Más de 350 jóvenes adventistas del séptimo día pasan todo un mes de vacaciones en misión.

24 de abril de 2025 | Ciudad de Panamá, Panamá | Johana García y Noticias de la División Interamericana

Durante más de un mes, 300 jóvenes adventistas del séptimo día en Panamá dedicaron sus vacaciones recientes para servir a Dios y transformar comunidades por medio del Proyecto Misionero de Identidad Jabes, organizado por la Unión Panameña. Del 17 de enero al 22 de febrero de 2025, el Proyecto de Identidad Jabes desplegó a sus voluntarios en varios lugares de la Asociación Central Panameña. Divididos en 16 grupos, los jóvenes llegaron de varias provincias a la región occidental del país, donde permanecieron durante 35 días mientras predicaban el evangelio y servían a la comunidad.

La iniciativa Identidad Jabes, fundada por el actual director de jóvenes de la Unión Panameña, el pastor Misael González, llevó a los jóvenes a realizar actividades de evangelismo, formar grupos pequeños, organizar reuniones de estudios bíblicos y participar en iniciativas comunitarias, informaron los líderes regionales de la iglesia.

Un grupo de la ciudad de Panamá, Panamá, hace una pausa para una fotografía mientras sirve en el Proyecto de Identidad Jabes del 17 al 22 de febrero de 2025, dedicando su tiempo de vacaciones a liderar los esfuerzos de evangelismo. [Fotografía: Unión Panameña]

“Identidad Jabes no solo destaca la importancia de la fe, sino también el poder de la perseverancia y el amor en acción”, dijo el pastor González, haciendo referencia a la oración de Jabes registrada en la Biblia en 1 Crónicas 4:9-10 como inspiración para la iniciativa. “Mediante su dedicación, esos jóvenes han demostrado que el evangelismo puede tener un impacto profundo y positivo, mucho más allá de cualquier obstáculo”, agregó González, que fundó y lidera el proyecto desde 2018.

Ante obstáculos fuertes, una fe más fuerte

Aunque el entusiasmo marcó el inicio de la iniciativa, varios grupos se enfrentaron a desafíos inesperados. Uno de ellos ocurrió en La Floresta, Vacamonte, donde los vecinos inicialmente vieron con recelo la presencia de jóvenes, e incluso los denunciaron ante las autoridades por temor a que fueran personas peligrosas. Luego del desaliento inicial, Yorlenis Córdoba, la capitana del grupo asignada a La Floresta, los animó a no rendirse. “La misión no es el resultado de las circunstancias”, les dijo. “Es un llamado divino, y estamos llamados a perseverar en la fe”.

Córdoba explicó que ante semejante obstáculo, el grupo decidió que en lugar de solo predicar con palabras, predicarían con acciones. “Limpiamos las calles, pintamos las bancas de los parques, lavamos los autos, recogimos la basura. Así es como nos ganamos la confianza de ellos”, informó.

Los jóvenes participantes del Proyecto Identidad Jabes comparten el evangelio durante una reciente reunión nocturna de grupos pequeños en Panamá occidental. [Fotografía: Unión Panameña]

Ese enfoque práctico y desinteresado llevó a que las personas comenzaran a abrir las puertas a los jóvenes misioneros, permitiéndoles orar y compartir un mensaje bíblico con ellos. “El cambio fue tan significativo que, al final del proyecto, la comunidad les otorgó un certificado de agradecimiento por contribuir a su bienestar”, informaron los líderes de la iniciativa.

En total, al final del proyecto, los líderes de la iniciativa informaron que los jóvenes hicieron 2570 contactos misioneros, dieron 1450 estudios bíblicos y realizaron 16 campañas simultáneas de evangelización que llevaron a 205 bautismos.

“Me llena de profunda gratitud y satisfacción reconocer el compromiso y la dedicación de nuestros jóvenes misioneros, quienes, año tras año, participan en el proyecto Identidad Jabes”, dijo el pastor González. “Su incansable trabajo de evangelización no solo ha fortalecido su propia fe, sino que también ha sido crucial en la difusión del evangelio y la transformación de incontables vidas”.

Testimonios de los participantes

Córdoba dijo que Jabes le enseñó a ser más paciente, a escuchar, a valorar el trabajo en equipo y a ser humilde. “Aprendí a administrar mi tiempo, a celebrar los cultos matutinos y a dar estudios bíblicos. Todo eso es útil no solo en la iglesia, sino también en mi vida personal”, contó. Concluyó con un consejo para quienes estén considerando participar. “La clave no es predicar tanto con lo que dices sino con lo que haces. Eso abre más puertas que cualquier sermón”, dijo Córdoba.

El pastor Misael González se dirige al grupo de jóvenes de Identidad Jabes durante un reciente culto de sábado. [Fotografía: Unión Panameña]

Dylan García, de 19 años, también compartió su experiencia. “Este fue mi segundo año en Jabes. Al principio, me uní para cumplir con un requisito de camporee de dar estudios bíblicos, pero descubrí que esto va mucho más allá. Aprendí a defender mi fe, no solo a repetir lo que me enseñaron, sino a investigar por mí mismo por qué creo lo que creo”, dijo.

Para la estudiante universitaria Naydelin González, de 20 años, trabajar en un proyecto como Jabes fue bastante sacrificado. “Te enfrentas a muchos desafíos, pero Dios nunca me ha abandonado”, dijo. “Para mí, Jabes es como mi tiempo de gratitud a Dios por su bondad en mi vida. Le di de mi tiempo para ayudar a los demás y acercarme a él, porque cada año aprendo cosas nuevas que me ayudan a convertirme en ser humano, líder y futura profesional completa”.

Otro participante, que no dio su nombre, explicó que la iniciativa incluyó caminatas extensas y sacrificios diarios. Pero todo se vio recompensado, enfatizó. “Convivir con diferentes personas, con diferentes características, personajes, personalidades, y ser encima líder de grupo fue un desafío, pero aprendí mucho de todos ellos”, expresó. “Tres meses después de que nos fuimos, una persona que había estado estudiando la Biblia conmigo falleció. Me di cuenta de que fue su última oportunidad de aceptar a Jesús en el corazón, así que no quiero perderme ni una sola oportunidad de compartir el evangelio”.

Varios miembros del Proyecto Identidad Jabes de este año se reúnen para una fotografía grupal la última noche de su iniciativa de evangelismo de vacaciones. [Fotografía: Unión Panameña]

Para edificar los líderes del mañana

El pastor González dijo que es consciente de que tomar la decisión de ser parte de Jabes Identity no es tarea fácil, sobre todo para aquellos jóvenes que aún están en la adolescencia y enfrentan sus propias situaciones personales. “Dejar la comodidad de sus hogares y la atención de sus padres para mudarse a lugares desconocidos representa un gran desafío”, reconoció. “Sin embargo, esos jóvenes siempre demuestran un valor y una dedicación ejemplares, superando obstáculos y poniendo su fe en acción”.

Según el pastor González, entre los participantes desde 2018, más de diez han sentido un llamado divino al ministerio y ahora están a punto de terminar sus estudios teológicos. “Esos jóvenes, inspirados por su experiencia en Identidad Jabes, han decidido consagrar sus vidas al ministerio, lo que demuestra el profundo impacto que la iniciativa tiene en la formación de futuros líderes en nuestra iglesia”, dijo González. Pero además de eso, añadió, “mi esperanza es que el proyecto Identidad Jabes pueda seguir llegando a muchos más corazones para traerlos a Cristo”.

Traducción de Marcos Paseggi

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