La Iglesia Adventista del Séptimo Día se moviliza para apoyar los esfuerzos de recuperación.
9 de octubre de 2024 | Ridgefield, Washington, Estados Unidos | Heidi Baumgartner, Union Asociación del Pacífico Norte
Desde diversas partes del país, somos testigos del impacto devastador del Huracán Helene, mientras continúan las operaciones de búsqueda y rescate y crecen los esfuerzos para responder en el sureste de los Estados Unidos.
“Debido a los daños del viento sobre las casas; los árboles y las líneas eléctricas que cayeron; y las rutas, autopistas y puentes que colapsaron, la tormenta tropical Helene ha sido probablemente la tormenta más catastrófica que ha experimentado alguna vez la región”, dijo Leslie D. Louis, presidente de la Asociación de las Carolinas de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, en una actualización en Facebook.
Louis, en una publicación en Facebook el pasado 30 de septiembre, reportó que el Colegio Mount Pisgah en Candler, Carolina del Norte, está cerrado por dos semanas mientras se restaura la energía eléctrica y el agua a la zona. Una iglesia de la zona, el grupo de Swannanoa Spanish, sufrió daños severos y será sometida a una importante operación de reconstrucción.
“Aunque estamos agradecidos de que no se hayan producido muertes en nuestras iglesias después de la tormenta reciente, extendemos nuestra sincera simpatía a muchos de nuestra comunidad que han perdido a sus seres queridos en este evento devastador”, dijo Louis.
“Es en tiempos como este que nos aferramos a la seguridad de que nuestro bondadoso Dios ha provisto para nosotros según su promesa: ‘No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia’ [Isa. 41:10],” expresó.
Phil Wilhelm, rector del Colegio Adventista de Fletcher en Fletcher, Carolina del Norte, tituló su correo electrónico semanal Fletcher Focus del 30 de septiembre con una sola palabra: “Inédito”.
“Estoy atónito ante la destrucción que se ha producido en los alrededores de nuestra institución. A pesar de estar relativamente protegidos de los efectos en el campus, el caos que nos rodea es un tanto abrumador”, escribió. “Tantas personas tienen pozos que requieren de electricidad para bombear el agua, y sus provisiones se han acabado o están por acabarse. Las tiendas no pueden abrir porque aún no tienen electricidad y provisiones. Hay personas que aún están atrapadas en sus hogares, en especial los que viven lejos de los principales caminos. Muchas casas y empresas cerca de un arroyo o río, y han quedado inundadas. Otras están atrapadas por puentes y alcantarillas destruidos”.
Wilhelm informó asimismo que casi todos los estudiantes internos habían llegado a su casa. Los estudiantes del Colegio Highland, que fueron capacitados por la CERT, y los equipos de voluntarios de 2Serve estuvieron en el lugar para colaborar con los esfuerzos de responder a la catástrofe. Servicios Comunitarios de la Asociación de Carolina también está respondiendo a las necesidades locales.
El Colegio de Fletcher se movilizó, contó Wilhelm, para brindar a la institución una conexión prestada de Starlink, que permite la comunicación por Internet para coordinar los esfuerzos por medio de un centro de comando local.
W. Derrick Lea, director ejecutivo de Servicios Comunitarios Adventistas de la División Norteamericana, reportó en una actualización del pasado 1 de octubre sobre diversos esfuerzos para responder a la catástrofe en los estados del sureste.
“Las asociaciones del Sur del Atlántico y de las Carolinas han decidido trabajar unidas, dado que la región afectada es demasiado grande para que la cubra una sola asociación”, dijo Lea. “Esta sociedad ha sido extremadamente efectiva, y tanto los voluntarios del Sur del Atlántico como la Asociación de las Carolinas se han levantado para responder al llamado de recolectar artículos y un edificio donde guardarlos para entonces distribuirlos”.
El 1 de octubre se consiguió un lugar de distribución en Asheville, Carolina del Norte.
Lea compartió asimismo de qué manera la Asociación de Georgia Cumberland está estableciendo una depósito en Georgia, además de operar dos tráileres para los refugios en el estado de Georgia que administra la Cruz Roja de los Estados Unidos.
En otras partes, las asociaciones de Florida y del Sureste de los Estados Unidos también están trabajando para colaborar con los esfuerzos de responder en el estado de Florida.
“Por favor, ténganos presentes en sus oraciones, dado que este trabajo solo está comenzando, y continuará por meses y meses”, dijo Lea. “Entendemos que este será un esfuerzo de recuperación a largo plazo, y estamos apuntando nombres de asociaciones y de personas que están interesados en colaborar en el futuro”.
Derek Lane, director de Servicios Comunitarios Adventistas y Respuesta a Catástrofes de la Asociación de Washington, planea seguir conectado con las uniones asociaciones del Sur de los Estados Unidos respecto de maneras en que los voluntarios del Noroeste del Pacífico pueden apoyar a las necesidades de recuperación a largo plazo.
“Conéctense para ver actualizaciones de los líderes de respuesta a catástrofes sobre las maneras más apropiadas de iniciar los esfuerzos de respuesta y recuperación”, dijo Lane. “Aún no estamos en la Fase de Recuperación; estamos respondiendo de manera activa (esfuerzos de búsqueda y rescate, establecimiento de refugios, y la oferta de rescates de emergencia, etc.). Estamos animando a los individuos para que por ahora se abstengan de viajar a las zonas afectadas”.
Lane siguió diciendo: “Si ustedes han recibido capacitación en Equipo de Respuesta en Emergencias Comunitarias o en Atención Emocional y Espiritual y le gustaría ayudar, lo animamos a estar atento para saber cuál es la mejor manera de movilizar nuestros esfuerzos de ser necesario. Revise periódicamente el sitio web de su asociación para saber cuáles son las maneras adicionales en las que puede ayudar”.
ACS publicó más tarde el siguiente mensaje en su sitio web: “Respuesta a Catástrofes de ACS está respondiendo de manera activa a la devastación causada por el Huracán Helene. Estamos estableciendo centros asistenciales en los que las personas pueden recibir artículos esenciales. Sus contribuciones, oraciones y apoyo marcan una diferencia real. Juntos, podemos brindar esperanza y sanación a las comunidades afectadas”.
La versión original de esta noticia fue publicada en el sitio Northwest Adventists de la Unión Asociación del Norte del Pacífico.
Traducción de Marcos Paseggi