11 de abril, 2009 – Mérida, Yucatán, México… [Raúl Lozano/Personal de la DIA]

La iglesia Adventista del Séptimo Día del Sur de México, hace poco, dividió una de las regiones de la iglesia local: la Asociación de Tabasco se convertió en Asociación Central de Tabasco, y Misión Oriental de Tabasco.

Esta nueva adición a la región de la iglesia ha sido resultado del rápido crecimiento de la feligresía. Los líderes de la iglesia local atribuyeron este crecimiento al planeamiento y cuidado de la región por casi 10 años.

Aunque la Unión Mexicana del Sur se dividió en dos uniones en noviembre, 2001, con una feligresía de 232,901, la feligresía creció a 279,940 para el 2008. Este crecimiento ha tenido un impacto en el número de iglesias y grupos a través de la región. En el 2001, había unas 2,638 iglesias. Para el final del 2008 ya había 3,299.

Este crecimiento ha obligado a los líderes de la iglesia a emplear más ministros. Según ellos, un promedio de 20 nuevos distritos han sido organizados cada año. Cerca de 16 ministros son empleados recién salen del seminario cada año y se les requiere que se encarguen de un promedio de 1,186 miembros. Además, los diezmos han aumentado un 290 por ciento a partir del 2007 al 2008, y las ofrendas un 305 por ciento sobre el mismo período.

«Transcurrieron 10 años para llegar a este punto», dijo el pastor David Javier, presidente para la iglesia en el Sur de México. «Todo esto puede atribuirse a una estrategia de cinco puntos».

Después de meses de análisis de la matriz DOFA (Debilidades, Oportunidades, Fortalezas y Amenazas) un análisis que incluía a los líderes de todas las iglesias y sus pastores, se desarrolló un plan y se aplicó en todo el territorio, de acuerdo al pastor Javier.

«Primero, la unión y los líderes de la asociación estimulan a los pastores a ejercer un ministerio completo como vehículo hacia el crecimiento unificado, asegurándose que la iglesia tiene un plan de desarrollo en todas las áreas y dentro de cada grupo de edades», explica él. «Segundo, los líderes de las uniones enfatizan métodos específicos de evangelización tales como grupos pequeños, penetración a nuevas áreas, reclutamiento de personas laicas, visitas de hogar a hogar, campañas evangelizadora en hogares e iglesias, servicios a la comunidad y cosas semejantes».

Tercero, el pastor Javier explica que los líderes de la iglesia también capacitan pastores, laicos, líderes juveniles, maestros y administradores financieros. Cuarto, los líderes de todas las regiones de la iglesia tienen como objetivo mantener sus índices financieros lo mejor posible. En quinto lugar, los líderes de la asociación organizan su región en zonas donde un oficial de la asociación dirigirá a cinco pastores. En esta forma, los blancos y el trabajo de los pastores es apoyado bien de cerca.

«El peldaño más importante, para nosotros en alcanzar este actual nivel de objetivos ha sido la evaluación», dijo el pastor Javier. «Programamos sesiones evaluación anuales».

El Pastor Javier añadió que en un futuro cercano el plan es reunir toda la información y hacer de la Unión Mexicana del Sur un caso de estudio para ser publicado en un libro.

«Quizás otros líderes puedan beneficiarse de lo que el Señor nos ha enseñado a nosotros», añadió él.

Image by ANN. Unión Mexicana del Sur/DIA

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