Silver Spring, Maryland, Estados Unidos, 23 de Enero de 2007…. [Elizabeth Lechleitner/ANN]
“Los adventistas del séptimo día no son islas en este mundo. Queremos conocer mejor otras confesiones religiosas, y que éstas nos conozcan mejor”, dijo el Dr. John Graz, director del departamento de Asuntos Públicos y Libertad Religiosa de la iglesia adventista a nivel mundial, el 23 de enero.
Con una feligresía global que se aproxima rápidamente a los 15 millones de personas, la iglesia adventista está lejos de ser aislacionista. Sin embargo, sus líderes creen que un esfuerzo concertado para cultivar conversaciones entre la iglesia y los principales grupos religiosos (musulmanes, budistas, y otros) es vital mientras los adventistas continúan en su visión de contar al mundo acerca del mensaje de esperanza de Jesús.
Para ese fin, el 22 de enero, los líderes de la iglesia aprobaron, cambiar el nombre del Concilio de Relaciones Intereclesiásticas e Intercredos para convertirlo en el Concilio de Asuntos Intereclesiásticos e Intereligiosos. Mucho más que un cambio de nombre, la actualización tiene como propósito marcar el comienzo de lo que el Dr. Michael Ryan, uno de los vicepresidentes de la iglesia mundial, llamó “una relación recíproca”, entre los adventistas y los adherentes a otras confesiones religiosas.
“En el pasado, simplemente no nos hemos entendido los unos a los otros”, dijo Ryan, quien también actúa como vicepresidente del Concilio. “Ahora tenemos una mejor posición para dialogar con líderes de las religiones mundiales, de modo que podamos entenderles mejor y ellos puedan entender quiénes somos nosotros y qué creemos”.
Es fundamental una conversación que se proponga establecer conexiones de manera significativa, concordó Graz, el secretario general del Concilio. “Si usted no habla, ellos no sabrán lo que usted podría creer, e incluso podrían pensar que usted es peligroso, o que está impulsando una agenda política amenazante”, dijo él. “En el clima de confusión de la actualidad, con credos, sectas y fanatismo religioso, es importante anclar nuestro diálogo”.
Tanto Graz como Ryan creen que las conversaciones francas entre los adventistas y otros grupos religiosos, nivelarán el prejuicio que a menudo carcome las relaciones entre las diversas confesiones religiosas. “Cuando otras religiones realmente nos entienden, la comunidad llega a saberlo y esto marca una diferencia”, dijo Ryan.
El entendimiento mutuo no invita a debilitar las doctrinas, como algunos adventistas podrían temer, aseguran los líderes de la iglesia. “Involucrarnos en el diálogo no significa que estamos desarrollando una agenda ecuménica. Está diciendo que queremos llegar más allá de la comunidad cristiana y hablar con otras confesiones religiosas. Está diciendo que queremos tener buenas relaciones”, dijo Graz.
“Esto dará a los adventistas la oportunidad y los lineamientos para hablar de una manera que conecta con otras confesiones religiosas”, añadió Ryan.
Junto con el cambio de nombre, los miembros del concilio en la sede mundial de la iglesia adventista, aprobaron expandir el número de miembros del Concilio, para incluir más representación de la oficina de Misión Adventista, y otras organizaciones de la iglesia orientadas hacia la misión, para mantener en la vanguardia de la agenda de la iglesia el esfuerzo para llegar a otros.
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