2 de mayo de 2024 | Agape Hammond, para Noticias de la Asociación Rocky Mountain
Un grupo de dedicados estudiantes voluntarios del Colegio Mile High en Highlands Ranch, Colorado, Estados Unidos, salió de viaje misionero a Belice en marzo. La actividad fue de un impacto especial para la iglesia adventista Newday de Parker, Colorado, dado que seis de los estudiantes asisten a esa iglesia. Para la mayor parte de este grupo de estudiantes, esa fue la primera vez que viajaron al extranjero, informaron los organizadores.
Cuando la pastora principal de Newday Lisa Cardinal recibió por primera vez un pedido de patrocino de uno de los estudiantes que pensaba ir a Belice, se sintió feliz de ayudar; después de todo, el trabajo misionero es parte de la iglesia Newday. Pero entonces, otros cinco estudiantes decidieron responder al llamado de participar de esa actividad de servicio.
De la manera típica que lo hace Newday, Cardinal decidió patrocinar a todos los que solicitaran ayuda. En total, cinco de los seis recibieron una ayuda. Como lo expresa la iglesia: “Newday existe para desarrollar seguidores apasionados de Cristo quienes, juntos, amen a Dios y sirvan a otras personas”. Así fue como los estudiantes Gwen Loney, Eden Jaklich, Mady Lasut, Lily Lasut, Austin Huenergardt y Wyatt Miller terminaron en el Centro MOVE y Escuela Solomon en Belice.
Loney habló del tiempo que pasó allí. “Me encanta viajar a lugares nuevos, y Belice es un lugar que no había visitado antes. Estaba buscando nuevas experiencias y aventuras. Creo que me impactó ver una nueva cultura. También estoy feliz de que llegué a conocer mejor a algunas de las personas de mi colegio”.Desde programas de la Escuela Bíblica de Vacaciones (VBS) hasta tareas de pintura y proyectos de construcción, los estudiantes tuvieron muchísimas oportunidades de ayudar a la comunidad. Se dedicaron a diversos proyectos que apuntan a elevar a la comunidad y fomentar un desarrollo sustentable.
Grupos de estudiantes se involucraron en proyectos diseñados para servir a otros. Jaklich habló de la Feria de Salud, donde se les ofreció a las personas chequeos de salud y distribución de anteojos, junto con otros servicios. “Yo ayudé a distribuir los anteojos. La gente necesitaba algo, y yo podía ayudarlos con ello. Me hizo sentir muy bien”, contó Jaklich con una sonrisa.
Si le preguntan a cualquiera de los estudiantes cuál fue su parte favorita del viaje, sin embargo, dicen que fue el programa de VBS. “Los niños eran tan hermosos”, dijo Lasut.
Loney se refirió a su participación en los programas de VBS de la mañana: “Ayudé muchísimo con el programa de los niños en la Escuela Solomon. También dirigí un grupo que llevó a cabo representaciones de nutrición para salones de clase diferentes en Solomon. Creo que lo que produjo mayor impacto fue los saludos y el amor que nos demostraron los niños”.Aunque el viaje ha llegado a su fin, el impacto de su trabaja seguirá resonando más allá de las fronteras de la comunidad a la que sirvieron, dijeron los organizadores. “Al responder al llamado de ir a ese viaje misionero, cada uno de estos seis estudiantes no solo transformó la vida de otros sino que también se vieron transformados por el proceso, lo que es un testamento del poder poderoso del servicio”, expresaron.
O como lo expresó Loney, “es una experiencia que uno no olvida. Conocimos nueva gente, trabajamos muy duro, aprendimos cosas nuevas, y creamos recuerdos para siempre”.
La versión original de esta noticia fue publicada por el sitio de noticias de la Asociación Rocky Mountain. Agape Hammond es docente de inglés del Colegio Mile High.
Traducción de Marcos Paseggi