 a sólo el 3 por ciento de los adultos durante 2002.
Cerca del 30 por ciento de los miembros de la Iglesia Adventista en todo el mundo dan diezmo. En partes de Africa y Sur América, tan pocos como el 10 por ciento dan diezmo.
Diezmar se relaciona con la espiritualidad, dice Maxson, quien no está preocupado tanto acerca de una reducción en el diezmo como en la espiritualidad de los adventistas alrededor del globo. «Mi preocupación es por la espiritualidad de la iglesia. Las finanzas son un subproducto. Ellas se cuidarán a sí mismas cuando la condición espiritual es correcta», dice él.
«Todos nuestros estudios muestran que la mayoría no tiene una seguridad de salvación, y no tiene un caminar con Dios –no tienen devoción diaria», dice él, citando el estudio Value Genesis conducido por el Instituto de Ministerio de Iglesia en la Universidad Andrews en Berrien Springs, Michigan, en la última parte de la década de 1980, en 1993 y otra vez en 2002.
En la década de 1970, del 70 al 80 por ciento de los miembros asistían a la iglesia regularmente y el 65 por ciento diezmaban. Ahora del 45 al 50 por ciento de los miembros asisten a la iglesia regularmente y el 30 por ciento diezma, de acuerdo con Maxson.
Roy Ryan, un tesorero asociado de la Iglesia Adventista mundial, destaca los adventistas espiritualmente dedicados en Korea. Como un empleado de la iglesia y profesor allí en la primera parte y la mitad de la década de 1990, él dice que el promedio de diezmos estaba cerca del 70 por ciento. «Ha sido siempre una de las zonas más fieles de la igelsia. Es una iglesia de oración».
Anualmente, el diezmo aporta a la Iglesia Adventista de 1.1 a 1.2 billones de dólares, dice Maxson.
Él señala que el diezmo es medido de modos diferentes en diversas denominaciones. Algunos dicen que el 10 por ciento es algo por lo cual hay que luchar. «Nosotros decimos que es un punto de partida», dice.
En Argentina, durante la reciente crisis económica, el diezmo bajó, pero no igual a la economía local. «Los adventistas continuaron siendo fieles aún durante un tiempo de crisis económica», dice Maxson.
La cura es un «serio programa de discipulado», dice él. Otro factor que él cita es la secularización de la cultura de la iglesia.
Erika F. Puni, directora de mayordomía para la región del Pacífico Sur de la iglesia, concuerda. «Yo coincidiría con Maxson en que el asunto real detrás del descenso en la recepción de diezmos es la espiritualidad o la carencia de ella», dice Puni, quien también sirve como directora de ministerios personales y Escuela Sabática para la región.
El diezmo recibido por la iglesia ha estado descendiendo al menos durante los últimos 25 años, cuando se lo compara con los ingresos, de acuerdo con Puni, citando la investigación que hicieron Robert McIver y Stephen Currow en los años 1999 y 2000 acerca de la iglesia en la región norte de Nueva Gales del Sur, Australia.
Puni cita la investigación diciendo: «Este continuo descenso podría ser explicado si el comportamiento de los diezmos en las diversas cohortes de edades se hubiesen mantenido relativamente estables. A medida que las cohortes más jóvenes envejecían, ellas constituirían un porcentage más grande de personas que reciben salario. El hecho de que diezmasen un promedio más bajo significa que con el paso del tiempo el promedio de miembros totales que diezman decrece.
«‘Parece ser que esta tendencia de reducción probablemente continuará al menos durante los próximos 15 años, después de los cuales el diezmo todavía decrecerá en relación con los ingresos de los miembros, pero en una medida mucho más baja'».
«Debe notarse», dice Puni, «que en los últimos diez años –particularmente en la última parte de la década de 1990– dentro de esta región, el malestar político y otros eventos relacionados en Papua, Nueva Guinea, Salomón y Fiji, tuvieron un impacto real en la capacidad de nuestros miembros de iglesia para devolver el diezmo de Dios».
Un pequeño incremento en los diezmos en Europa podría ser debido al incremento en los valores monetarios –específicamente la libra ciprés, dice Bill Olson, director de mayordomía para la Iglesia Adventista en la región Trans Europea, con sede en San Albans, una ciudad a las afueras de Londres.
Olson dice que cada región de la iglesia debería tener un director de mayordomía de tiempo completo. «Es un asunto de prioridades», dice, refiriéndose a que en nuestros días los asuntos técnicos tienden a levantar las finanzas –IT y Sun Accounts (Sistemas de Contabilidad Sun). Siempre hay dinero, pero es un asunto de dónde lo quieres». Olson también sirve como tesorero y encargado de fideicomisos de la región.
Él anima a los pastores a visitar a los miembros en sus hogares, una práctica en la que él mismo siente haber tenido el mayor éxito, y discutir tres cosas: su vida espiritual, la educación de sus hijos o nietos en escuelas adventistas, y sus hábitos de dadivosidad y fidelidad en el «diezmo del Señor».
Las cifras de diezmo en África del Sur están ligeramente arriba, de acuerdo con Nceku Moses Msimanga, director de mayordomía para la región Afro Océano Índica del Sur, con sede en Harare, Zimbabwe. Msimanga dice que los líderes de la iglesia ahí han comenzado lo que ellos llaman «Ocho Asuntos de Atención». Dos asuntos en la campaña de la iglesia son la «espiritualidad», y la «auto sostenibilidad». «Esto ha hecho un tremendo impacto en la devolución del diezmo», dice Msimanga.
«En la espiritualidad, promovemos una relación con Jesucristo, corazón a corazón … Comenzamos con el corazón». Msimanga dice que si la iglesia apunta sólo al bolsillo, eso podría convertirse en un robo.
«La auto sostenibilidad dice: ‘Yo puedo hacerlo’. Promueve la autoestima y elimina el síndrome de dependencia. Lo entrena a uno para ser auto dependiente y ver el potencial en uno mismo. Más y más gente se ha trasladado del extremo que recibe a la zona que da», dice Msimanga. «Todavía hay lugar para el crecimiento, pero las flechas están apuntando hacia arriba».
Él dice que las naciones en la región están pasando por una fase económica difícil. «Nuestras monedas están ablandándose cada día y el costo de vida está creciendomás y más».
Sin embargo, Ryan dice que «cuando hay un enlace espiritual con el Señor, hay enlaces en otros aspectos también».