Santa Isabel, Providencia… [Libna Stevens/DIA]
Inmediatamente después que golpeó el huracán Beta, que rasgo los techos de miles de viviendas y arrasó el aeropuerto y las comunicaciones en la diminuta isla de Providencia en el caribe, la iglesia Adventista y la Agencia de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA) se movilizaron para ofrecer ayuda. El huracán, que azotó el 28 de octubre a la isla colombiana con fuertes vientos tormentosos y altas olas, dejó dañadas el 90% de las estructuras de madera y casas de la isla, informó el gobierno colombiano.
El pastor Alejandro Beloza, presidente de la iglesia en la Misión de las Isalas Colombianas, estaba en Providencia en una reunión de negocios eclesiásticos cuando la tormenta golpeó. Él dijo que las dos iglesias adventistas allí, fueron dañadas grandemente. También dijo que las casas de los miembros se dañaron, pero no se reportan heridos.
Días después, el Pastor Beloza viajó de regreso a la isla cercana de San Andrés y contactó a ADRA Colombia para pedir asistencia, y se empezó a organizar un grupo de miembros de la iglesia para comprar y empacar las provisiones.
Gabriel Villarreal, director de ADRA Colombia, dijo que los fondos de la división y los locales se pusieron a disposición inmediatamente para la compra de muchas de las provisiones más necesitadas.
Las necesidades más urgentes eran alimentos, colchones y sábanas», dijo Villarreal. «Los hogares de la gente fueron dañados e inundados, así que estos artículos fueron comprados de inmediato, y se solicitó la ayuda de las fuerzas militares de Colombia para transportar los materiales de ayuda por barco a la isla en ruinas», agruegó él.
Wally Amundson, director de ADRA de Ínter América, quien viajó justo días antes de la tormenta con Villarreal a Providencia, se reunió con líderes locales para organizar a los líderes de la iglesia y la comunidad allí.
«La iglesia Adventista y ADRA llegaron a la isla antes que llegara la ayuda del gobierno y cualquier otra de organiciones no gubernamentales», dijo Amundson.
El capitán Ortiz, jefe de operaciones para todos los esfuerzos de recuperación en Colombia llegó a Providencia el 4 de noviembre y le habló a los líderes de la comunidad.
«Es realmente importante trabajar unidos como un equipo, no solamente ahora, pero en el futuro, para reconstruir la comunidad», dijo el capitán Ortiz. Aplaudió los efuertos de primera mano de la iglesia adventista y ADRA por ayudar a la gente de Providencia.
«Una vez allá, los líderes comunitarios fueron reunidos para organizar la distribución de materiales», dijo Amundson. «La gente estaba tan agradecida de que la iglesia adventista respondeiera tan pronto a las necesidades que ellos tenían», añadió.
Para todos los efectos, ADRA pudo proveer colchoes y alimentos en bolsas a cerca de 164 familias, dijo Villarreal. En el barco que traía los materiales de ayuda venían 28 estudiantes del último año de la Escuela Adventista de San Andrés, Islas, quienes vinieron como voluntarios para ayudar. Ellos descargaron, distribuyeron y ayudaron a limpiar carreteras y playas en la isla durante su estada de 5 días.
Villarreal explicó que ADRA dejó un grupo organizado de miembros capacitados para responder en futuros desastres.
Providencia es una pequeña isla localizada en el Mar Caribe en el suroeste colombiano con una población de 5,000 personas. Hay 159 adventistas que adoran en dos iglesias en dicha isla.