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Esta iniciativa está ayudando a los miembros adventistas a conectarse con vecinos y amigos.

24 de septiembre de 2024 | Byron Bay, Nueva Gales del Sur, Australia | Zanita Fletcher, Adventist Record

En Byron Bay, Nueva Gales del Sur, Australia, se ha formado una muy peculiar comunidad en torno al océano. El grupo de natación DevOcean, iniciado por Mark Bligh, un miembro de la Iglesia Adventista del Séptimo Día Byron Bay, se ha reunido hasta seis días de la semana por los pasados dos años, ofreciendo más que simplemente un buen ejercicio. Para muchos, se ha convertido en un lugar para hacer conexiones, compartir su fe y gozar de la belleza natural de la bahía.

El grupo se inició como un simple desafío de ejercicio diario para unos cuantos miembros de iglesia; pero rápidamente se fue desarrollando hasta convertirse en un amplio esfuerzo misionero comunitario. “Tenemos mucha gente que ha entrado a la iglesia directamente de las calles”, explicó Mark Bligh. “La mayoría de esas personas no son adventistas. Cuando alguien se acerca, le decimos, ‘¿te gustaría venir a nadar con nosotros?’ Es una forma magnífica de relacionarnos con ellas”.

El grupo de natación DevOcean, iniciado por el miembro de iglesia adventista Bligh, se reúne regularmente para nadar en Byron Bay, Nueva Gales del Sur, Australia. Recientemente se reunió con ellos la medallista olímpica Moesha Johnson. [Imagen: Adventist Record]

La comunidad de Byron Bay tiene muchos miembros transitorios que solo la visitan por unas cuantas semanas o meses, lo cual le ha provisto al grupo de natación la oportunidad de dar a conocer el amor y la verdad de Dios con amigos de Australia, Nueva Zelanda, Brasil, los Estados Unidos, Suiza, Serbia, Reino Unido y de muchas otras partes. El grupo inicia cada ejercicio de natación con una oración, en la cual se incluye siempre una petición acerca de estar libres de ataques de tiburones, aunque no se ha visto ninguno hasta ahora.

Entre los nadadores regulares se encuentra Julian Archer, director de mayordomía de la División del Pacífico Sur, de la Iglesia Adventista, quien comentó: “Nuestros momentos de descanso fuera del agua nos ofrecen frecuentemente oportunidades para agradecer y alabar a Dios por las impresionantes escenas naturales que estamos contemplando tanto arriba como abajo. El tocar suavemente a las tortugas marinas es siempre un plus”.

Mark Bligh ha podido observar cambios significativos en aquellos que nadan regularmente y ha notado que ha sido particularmente beneficioso para hombre que están luchando con su salud mental. “Reporta increíbles beneficios el estar en el océano, con tantos minerales que puede obtener tu organismo”, dijo. Estaba un tanto fuera de condición antes; pero ya he perdido 16 kilos”.

Heidi, miembro de iglesia, expresó su aprecio por el grupo, al decir: “Es realmente lindo tener algo como esto para invitar a las personas”. Karl, otro miembro de iglesia, añadió: Yo no voy tan frecuentemente como debiera; pero siempre es bueno mantenerse en buena forma y saludable, en compañía de otras personas. Ya para las 7:30 de la mañana, hemos salido del agua y estamos en camino mirando hacia delante en otro hermoso día”.

Durante el fin de semana se unió al grupo la ganadora de medalla olímpica de plata, de Tweed Heads, Moesha Johnson, en el evento Swim the Bay with Moe (Nada en la bahía con Moe), que ayudó a coordinar Mark Bligh. Este fue el primer evento de natación de Moesha Johnson desde que obtuvo el segundo lugar en el maratón de natación de 10 kilómetros en el Río Sena, en París. Alcanzó también el sexto lugar en la competencia de 1500 metros, de estilo libre de natación en piscina. El evento del domingo atrajo a diversos tipos de personas, desde aficionados locales, a aspirantes a nadadores y a familiares y asistentes a la iglesia de Byron Bay.

Al meditar en esta experiencia, la medallista Johnson dijo: “Me sentía un poco nerviosa acerca de introducirme en el agua después de un tiempo de descanso, pero estaba nadando al lado de Ios muchachos locales de Alstonville que eran tan divertidos y apoyadores; y una vez que nos sumergimos, recordé nuevamente cuánto realmente me gusta nadar”.

Después del evento, la medallista Johnson se relacionó con los residentes locales al tomarse fotografías, autografiando gorras de natación y entregando “regalitos”, haciendo con ello memorable el día para aquellos que nadaron con ella o que pasaban por el lugar. Manna Haven Café, en conexión con la iglesia Byron Bay, invitó también a todos a un almuerzo, proveyendo así oportunidad para continuar compartiendo el amor por el agua y relacionándose con la medallista Moesha y unos con otros.

Al meditar en su jornada, la medallista Johnson señaló: “Hoy ha sido un tiempo para cerrar el círculo. Byron Bay es el lugar en donde comencé la natación oceánica. El ver a personas que lo hacen en forma consistente fue realmente genial”.

De entre aquellos que se unieron a este evento de natación, algunos eran nadadores regulares en el océano, mientras que otros lo estaban intentando por primera vez. Pero todos ellos salieron fuera del agua con una sonrisa, diciendo algo semejante a “¡Es hermoso estar ahí!”

Desde sus inicios, el grupo DevOcean ha no solamente ayudado a las personas a practicar un estilo de vida más activo; sino que ha también unido a las personas y les ha abierto los ojos a la belleza del mundo que las rodea. Muchos de los participantes regulares han comenzado a asistir a la iglesia y continúan conectados, aun cuando se mudan a otras ciudades o países.

La versión original de esta noticia la publicó Adventist Record.

Traducción – Gloria A. Castrejón

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