24 de Junio de 2004, Port Mcquaire, Nueva Gales del Sur, Austalia …[Bob Donaldson/ANN]
Siendo 2004 el Año del Evangelismo para la Iglesia Adventista del Séptimo Día a nivel mundial, los niños de la iglesia de Port Mcquaire, Nueva Gales del Sur, muestran la forma de hacerlo. Una campaña evangelística pública titulada “El Factor Dios” fue dirigida por niños entre los 10 y 15 años de edad en el nuevo edificio de la iglesia durante cuatro tardes consecutivas de sábados en mayo y junio. “Esta campaña de evangelización fue un proyecto de nuestras muy comprometidas y visionarias clases de Escuela Sabática de primarios y adolescentes, aunque toda la comunidad de la iglesia la apoyó encantada”, dice el pastor Justin Lawman, quien dirige la congregación.
Cuatro mil tarjetas orientadas a los jóvenes fueron distribuidas y los eventos fueron ampliamente publicitados en el periódico local. Meses atrás, las clases de Escuela Sabática de primarios y adolescentes organizaron una lista de oración, y después invitaron personalmente a sus amigos de las escuelas cercanas.
“El grupo de las edades entre 10 y 15 años fue nuestro objetivo”, dice el líder de Escuela Sabática Trish Campbell, “pero los padres también eran bienvenidos con los brazos abiertos”. Y vinieron. La asistencia promedio en las cuatro noches fue de 135, 40 de los cuales no eran miembros de iglesia.
De acuerdo con George Smith, rector de la Escuela Adventista de Port Mcquaire (EAPM), “cerca del 70 por ciento de nuestros estudiantes vienen de hogares no adventistas. Un buen número de ellos vinieron a “El Factor Dios”, y algunos también trajeron a sus padres.
El pastor Lawman agrega: “Allí había personas que nunca antes habían puesto los pies en nuestra iglesia”.
Al finalizar las reuniones, Jacob, de 11 años, quien asiste a la escuela adventista, pero no a la iglesia, comentó: “Una de las cosas que aprendí fue cómo ir al cielo. Y me acerqué bastante a Dios. Nunca había estado realmente cerca de Dios, y uno se sintió realmente en onda”.
Dos jóvenes predicaron cada semana, de siete a diez minutos cada uno. Los temas fueron: “Dios, ¿realmente estás ahí? (profecía), “¿Por qué suceden cosas malas a la gente buena?”, “¿Qué debo hacer para ir al cielo?” (Salvación), y “Un futuro sin temores” (segunda venida de Cristo).
Los niños escogieron los temas y estuvieron involucrados en todos los aspectos de la planeación. “Los temas no sólo eran relevantes para los niños”, dice el pastor Lawman, “sino también para los adultos”. Cada programa comenzó con un servicio de adoración y alabanza dirigido por los jóvenes y acompañado por una banda de 12 miembros adolescentes y preadolescentes.
Entre otras secciones, todas dirigidas por jóvenes, estuvo un concurso (con premios), un espacio de curiosidades llamado “Increíble, pero cierto”, y un corto drama relacionado con el tema de la noche.
Al concluir de cada reunión, todos eran invitados a un recinto de la escuela para dos horas de actividades recreativas y comida.
Tres días después que concluyó “El Factor Dios”, los estudiantes de los grados 5º y 6º de EAPM fueron invitados a escribir sus pensamientos acerca del programa. Peta, de diez años, escribió: “Aprendí a conocer mejor a Dios”, mientras Zac, de 11 años, dijo: “No necesito preocuparme, porque Dios está siempre a mi lado”.
Todos los niños que ayudaron a dirigir el programa tienen ahora una nueva visión de la vida, como lo expresó muy bien Lara, de 11 años: “Te sientes bien por dentro con la sensación de que estás compartiendo el amor de Dios con otros”.
“No importa si tienes miedo de hacerlo”, de acuerdo con Anita, de 11 años, “¡Dios me ayudó en el proceso y no me pasó nada raro!”. Y Lachlan, de 14, añade: “Todos nosotros también estuvimos agradecidos por el apoyo del pastor Lawman”.
Echando una mirada hacia la campaña, Campbell dice: “De las respuestas en las tarjetas del concurso que nos fueron devueltas, es gratificante saber que muchas vidas han sido tocadas –especialmente aquellas por las cuales hemos estado orando—y muchas decisiones hechas para Cristo”.
El pastor Lawman agrega: “Ahora tenemos un número de personas interesadas para hacerles seguimiento”.
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