Vincent Hsu, de AdventHealth, subraya la importancia de la vigilancia.

16 de enero de 2025 | Florida, Estados Unidos | Lauren Williams, AdventHealth News

Las menciones solo esporádicas en las noticias, apenas unas semanas atrás, respecto a la gripe aviar H5N1, se han convertido en lo que pareciera un aluvión de titulares en un día cualquiera.

Las autoridades sanitarias informaron el lunes que falleció un residente de Luisiana que había sido hospitalizado con H5N1, marcando con ello la primera defunción por causa de esta enfermedad.

Muchos ven la gripe aviar como una amenaza en ciernes a la salud pública, siendo que se han diagnosticado ya 66 casos en seres humanos durante los pasados10meses.

Vincent Hsu, un especialista en enfermedades infecciosas y responsable de control de infecciones, de AdventHealth, percibe este brote como una oportunidad para aplicar el conocimiento existente en cuanto a la influenza —particularmente en lo que se refiere a las lecciones aprendidas a partir de la pandemia de COVID-19.

“Mientras haya interacciones entre los seres humanos y los animales, va a haber siempre la posibilidad de que los virus en circulación se reordenen y causen mutaciones”, dijo el especialista Hsu.

Los virus gripales se transmiten usualmente a través de gotitas; ya sea de persona a persona, o de animal a ser humano. Pero, cuando las condiciones preparan el escenario para que ocurra la mutación, los virus anteriormente transmitidos entre animales y luego de animales a seres humanos, pueden encontrar una ruta de humano a humano.

“Si se dan las condiciones apropiadas para que puedan mezclarse diferentes virus gripales, la preocupación es que eso sea el catalizador que convierta la infección humana en algo mucho más serio y potencialmente transmisible de persona a persona”, dijo el especialista Hsu.

Aunque apenas recientemente se informó acerca del primer caso severo de este virus, la gripe aviar ha estado difundiéndose mundialmente en aves silvestres desde la década de 1990.

Durante el año pasado, varias docenas de casos informados en 10 estados han suscitado preocupación sobre una potencial mutación de cepa, de alto riesgo para personas tales como trabajadores del campo.

El 18 de septiembre, funcionarios en California declararon estado de emergencia después de detectarse algunos casos en vacas lecheras en granjas del sur de California, señalando con ello la necesidad de un enfoque estatal a fin de mitigar el esparcimiento del virus.

Nacionalmente, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos emitió la orden federal de analizar la leche en toda la nación; y la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos inició el muestreo nacional de queso curado de leche cruda de vaca.

“El asunto más importante es tratar de identificar y controlar la propagación lo antes posible, antes de que se generalice su difusión”, dijo el especialista Hsu. “No hemos tenido ninguna evidencia de que esta cepa en particular haya pasado de persona a persona; pero eso podría cambiar y allí es donde tenemos que ser muy cuidadosos”.

El diagnóstico de las infecciones de gripe aviar es un proceso que requiere múltiples pasos. Las pruebas iniciales se pueden llevar a cabo rápidamente en hospitales o laboratorios comerciales; pero se requiere que pruebas de laboratorio especializadas, generalmente en laboratorios de salud pública del estado o de los Centros para el Control y Prevención de las Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), hagan la confirmación.

Los expertos están instando a los granjeros que informen a sus proveedores de servicios de salud si se enferman, a fin de que cualquier actividad inusual pueda ser identificada..

El especialista Hsu dijo que, siendo que es bajo el riesgo de que el público en general contraiga la gripe aviar, no hay una necesidad de prevención extraordinaria de enfermedad respiratoria; pero deben aplicarse los métodos usuales de prevención básica.

De la misma manera que con otros virus respiratorios, que hacen su aparición este invierno, puede reducirse la transmisión a través de la vacunación contra la influenza, el frecuente lavado de las manos, cubrirse la tos y los estornudos, quedándose en casa al sentirse enfermo y portando una máscara en público cuando no se puede evitar el salir fuera de casa.

“Los departamentos de salud pública y de los CDC están observando de cerca a las personas que trabajan en la industria ganadera para ver cuán serias son las enfermedades y para observar cualquier cambio en cuanto a cuán severa puede ser la enfermedad o si se podría transmitir”, dijo el especialista Hsu.

Aunque se han usado vacunas específicas H5 para vacunar animales, todavía no se ha autorizado ninguna para seres humanos.

Parte del desafío es poder predecir qué cepa del virus tiene las mayores posibilidades de difundirse fácilmente y causar enfermedad severa entre las personas.

La buena nueva, según el especialista Hsu, es que la influenza no es un virus nuevo; y los científicos están trabajando con ayuda del cúmulo de conocimientos adquiridos por años de actividad de la influenza, así como a partir de la pandemia de COVID-19.

“El hecho de que este es un virus conocido, es buena noticia, porque ya tenemos listas algunas herramientas a nuestro alcance para prepararnos, a diferencia de que se tratara de algo completamente desconocido”, agregó. Una de esas herramientas es Tamiflu, un recurso antiviral común para tratar la gripe de temporada, que es también eficaz en contra del virus de gripe o influenza H5”.

“Esto es algo que no se va a ir”, dijo el especialista Hsu. “Creo que el virus H5, siendo que prevalece tanto dentro de la población animal, va a estar siempre allí. Pero lo que puede hacer la diferencia son las acciones preventivas que tomamos cada día para protegernos a nosotros mismos y a otros”.

La versión original de esta historia la publicó AdventHealth en susitio de noticias.

Traducción – Gloria A. Castrejón

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