13 de noviembre, 2009 – San Salvador, El Salvador…[Libna Stevens/IAD]
Los líderes adventistas del séptimo día en el país centroamericano de El Salvador están aún evaluando el daño causado por las torrenciales lluvias del huracán Ida al comienzo de esta semana. Inundaciones y deslizamientos de tierra destruyeron carreteras y puentes y sepultaron hogares. De las más de 170 muertes causadas por la tormenta, 30 eran miembros de iglesia. Además, todavía hay 16 que no se sabe de ellos. Ida era un huracán de categoría 2 cuando pasó por El Salvador.
«En los años que he estado asociado con la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales(ADRA) respondiendo a desastres, jamás había visto una pérdida tan grande entre nuestros miembros en Interamérica», dijo el doctor Wally Amundson, director de ADRA para la iglesia en Interamérica. «Nos entristece la forma en que esto impacta a los miembros de nuestra iglesia en El Salvador; oramos porque nuestros dirigentes tengan la fortaleza para enfrentar los desafíos inmediatos».
El Equipo de Reacción de Emergencia de ADRA se encuentra en camino en las cinco municipalidades de San Salvador, La Libertad, De La Paz, San Vicente y Cuzcatlán. Más de 40,000 personas han sido afectadas por Ida, y miles de las familias desplazadas están dispersos en 85 refugios de emergencia, dijo Jorge Salazar, director de ADRA El Salvador.
La mayor parte de los muertos ocurrió en la parte rural central del país. Hasta el momento ADRA El Salvador tiene 160 voluntarios que están ayudando la comunidad, así como equipos de rescate, según Salazar. El gobierno también ha ofrecido tres helicópteros para entregar los suministros de ADRA.
Además de los fondos liberados por ADRA y la DIA para asistir en el esfuerzo de aliviar el desastre, Hope for Humanity (Esperanza Para la Humanidad) ha enviado fondos especiales para ayudar comunidades afectadas y al público en general alrededor del círculo del programa de alfabetización.
Saúl Ortiz, tesorero para la iglesia en la Unión Centroamericana Central con sede en Honduras – que supervisa la iglesia en El Salvador – a penas regresó de una visita de dos días a los líderes en San Salvador, la capital. Ortiz dijo que un miembro de iglesia entre los sobrevivientes perdió 15 miembros de su familia. «Es realmente muy alarmante que una cuarta parte de los muertos fue entre nuestros miembros de iglesia».
Unas 345 familias adventistas fueron desplazadas por la tormenta, 206 de sus hogares fueron completamente o en parte destruidos. También fueron destruidos cuatro edificios de iglesia.
«Transcurrirá algún tiempo antes que podamos reconstruir estas iglesias y que las familias puedan regresar a sus comunidades», agregó Ortiz.