25 de abril, 2012 – Punta Cana, República Dominicana…(Melissa Reid/IRLA NAD)
«La libertad religiosa es lo más personal de nuestros derehos humanos».
Esta fue una declaración hecha al comienzo en la presentación del abogado Knox Thames esta mañana, la primera presentación durante el día dos del Congreso Mundial de IRLA, y ha estado conmigo a través del resto del día.
Knox sirve como director de políticae investigación en la Comisión de los E.E.U.U. sobre la libertad religiosainternacional (USCIRF), una entidad independiente del gobierno de los E.E.U.U. creada por el Congreso para supervisar la libertad religiosa paratodo el mundo y hacer recomendaciones de política al Presidente, el Secretariode Estado, y el Congreso. Su charla esta mañana le dio el frente-no obstantemuy necesario- a la causa de ladiscriminación religiosa: una iglesia adventista del Séptimo-día en Turkmenistánderribada en 1989; para mejoramiento de la comunidad» bajo el régimen religiosohostil de Sparmurat Niyazov.
A menudo, cuando los expertos en la política y los académicos se convocan para analizar un tema o un concepto, el componente » personal» del asunto se descuida deplorablemente. Ni experto ni académico, pero simplemente como un laico apasionado por la libertad religiosa, aprecié ver el caso de estudio de Turkmenistan. Me ayudó a visualizar no sólo la discriminación evidente contra la iglesia adventista del Séptimo-día, pero también iluminó el uso prácticode las políticas del gobierno de E.E.U.U. en materias de libertad religiosa.
Thames concluyó sus observaciones apelando a la audiencia que la razón por la que continuamos luchando por libertad religiosa es porque importa a las que están «pudriéndose en una celda» de la cárcel olvidada por Dios; debido a su objeción de conciencia al servicio militar. Les importa a quienes cuyos lugares de alabanzas ha sido destruido. Importa a los que deseen mantener como sagrado su día santo de adoración. Importa a aquellos que son condenados por cambiar su afiliación religiosa o por compartir su fe con otros. Es decir, importa a quienes su religión, fe, o sistema de creencia -cualquiera sea el término que usted prefiere -sea su prioridad, su foco, absolutamente sencillo, su vida.
Y por eso, he decidido usar la declaración de Knox esta mañana como trampolín para un poco de reflexión y motivación.Si mi fe es de hecho el aspecto más precioso de mi vida; si para mí el servicio a Dios lleva precedencia sobre el servicio a los hombres, incluyendo mi propio interés; y como cristiano, si mi relación con Jesucristo está en segundo lugar a ninguns otra; entonces, la libertad religiosa será, sí, naturalmente la más personal de todos los derechos humanos. Mi propia libertad religiosa y la de otras.
¿Entonces, es verdaderamente cierto? ¿La libertad religiosa resuena más profundamente y me toca lo más de cerca posible? Hoy, el segundo día del 7mo Congreso Mundial de la Asociación para la Libertad Religiosa Internacional – absolutamente sí.
Traducción: Aleida T. Romero