San Luis, Missouri, Estados Unidos, 2 de Julio de 2005. [Wendi Rogers/ANN]
Caminar hacia abajo en la calle que conduce al America’s Center es un desafío esta mañana. La multitud de transeúntes es impresionante. Mucha gente empujando coches para bebés a través de las aceras ocupadas, gente con termos buscando un lugar donde sentarse, y algunos hasta estallando latas de cerveza abiertas ya.
Miles de otros también están buscando su camino en las ocupadas calles, vestidos con ropa elegante, corbata, vestidos formales y tacones –lo mejor para su día de reposo. Un poco incómodos en el calor de un verano húmedo en San Luis, pero a ellos no parece importarles. Ellos se distinguen de los otros miles de personas, vestidos quizá un poco más apropiadamente para el día, quienes están allí para la celebración del desfile norteamericano de “Fair St. Louis”, para el fin de semana del Día de la Independencia.
No es que a los adventistas no les guste tener alegría, ponerse sus flip-flops y disfrutar un agradable desfile. Pero ellos no viajaron, muchos de ellos miles de millas, para celebrar el Día de la Independencia de los Estados Unidos. Mientras los norteamericanos están orgullosos de su nación, estas personas están visiblemente más orgullosos de celebrar otro tipo de independencia.
Ellos buscan su camino hacia el Auditorio Edward Jones, para recibir un desafío: No rendirse. Este desafío viene del pastor Matthew Bediako, el segundo en jerarquía en la Iglesia Adventista del Séptimo Día a nivel mundial, como secretario de la denominación, quien anima a la iglesia a no rendirse ante la segunda venida de Cristo.
“La gente se ha sentido desilusionada en relación con la segunda venida de Cristo. Algunos han decidido no predicar acerca del pronto advenimiento de Jesucristo”, dijo él. Algunos teólogos y profesores de Biblia no quieren discutir acerca del segundo advenimiento de Cristo, porque ellos dicen que el tema es motivo de vergüenza, dice Bediako.
“Pero esta mañana, yo quiero declararles de que no estoy listo para rendirme. Este mensaje está aún haciéndome un llamado a mí mismo. No estoy desilusionado. No me siento avergonzado de decirle a la gente que no solamente creo en la segunda venida de Cristo, sino que también estoy ansiosamente esperando y a la expectativa de que eso suceda”.
“¿Rendirse? ¿Por qué? ¿Cuál es la alternativa que me queda?… ¿Qué esperanza tengo aparte de Jesucristo? No se rindan. Hasta ahora me he dicho a mí mismo que abandonar la lucha no es una opción para mí”, añadió Bediako.
La multitud explotó de alegría cuando Bediako expresó firmemente que “¡es mi esperanza y mi oración que esta sea la última sesión de la Asociación General en esta tierra!”.
El pastor Bediako, quien una vez fue estudiante de Jan Paulsen, presidente de la iglesia mundial, también habló acerca de la unidad: “El debate aún prosigue acerca del apropiado estilo de adoración. Nos escandalizamos por causa de la rigidez de nuestros estándares y también por la creciente carencia de ellos. Perdemos tiempo discutiendo acerca de quién está en lo correcto y quién está equivocado… ¿Vamos nosotros a ir al cielo juntos?”. Una vez más, un aplauso estruendoso vino de la multitud.
Él también rindió tributo a las madres, expresando su deseo de que su madre, quien murió cuatro años atrás, estuviese aquí, con él, en este congreso de la Asociación General. “Ella nunca dejó de orar por sus hijos”, dijo él.
Pero su mensaje repetido fue: “¡No se rindan!” Dijo además: “Jesús va a cumplir su promesa… Él no sólo dará satisfacción a sus expectativas, sino que las sobrepasará”.
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