Erton Köhler analiza ventanas de oportunidad para los misioneros adventistas comprometidos.
14 de octubre de 2024 | Silver Spring, Maryland, Estados Unidos | Marcos Paseggi, Adventist Review
El repaso sobre un viaje misionero reciente marcó un tono singular para el Informe de la Secretaría en el Concilio Anual de la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día en Silver Spring, Maryland, Estados Unidos, el 13 de octubre.
El informe será “un tiempo precioso para compartir con ustedes una imagen de nuestra iglesia y su misión mundial”, dijo Erton Köhler, secretario de la Asociación General, a los más de trescientos miembros de la Junta Directiva (EXCOM). Köhler y su equipo reportaron sobre el crecimiento de la iglesia y otras cifras, pero fueron más allá de las estadísticas para repasar el génesis de la misión adventista al mundo, analizar el estado actual del envío de misioneros, y compartir algunas de las posibilidades y desafíos para los próximos meses y años. Köhler comenzó con el testimonio de un viaje misionero del departamento que dirige a Cuba.
Un viaje misionero inolvidableKöhler describió de qué manera, por primera vez, casi treinta líderes y obreros que prestaron servicios en la Secretaría de la Asociación General en la sede de la Iglesia Adventista participaron en un viaje misionero a Cuba a fines de julio y comienzos de agosto. La iniciativa combinó los esfuerzos de la Asociación General, la División Interamericana, y la Unión Cubana (CUC). La Secretaría también sumó a Maranatha Volunteers International, un ministerio de apoyo de la Iglesia Adventista.
Köhler contó de qué manera “Esperanza para Cuba” incluyó a cinco campañas de evangelismo de cosecha que resultaron en 76 bautismos y 217 personas registradas para tomar estudios bíblicos. Un proyecto especial también benefició a más de trescientos niños, reportó.
Mediante un esfuerzo combinado de todas las entidades y organismos involucrados, los líderes de la iglesia donaron cinco proyectos de video para que sean usados en evangelismo, apoyaron el establecimiento de dos nuevas iglesias, y ayudaron a reparar y pintar una iglesia en La Habana, contó Köhler. La Secretaría de la Asociación General también donó una nueva furgoneta a la CUC, después de que el único vehículo que poseía el territorio acumulara más de un millón de kilómetros.
Como parte del viaje, la Casa Publicadora Brasileña donó el papel que tanto necesitaba la imprenta de la Iglesia Adventista en Cuba, informó Köhler. Gracias al apoyo local, “el tiempo que pasamos en La Habana fue inolvidable”, expresó.Qué muestran las estadísticas de los miembros
Los ingresos a la Iglesia Adventista se han recuperado plenamente después de las circunstancias de grandes desafíos que produjo la pandemia del COVID-19, según David Trim, director de la Secretaría de Archivos, Estadísticas e Investigaciones de la Asociación General. En 2023, la iglesia dio la bienvenida a más de 1.465.000 miembros nuevos, lo que representa más de cuatro mil por día, o uno cada 21,5 segundos. “En efecto, 2023 tuvo el número más grande de ingresos netos de cualquier año en la historia de la Iglesia Adventista”, dijo Trim.
Al mismo tiempo, más de 836 mil dejaron la denominación en 2023 (lo que no incluye los fallecimientos), la tercera cifra más alta registrada alguna vez. “Las cuatro pérdidas más altas se han producido en los últimos cinco años”, reportó Trim. Por ello, añadió, “los ingresos de por sí no representan un crecimiento de la iglesia. Tenemos que hallar maneras de discipular a más miembros si queremos que nuestro crecimiento neto se torne más explosivo”. En el presente, el porcentaje de miembros que se van está cerca del 43 por ciento, reportó.
En relación con la proporción de miembros adventistas con la población mundial, hay actualmente un adventista por cada 350 personas (mientras que en 2000, había un miembro de iglesia por cada 519 personas).Trim también contó que, a nivel global, se necesitan treinta miembros para producir un miembro nuevo. Es una estadística que muestra, dijo él, “cuán efectiva es nuestra iglesia a la hora de alcanzar a otros”. Analizó entonces diferencias regionales, expresando: “Cada división cuenta con su propio campo misionero […]. Esto destaca una vez más la necesidad de un Reenfoque Misionero, con el envío de misioneros y recursos dentro de las divisiones pero también entre las divisiones de la iglesia”, expresó.
Una comprensión progresiva
Pasando entonces al génesis de la misión adventista, Köhler volvió al frente para enfatizar de qué manera los líderes y miembros de iglesia de mediados del siglo XIX pasaron por varias etapas hasta que estuvieron listos para abrazar el llamado a la misión en todo el mundo. Contó como en 1874, bajo G. I. Butler, quien por entonces era presidente de la Asociación General, los líderes votaron enviar a J. N. Andrews a Suiza como el primer misionero oficial.
A pesar de los magros recursos y de una falta de estructura, la iglesia avanzó por la fe, enfatizó Köhler. “Ninguna crisis debería detener el avance de la misión mundial. Dios es el dueño de la iglesia y de la misión. Él siempre abre puertas para que su misión avance”, expresó.
Köhler hizo un llamado a los líderes de la iglesia conserven el legado misionero adventista, que ahora ya tiene 150 años, “vivo y fuerte, trabajando de manera integrada para preparar a este mundo para la segunda venida de Cristo”.Contribuciones al progreso de la misión
En la última sección de su informe, Köhler se refirió a Reenfoque Misionero, una iniciativa de la Asociación General de redestinar más fondos y recursos al campo misionero mundial. Este énfasis en el servicio misionero de vanguardia ha requerido llevar a cabo ajustes financieros en todos los niveles de la iglesia, reconoció, pero ya está dando resultados tangibles.
Este nuevo énfasis ha resultado, entre muchas otras iniciativas, en la reapertura de la iglesia adventista del séptimo día en Bagdad, Irak, que había estado cerrada desde 2003. Esto se logró gracias a la familia que se envió para prestar servicios en esa zona del mundo, informó Köhler. “El Reenfoque Misionero ya no es un sueño o un proyecto; es una realidad”, expresó.
Tres ventanas misioneras
Köhler profundizó entonces en lo que denominó “tres ventanas misioneras” que están presentes en cada región de la iglesia en el mundo. Incluyen la Ventana 10/40 (una región del mundo en la que vive la mayor parte de la población pero donde los cristianos son una minoría), la Ventana Postcristiana, y la Ventana Urbana.
Las tres representan las zonas de mayores desafíos para la misión, enfatizó Köhler. “Cada una de nuestras divisiones tiene esas tres ventanas en su territorio. Puede que no tengan países incluidos en la Ventana 10/40, pero tienen grandes territorios o grupos de personas no alcanzados o muy poco alcanzados”, les dijo a los líderes adventistas. “Se necesita hacer algo con urgencia en cada uno de esos territorios”.Mencionó grupos específicos del mundo que representan un gran desafío para la misión adventista, lo que incluye a los hausas en Nigeria, los bamares en Birmania, y los somalíes del norte de Somalia. También señaló a los bengalíes de Bangladés, los mahrattas de la India, y los uzbecos del norte en Uzbekistán. Todos ellos suman millones de personas, muchas de las cuales jamás han oído hablar de Cristo y su verdad.
Köhler también llamó la atención de los líderes hacia las naciones poscristianas que se ven afectadas por un cada vez mayor secularismo, lo que incluye a Nueva Zelandia, Chequia y Grecia. Entre los centros urbanos, mencionó a Nápoles en Italia, con más de 21 residentes por miembro de la iglesia adventista, Durban en Sudáfrica, Buenos Aires en Argentina y Guadalajara en México.
“Es hora de reorganizar nuestras prioridades, nuestras reuniones, nuestras agendas, nuestras estrategias, todos nuestros recursos, y enfocarnos en nuestra misión”, dijo Köhler. “Es tiempo de hacer frente a los lugares y los grupos de personas que presentan mayores desafíos dentro de nuestros territorios”.
Un espíritu de sacrificioLa misión requiere invertir recursos en ella, enfatizó Köhler. Sin embargo, cuando hacemos frente a nuestros desafíos misioneros, Dios nos enviará los recursos que necesitamos, dijo Köhler. “El dinero tiene que seguir a la misión”, y no al revés, añadió. Por ello, “podemos avanzar con valor, confiando en el que es dueño de la misión”.
Los líderes de la iglesia en el siglo XXI necesitan revivir el espíritu de sacrificio de los primeros pioneros del adventismo, dijo Köhler. Contó que, aun en el presente, la Iglesia Adventista cuenta con misioneros fieles que dan y hasta han perdido la vida en el campo misionero. “Están manteniendo vivo el espíritu de sacrificio en nuestros días, y motivándonos a comprometer lo mejor que tenemos para la misión mundial”, dijo.
Como ejemplo de ese “compromiso de vida con la misión”, Köhler presentó a la familia de Gary Roberts. El piloto misionero Roberts y su familia dedicaron sus vidas a prestar servicios en Papúa, Indonesia. Pero han pagado un costo elevado por ello, reconoció.
“Primero, perdieron a su hijo por malaria mientras estaban en el campo misionero y él aún era chico”, dijo Köhler. “Tiempo después, el padre de Gary, también un piloto misionero, perdió la vida en un accidente de avión mientras prestaba servicios en el campo misionero. Este último verano, Gary mismo enfrentó un diagnóstico de un tumor cerebral inoperable. Y aun así, en medio de su batalla con una enfermedad terminal, la fe de Gary se mantuvo firme”.
Köhler informó que después del fallecimiento de Gary Roberts el pasado 24 de julio, su hermano Eric expresó el deseo de remplazarlo como piloto misionero. “Será el tercer miembro de la familia Roberts que dedica su vida a la misión”, dijo Köhler.
Con una oración especial por la familia Roberts, Köhler puso fin a su informe. Los miembros de la EXCOM votaron abrumadoramente registrar la recepción del informe.
Traducción de Marcos Paseggi