El pastor Pedro Iglesias, director de ministerios de familia, y su esposa Cecilia, directora asociada de ministerios familia en la División Interamericana, oran durante una sesión de la Semana de Oración anual de la División Interamericana, celebrada del 23 al 28 de junio de 2025. [Fotografía: Libna Stevens/DIA]
1 de julio de 2025 | Miami, Florida, Estados Unidos | Libna Stevens, Noticias de la División Interamericana
La oración, la adoración y la renovación espiritual ocuparon un lugar central en momentos en que los líderes y el personal de la sede central de la División Interamericana participaron en la Semana de Oración anual del 23 al 28 de junio de 2025.
Decenas de líderes y personal de la sede central en Miami, Florida, y otros que se conectaron en línea, se tomaron un tiempo para reflexionar sobre la importancia de confiar en Dios en momentos de angustia e incertidumbre, especialmente mientras continúan apoyando la misión de la iglesia en las 25 regiones principales del territorio.
Los líderes y el personal de la División Interamericana escuchan el segmento de adoración matutino durante la Semana de Oración de este año en la sede central de la División Interamericana. [Fotografía: Libna Stevens/DIA]
“Esta semana tratamos de reunirnos con el corazón abierto para encontrarnos con Dios, en la quietud de la soledad, en las profundidades de la lucha y en los momentos de desengaño”, dijo el pastor Josney Rodríguez, secretario ministerial de la División Interamericana y organizador de la Semana de Énfasis Espiritual. “Fue un momento perfecto para reconocer la soberanía de Dios y volver a consagrarnos a él y a su causa”.
Servicio, fuerza y renovación espiritual
El orador principal, el pastor Pierre Omeler, vicepresidente general de la Asociación General, recordó a los líderes que el servicio no es una debilidad, sino una fortaleza divina. “El servicio cristiano es la receta de Dios para la verdadera felicidad”, dijo. “No importa la manera en que Dios nos llame a servir, él también nos ungirá. Eso significa ser apartado, consagrado para el uso divino”.
A lo largo de la semana, Omeler abordó la realidad del desánimo e incluso la depresión que puede afectar a los líderes y a los obreros de la iglesia. “Hay fatiga en el ministerio. No podemos ignorarlo”, dijo. “Los líderes tienen que cuidar de su cuerpo, de sus familias y de su vida espiritual. No se puede ser un sacrificio vivo si descuidamos nuestro bienestar físico, emocional y moral”.
El pastor Pierre Omeler, vicepresidente general de la Asociación General, fue el orador principal durante la Semana de Oración anual de este año. [Fotografía: Libna Stevens/DIA]
Además, Omeler llamó a los líderes a que confíen en Dios de todo corazón y a que sean como árboles plantados junto a corrientes de agua. “Nuestra vida florece cuando está anclada en el amor eterno de Dios, un amor que nos nutre, nos sostiene y nos llama a seguir adelante.
Confiar en Dios en los momentos cotidianos
Para Keila Trejo, asistente profesional de la División Interamericana, la experiencia fue un recordatorio oportuno de la presencia de Dios en medio de las tormentas de la vida. “Fue una invitación a hacer una pausa en medio de mi apretada agenda y sacar fuerzas de mi conexión con Dios para enfrentar los desafíos que se me presenten”, dijo.
Trejo compartió que la semana despertó en ella dos convicciones personales: “Pasar menos tiempo frente a las pantallas y más tiempo conectándome intencionalmente con quienes me rodean, y confiar en Dios de manera constante, no solo en las grandes decisiones, sino en las luchas cotidianas. La verdadera fuerza solo proviene de él”.
Los gemelos Alessandro y Antonella Barboza, hijos de personal de la División Interamericana, presentan un número musical especial el sábado 28 de junio de 2025. [Fotografía: Libna Stevens/IAD\
Cargar un propósito especial
Lo que más le llamó la atención fueron las poderosas imágenes utilizadas durante toda la semana. “Somos como árboles plantados con un propósito específico: cada uno de nosotros tiene un lugar en la viña del Señor”, dijo Ferreyra. “Todos somos importantes y estamos llamados a dar nuestro mejor fruto en todo lo que hacemos”.
El enfoque de la semana no fue solo en el ministerio externo, sino también en la renovación personal y espiritual. Incluso mientras se hace un buen trabajo, sin una reconexión diaria con Dios, uno puede volverse espiritualmente seco, dijo Omeler. “Si no pasamos por el proceso de renovación de la mente, nos encontraremos físicamente vacíos”. Ilustró el punto diciendo: “Si dejamos un vaso de agua intacto durante seis a diez días, comenzará a acumular impurezas y terminará evaporándose. De la misma manera, si no hacemos nada para alimentar nuestra vida espiritual, nos evaporaremos espiritualmente. Quedaremos vacíos”.
El presidente de la División Interamericana, el pastor Elie Henry, junto con su esposa Ketlie, comparte lo oportunos e impactantes que fueron los mensajes de la Semana de Oración. [Fotografía: Libna Stevens/DIA]
Basado en la comunión y moviéndose con propósito
El presidente de la División Interamericana, el pastor Elie Henry, describió la semana como una pausa necesaria y un encuentro divino. “Antes de ir a la misión, necesitamos encontrarnos con el Maestro”, dijo. “Sin comunión, no entenderemos por qué estamos en movimiento. Esta semana nos devolvió esa perspectiva”.
El énfasis de la semana en la comunión con Dios, el descanso espiritual y el liderazgo de servicio se alineó con el enfoque estratégico de la División Interamericana para el próximo quinquenio.
“Sigamos predicando, enseñando, sirviendo e intencionalmente estando en comunión con Dios”, dijo el pastor Henry.
Los líderes y el personal de la División Interamericana participan en una Fiesta Ágape en la sede central de la División Interamericana el 27 de junio de 2025, como parte de las actividades de la Semana de Oración. [Fotografía: Keila Trejo/DIA]
“Somos peregrinos. Este mundo no es nuestro hogar”, concluyó Omeler. “Pero hasta que Jesús venga, que seamos hallados fieles, de todo corazón, humildes y llenos de esperanza”.
La División Interamericana supervisa la obra de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en 25 uniones, que comprenden más de 3,7 millones de miembros en México, Centroamérica, el Caribe, las Antillas Francesas, Colombia, Venezuela, Guayana Francesa, Surinam y Guyana.
Traducción de Marcos Paseggi