Bloemfontein, Sudáfrica, 28 de mayo de 2008… Ansel Oliver/ANN

Las iglesias adventistas en Sudáfrica están abriendo sus puertas para servir como centros de refugiados mientras hacen un llamado para dar fin a los ataques xenofóbicos alrededor del país en las semanas recientes.

Más de 30 iglesias están trabajando con oficiales del gobierno para ayudar a los refugiados, muchos de ellos indocumentados y provenientes del vecino país de Zimbabue.

Informes indican que 40 personas han muerto y miles han sido desplazadas de sus hogares. Los líderes de la iglesia enfatizaron que los ataques están viniendo de un «elemento criminal pequeño no organizado».

Ayer, la Iglesia Adventista en Sudáfrica expidió una delcaración lamentando la violencia:

«La Iglesia Adventista hace un llamado contundente a un entendimiento más profundo de, y un mayor respeto por los derechos humanos y la no discriminación, para enfrentar las urgentes necesidades humanas, y para trabajar por la reconciliación entre comunidades nacionales, étnicas y religiosas», dijo la declaración. «La Iglesia Adventista del Séptimo día rechaza el uso de la violencia, en cualquier forma, como un medio para la resolución de conflictos.

«El ministerio cristiano de reconciliación contribuirá, y debe contribuir, con la restauración de la dignidad humana, la igualdad y la unidad, a través de la gracia de Dios en la cual los seres humanos se ven unos a otros como miembros de una familia común, la familia de Dios», decía la declaración.

En los pasados pocos años, Sudáfrica ha recibido millones de inmigrantes, tanto legales como indocumentados. «Yo asumo que algunas personas sienten que sus trabajos están amenazados», dijo Andre Brink, director de comunicación para la Iglesia Adventista en la región de Sudáfrica y el Océano Índico.

La situación está moviéndose ahora en las localidades rurales, dijeron los líderres de la iglesia. El sábado pasado, el predicador invitado Paul Charles suspendió a la mitad de su sermón cuando cerca de 70 refugiados se abalanzaron hacia el interior del santuario, causando asombro a la congregación de 120 miembros. Cerca de 80 por ciento eran refugiados adventistas provenientes de Zimbabue, dijo Charles, quien sirve como director de comunicación para la Iglesia Adventista en Sudáfrica.

«El sábado por la mañana decidimos abrir nuestras iglesias», dijo Charles en relación con una nueva amenaza contra los refugiados, emitida la noche del viernes. «Ellos tienen un lugar cálido donde estar. La iglesia, trabajando junto con ADRA, está albergando a estas personas hasta que haya alguna paz y calma», dijo él.

La amenaza también afectó a la institución universitaria Helderberg College, de propiedad de la iglesia, cerca de Cape Town. Los oficiales de la escuela encontraron albergue esa noche para los estudiantes internacionales que viven fuera del terreno de la universidad. Charles dijo que cerca de un terciio de los estudiantes de la escuela son de otros países.

ADRA despachó un camión provisto con alimentos y frazadas ayer desde su oficina en Bloemfontein.

Charles dijo que el gobierno ha provisto transporte para que los refugiados regresen a Zimbabue pero la mayoría de ellos se niegan a ir.

«Aunque hay una crisis aquí y sus vidas están en peligro, a pesar de estas condiciones, hay más esperanza aquí que en Zimbabue ahora», dijo él.

Los líderes de la iglesia dijeron que un grupo de jóvenes adventistas está planeando una marcha para el 7 de junio contra la xenofobia, cerca de Cape Town.

Image by ANN. Megan Govendor

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