Silver Spring, Maryland, Estados Unidos, 14 de febrero de 2012
Ansel Oliver/ANN
El presidente de la División Norteamericana de la Iglesia Adventista se disculpó ante el Comité Ejecutivo de la División por algunos pasos en los que inadvertidamente se extralimitaron, en la intención de la División de permitir que ministros comisionados—incluyendo mujeres—sirviesen como líderes principales de las unidades administrativas de la denominación.
El reconocimiento de parte de Dan Jackson, presidente de la División, tuvo lugar en una carta del 31 de enero después de que la misma administración revisó las pólizas relacionadas con sus acciones de las reuniones de fin de año en 2010 y 2011.
La revision determinó que la División había actuado más allá de su autoridad al modificar su Política Operativa para incluir ministros comisionados como candidatos para la presidencia de asociaciones locales.
Esa discusión de política inició en 2009, bajo presidentes anteriores tanto de la División como de la sede mundial de la Asociación General.
En su carta, Jackson escribió que la División había continuado discutiendo el asunto y había actuado de acuerdo con una “suposición” incorrecta del alcance de su autoridad dentro de su propio territorio.
Jackson declaró que la división “toma completa responsabilidad por dejar de hacer investigación suficiente en relación con los asuntos constitucionales que impactaban nuestras decisiones. Al traer este asunto a discusión en los años 2010 y 2011 estábamos haciéndolo bajo la suposición de que la División Norteamericana tenía una constituyente separada y distinta de la Asociación General. Desafortunadamente, estábamos equivocados y pedimos sinceras disculpas por ello”.
La primera página de la Constitución de la Asociación General declara que “cada división de la Asociación General está autorizada para llevar a cabo responsabilidades en el territorio a ella asignado. …A fin de llevar la autoridad de la Asociación General, las acciones de los comités de la división deberán, necesariamente, estar en armonía con y ser complementarias a las decisiones de la Asociación General durante el congreso, y a las acciones del Comité Ejecutivo de la Asociación General entre un congreso y otro”.
Aún así, algunos líderes de la iglesia tanto en Norteamérica como en la Asociación General dicen que la reciente discusión resalta la necesidad de una definición más clara de la autoridad delegada de una división.
En realidad, la Asociación General ya se está moviendo en relación con ese asunto. El mes pasado, la administración solicitó que un grupo revise los documentos de gobierno que delinean las relaciones entre la Asociación General y las divisiones, dijo Lowell Cooper, uno de los vicepresidentes de la Asociación General. Ese grupo ofrecerá después una decisión en relación con si se necesita claridad adicional, dijo Cooper.
Cada una de las 13 divisiones funciona como extensión de la Asociación General. Las divisiones no tienen sus propias constituyentes, constituciones o estatutos. Sin embargo, dentro de los territorios de las divisiones, las uniones –que están compuestas por asociaciones—cada una tiene su propia constituyente.
En una entrevista, Jackson dijo que la División Norteamericana continuará promoviendo la igualdad entre hombres y mujeres en las posiciones de liderazgo. Él dijo que la ordenación es “un asunto aparte” y no será analizado en este momento.
“No tenemos la intención de abandonar el consenso de la iglesia norteamericana de que necesitamos conferirle autoridad a nuestras mujeres de Dios que han sido llamadas a ser pastoras y líderes”, dijo Jackson. “No nos alejaremos de esto, pero no vamos a volver a violar el reglamento”.
La Iglesia Adventista actualmente sólo permite que ministros ordenados sirvan como presidentes de asociación. En el año 2005, la iglesia mundial tomó el voto de que esta distinction también se aplicara al presidente de la denominación.
La credencial para ministros “comisionados” fue autorizada por el Comité Ejecutivo de la Asociación General en 1987. En 1994, El Comité Ejecutivo delineó posiciones que podrían recibir tales credenciales—por lo general, tesoreros, directores de instituciones educativas, otros gerentes, presidentes de universidades, oficiales ejecutivos de hospitales, y otros que no están en línea de ordenación. Esa decision también concedió el título a asistentes pastorales, incluyendo mujeres.
La póliza modelo de la Asociación General y las constituciones modelo para las uniones y las asociaciones declaran que un presidente debe ser un ministro “ordenado” de experiencia. El cambio que la División Norteamericana hizo a su propia póliza en 2010 tenía la intención de extender esta declaración para que se leyese “ordenado/comisionado”.
En su carta, Jackson declaró que 107 de los cerca de 4000 ministros de la división son mujeres. Él también declaró su apoyo para las ministras comisionadas, citando la conferencia de pastoras de la división, efectuada en Berrien Springs, Michigan, del 23 al 26 de abril.
La División Norteamericana incluye a Bermuda, Canadá, los territorios franceses de Saint Pierre y Miquelon, los Estados Unidos, y las islas del Pacífico que comprenden la Misión de Guam-Micronesia.
Traducción: Abraham Guerrero