20 de junio, 2007 Cairo, Egipto …. [Taashi Rowe/ANN]
Diecisiete jóvenes que desean unirse a la Iglesia Adventista de Egipto son la fuente de esperanza para el futuro de la iglesia en el país.
La campaña de evangelización ha inyectado nuevo interés en la Iglesia Adventista en Egipto, que Samir Berbawy, su presidente, califica de moribunda.
Según datos oficiales, hay 840 adventistas en el país, pero Berbawy dice que en realidad, sólo 200 miembros se mantienen activos en esta nación de 75 millones de habitantes.
Las reuniones, llevadas a cabo en la Iglesia Adventista de Heliópolis, en El Cairo, han atraído un promedio de 100 personas de origen egipcio, filipino y sudanés. «Este es un buen número», dice Berbawy. «Y esto también ha ayudado a despertar a los miembros».
La serie de reuniones, titulada «Revelación de esperanza», ha atraído la atención de los medios. «Los periódicos comenzaron a pedirnos que publiquemos nuestras creencias», dice Berbawy. «Esto realmente nos ha ayudado».
Los temas, preparados por Mark Finley, uno de los vicepresidentes de la Iglesia Adventista mundial, fueron traducidos al árabe. Ted Wilson, otro vicepresidente de la Iglesia, dirigió algunas reuniones y ahora Berbawy está coordinando las restantes, hasta su finalización el próximo 6 de julio.
Uno de los desafíos de la Iglesia Adventista en Egipto, según Berbawy, es la falta de jóvenes preparados para dirigir la iglesia en el futuro. Aunque hay muchos niños, hay sólo entre 40 y 50 miembros de entre 15 y 25 años. «Los jóvenes se han ido del país en busca de otros objetivos».
Homer Trecartin, ex secretario-tesorero de la Iglesia Adventista en el Medio Oriente, dice que muchos jóvenes se fueron para evitar ser reclutados durante tres años por el servicio militar y para evitar las clases y los exámenes universitarios en sábado.
Otro desafío, dice Berbawy, es que sólo cuentan con ocho pastores. Los métodos de evangelización tradicional están prohibidos. Además, sólo ocho de los 24 templos pueden ser consideradas iglesias; los demás deben ser reparados o demolidos.
Pero esta serie es fuente de esperanza para la iglesia. Además, se está solicitando permiso para poder contar con un colegio superior donde preparar a los futuros líderes de la iglesia.
«Necesitamos las oraciones de todos», dice Berbawy. «Los desafíos aquí son inmensos».
Diecisiete jóvenes que desean unirse a la Iglesia Adventista de Egipto son la fuente de esperanza para el futuro de la iglesia en el país.
La campaña de evangelización ha inyectado nuevo interés en la Iglesia Adventista en Egipto, que Samir Berbawy, su presidente, califica de moribunda.
Según datos oficiales, hay 840 adventistas en el país, pero Berbawy dice que en realidad, sólo 200 miembros se mantienen activos en esta nación de 75 millones de habitantes.
Las reuniones, llevadas a cabo en la Iglesia Adventista de Heliópolis, en El Cairo, han atraído un promedio de 100 personas de origen egipcio, filipino y sudanés. «Este es un buen número», dice Berbawy. «Y esto también ha ayudado a despertar a los miembros».
La serie de reuniones, titulada «Revelación de esperanza», ha atraído la atención de los medios. «Los periódicos comenzaron a pedirnos que publiquemos nuestras creencias», dice Berbawy. «Esto realmente nos ha ayudado».
Los temas, preparados por Mark Finley, uno de los vicepresidentes de la Iglesia Adventista mundial, fueron traducidos al árabe. Ted Wilson, otro vicepresidente de la Iglesia, dirigió algunas reuniones y ahora Berbawy está coordinando las restantes, hasta su finalización el próximo 6 de julio.
Uno de los desafíos de la Iglesia Adventista en Egipto, según Berbawy, es la falta de jóvenes preparados para dirigir la iglesia en el futuro. Aunque hay muchos niños, hay sólo entre 40 y 50 miembros de entre 15 y 25 años. «Los jóvenes se han ido del país en busca de otros objetivos».
Homer Trecartin, ex secretario-tesorero de la Iglesia Adventista en el Medio Oriente, dice que muchos jóvenes se fueron para evitar ser reclutados durante tres años por el servicio militar y para evitar las clases y los exámenes universitarios en sábado.
Otro desafío, dice Berbawy, es que sólo cuentan con ocho pastores. Los métodos de evangelización tradicional están prohibidos. Además, sólo ocho de los 24 templos pueden ser consideradas iglesias; los demás deben ser reparados o demolidos.
Pero esta serie es fuente de esperanza para la iglesia. Además, se está solicitando permiso para poder contar con un colegio superior donde preparar a los futuros líderes de la iglesia.
«Necesitamos las oraciones de todos», dice Berbawy. «Los desafíos aquí son inmensos».
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