26 de octubre, 2007 New York, New York, Estados Unidos…. [PARL/Personal de ANN]
Siguiendo un intenso debate en las Naciones Unidas sobre qué constituye la difamación en las religiones, una reportera especial de las Naciones Unidas (N.U.) para Libertad de Religión o Credo, Asma Jahangir, dijo que «la crítica objetiva» de la religión es un derecho humano. Sin embargo, dijo, «hay una diferencia entre crítica y difamación descarada».
Muchas personas religiosas creen que nadie más que ellos poseen la verdad, convencidos de que su religión es mejor, es superior», dijo Jahangir, dirigiéndose a los miembros del Comité de la Organización no Gubernamental de las N.U. para Libertad de Religión o Credo en la sede de N.U. el 25 de octubre. Esa mentalidad puede conducir a la difamación en los sistemas de otras religiones o creencias, dijo ella.
Jahangir, expresó preocupación, sin embargo, que al tratar el asunto de la difamación, los oficiales no vayan tan lejos como para incluir lal mera crítica de la región.
Si tan extensa definición de difamación fuese adoptada, ella advirtió que, «normas sociales basadas en la religión no pueden ser debatidas. La difamación es un asunto de la ley civil, no violación de los derechos humanos», dijo ella.
Jahangir también criticó las leyes sobre la blasfemia, las cuales dijo, son usadas para silenciar la disidencia. «La religión puede ser usada como herramienta para atemorizar, puede ser usada contra las minorías y para aplastar la disidencia interna», dijo ella.
La religión es comparada, algunas veces, a lo de la raza, agregó Jahangir, y las provisiones contra el odio racial son luego aplicadas a la religión. Tal comparación es infundada, dijo ella, porque «religión no es lo mismo que raza –uno no puede hacer proselitismo para cambiar su raza. Hay serias diferencias».
Todavía no hay consenso entre los estados miembros de las N.U. sobre cómo aproximar mejor los asuntos de la difamación de la religión, dijo Jahangir.
Cuando Jonathan Gallagher, hombre de contacto para las N.U. de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, le preguntó a Jahangir cómo proyectaba realizar sus deberes como reportera especial, ella solicitó amplio apoyo y asistencia con la investigación.
Jahangir, hace poco, completó misiones estudiando los asuntos de la difamación religiosa en el Reino Unido y Tajikistán. Otras misiones en proximidad incluyen Angola, Israel, India y Turkmenistán.
«Aunque hay problemas en cada país, las normas democráticas conducen a la libertad de religión», dijo Jahangir. «En una sociedad cerrada, siempre salen a relucir las restricciones sobre libertad religiosa. Serias limitaciones en libertad de religión impactan el desarrollo económico.
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