En la Universidad Andrews, el presidente de la Asociación General llama a recordar el pasado para seguir avanzando.
23 de octubre de 2024 | Berrien Springs, Míchigan, Estados Unidos | Marcos Paseggi, Adventist Review
La misión adventista tiene que ver con el poder de Dios y su intervención milagrosa en su iglesia remanente, dijo Ted N. C. Wilson, presidente de la Asociación General, durante un mensaje pastoral en la iglesia adventista Pioneer Memorial Church (PMC) de la Universidad Andrews el 19 de octubre.
El mensaje de Wilson, que coincidió con un Simposio en Misión Adventista en el campus de la universidad en Berrien Springs, Míchigan, Estados Unidos, llamó a cada líder y miembro de iglesia a que dé testimonio de la conducción de Dios para alcanzar a otros para él. “Las iglesias locales, las instituciones, las organizaciones, las entidades administrativas, y los miembros de iglesia son hitos”, dijo, “que le cuentan al mundo que la misión está viva y sigue adelante”.
Un año trascendentalEl año 2024 también es significativo por otras razones, recordó Wilson a los miembros y visitas a la iglesia PMC. Marca el 150° aniversario desde la Universidad Andrews abrió sus puertas como Colegio de Battle Creek para preparar a los jóvenes para que sirvan y contribuyan al progreso de la misión. También marca el 150° aniversario de la llegada de John N. Andrews y su familia como el primer misionero adventista oficial a Europa, expresó.
“La misión adventista ha progresado desde esos humildes comienzos hace 150 años a una iglesia mundial”, dijo Wilkson. “El fundamento de este movimiento adventista es Cristo mismo, y su orden de ir a todo el mundo como su iglesia remanente de los últimos días”. En ese contexto, “cada uno de nosotros que aquí hoy representa esta iglesia mundial tiene que llevar adelante el legado de la Misión Adventista que se inició hace 150 años”, expresó.
Hitos espirituales
Wilson basó sus declaraciones en la historia del cruce milagroso del río Jordán, hallado en Josué 3. Reflexionó en las poderosas intervenciones de Dios en la historia de Israel y de la Iglesia Adventista. “Muchas veces, Dios nos lleva hacia situaciones difíciles o imposibles para que le demos la gloria cuando vemos de qué forma nos libra”, expresó. Pero como humanos solemos olvidar. “Dios quiere que recordemos sus intervenciones en nuestras vidas y que establezcamos hitos recordatorios en forma de eventos físicos y espirituales”, explicó Wilson.
Según el relato bíblico, Dios solicitó a doce representantes del pueblo que tomen una gran piedra del lecho del río en representación de sus tribus para así establecer un monumento recordatorio. “Siempre ha existido la necesidad de recordar”, dijo Wilson. “Ese fue el propósito del monumento de piedra después del cruce de los israelitas: recordar lo que Dios hizo por su pueblo. Es exactamente por eso que quiere que recordemos 150 años de la misión adventista y de lo que él ha hecho por medio de muchos de ustedes en todo el planeta”.
Recordemos para seguir avanzandoWilson, sin embargo, enfatizó que recordar lo que Dios ha hecho no es un fin en sí mismo. “Por mucho que disfrutamos de repasar la historia, Dios quiere que miremos hacia el futuro, a lo que él hará por su iglesia remanente en todo el mundo en cada iglesia y comunidad locales, mientras aguardamos el pronto regreso de Cristo”, expresó.
En consecuencia, Wilson enfatizó que cada uno de nosotros debería ser como los espías fieles descritos en Números 13, quienes le dijeron al pueblo de Israel que, con el poder de Dios, podrían hacer frente a todos los desafíos. “Por ello, ¿qué clase de informe llevarán de regreso de este Simposio en Misión Adventista y el 150° aniversario lleno de discursos, presentaciones e inspiración?”, preguntó Wilson mientras se dirigía a los participantes del simposio. “¿Llevarán un buen informe o un mal informe? ¿Verán las cosas tan solo desde una perspectiva histórica, o verán las cosas desde el cuadro completo de la escatología y el marco del tiempo del fin?”
El complejo de la langosta
Wilson llamó a cada líder, miembro e invitado a evitar “el complejo de la langosta”, esos sentimientos de incapacidad que los espías infieles de Números 13 expresaron al enfrentar los desafíos abrumadores de conquistar Canaán. “No somos langostas; ¡somos adventistas del séptimo día!”, expresó. “En el hito del 150 aniversario hoy, tomemos la determinación, con la gracia y el poder de Dios, de jamás asumir el ‘complejo de la langosta’ ahora que enfrentamos el clamor final y el progreso de la misión antes del pronto regreso de Cristo”.
Wilson llamó entonces a cada joven para que participe en la misión y, evitando el complejo de la langosta, esté listo para compartir lo que significa ser adventista del séptimo día, sin dejar de enfatizar las creencias distintivas de la iglesia. Entre otras verdades basadas en la Biblia, hizo un llamado a todos para que defiendan las enseñanzas que incluye nuestro nombre, lo que incluye el sábado (“el séptimo día de reposo”) y la segunda venida de Cristo (“adventista”). “Nuestro mensaje poderoso y proveniente del cielo es una proclamación de esperanza”, recordó Wilson a su audiencia.
Un buen informe
“¿Qué clase de informe llevarán de regreso de este simposio?” preguntó Wilson otra vez al final de su mensaje. “¿Un mensaje de ir para atrás, alejándonos del mensaje distintivo y la misión de la Iglesia Adventista? ¿O nos encolumnaremos bajo la conducción divina y le pediremos que nos lleve a la Tierra Prometida con logros aún mayores en la misión adventista en todo el mundo, mientras nos preparamos para el regreso de Cristo?”
Wilson terminó con un llamado. “Demos un buen informe de participación completa en la misión: ¡Jesús viene pronto!”
Traducción de Marcos Paseggi