Ciudad de México, México, 21 de abril de 2011… Raúl Lozano/DIA
Luis Alberto Pérez, de San Cristóbal, en la zona montañosa de Chiapas, es miembro del Club de Conquistadores Sirio. Luis viene de una familia muy necesitada, y aún así quiso participar en el Camporee de Conquistadores de la División Interamericana. Después de meses de trabajo y ahorros, Luis pudo pagar su inscripción y el transporte al camporee. Sólo le quedaron 20 dólares para gastar durante el evento.
Entonces se le ocurrió una idea. Compraría algunos recuerdos y los revendería más tarde. En Veracruz, una de las paradas que su bus hizo en el camino, Luis compró una bolsa de conchas marinas bonitas y un lapicero Sharpie. Cuidadosamente, él escribió las palabras Chiapas, México, en las conchas de mar, y al llegar al campamento, Luis comenzó a vender sus conchas. Ahora Pérez está feliz porque tiene suficiente dinero para gastar y disfrutar el camporee.
Este es el espíritu de los conquistadores del sur de México—la delegación más grande que está participando en el camporee, con 6613 conquistadores provenientes de 198 clubes que representan a 10 asociaciones y misiones. El territorio de la unión incluye cinco estados en la región suroriental del país.
Dentro de esta delegación, el grupo más grande viene de Chiapas Central, con un total de 1097 miembros.
El pastor Jeremías Morales, director de ministerio juvenil para la iglesia en el sur de México, explica esta cantidad.
“Esto es el resultado de una estrategia que el campo está llevando a cabo”, dice Morales. “Ellos desafiaron a cada club para ayudar a crear un nuevo club. La estrategia está funcionando no solo con los conquistadores, sino también con todas las organizaciones juveniles en el campo”.
“Una de las cosas que a los chicos les ha gustado más”, dice Ursula Sors, quien es asistente del director de ministerio juvenil, “es el drama musical acerca de David, el cual ha sido altamente apreciado”.
A los conquistadores de Mérida, Yucatán, les ha gustado el espíritu de equipo que cada club está mostrando, y la unidad y amistad entre los conquistadores, incluso de otros países.
Brandon Morales, del Club de Conquistadores Cosmos en Pichucalco, Chiapas, dice que él siente gran estima por la predicación del pastor José Rojas.
“También me ha gustado el clima agradable de aquí; ¡mi pueblo es tan caliente!”, exclama Abdiel Hernández, del mismo club. Sin embargo, ha habido desafíos.
“Bañarse ha sido como un gigante”, dice Carlos Lozano, de Mérida, Yucatán. “El agua es tan fría que en realidad te duele cuando el agua te cae encima”.
La delegación de conquistadores del sur de México trae altas expectativas al camporee. Dos competencias en las cuales ellos anticipan buenos resultados son los ejercicios físicos y el concurso bíblico.
“Nuestros líderes juveniles están convencidos de que el club de conquistadores es una organización redentora, lo cual significa que las actividades del club merecen el 100 por ciento de nuestro compromiso”, dice Morales. “Nuestro lema es, ‘lo menos que se exige de nosotros es la excelencia’”.
El representante de la unión en el concurso bíblico es un conquistador proveniente de Uman, Yucatán. Su nombre es Juan de Dios. Este chico, un joven de sexto grado, fue seleccionado después de ganar en los concursos bíblicos a nivel de su propio distrito, su asociación, y su unión. Nadie le ha ganado porque él se ha memorizado completamente el libro de primero de Samuel, el libro que será evaluado.
“He recibido la ayuda de mis padres por todo un año”, dice Juan de Dios. “Mi padre leyó el libro e hizo las preguntas que yo tenía que contestar”.
El concurso bíblico sobre el libro de 1 Samuel será llevado a cabo mañana.
Traducción: Abraham Guerrero