El verdadero centro de poder

En el salón 120 del Complejo de Convenciones America’s Center, se mueve una quieta energía. Aproximadamente unas 1,000 personas acuden juntas diariamente, no para debatir mociones o emitir votos, sino para buscar la orientación divina a través de la oración.

Bajo la coordinación de la Asociación Ministerial de la Asociación General y como parte de la iniciativa Reavivamiento y Reforma, estas sesiones de oración proveen una oportunidad para la reflexión y la intercesión. Las puertas están abiertas para todos y dentro se provee un espacio para que los asistentes oren por los asuntos de negocios de la iglesia, la obra de Espíritu Santo y las cargas personales que llevan consigo.

Pastor Don MacLafferty dirige una sesión de oración. (Imagen: Mark Froelich)

Estas reuniones son significativas y se están tomando decisiones para el futuro de nuestra Iglesia. “Creemos que es necesario que el Espíritu Santo guíe esas decisiones”, dijo Melody Mason, quien forma parte de los coordinadores. “Por supuesto, tenemos dirigentes consagrados que están orando; pero creo que nosotros actuamos como Aarón y Hur entre bambalinas, sosteniendo los brazos de Moisés. Estamos aquí para sostener los brazos de nuestros dirigentes, orar porque el Espíritu Santo sea derramado en cada aspecto de la sesión; ya se trate de servicios de adoración, las agendas, las reuniones de la junta, los nombramientos —aquí estamos para orar”.

Y no solamente los delegados y miembros de la familia están aprovechando la oportunidad en la sala de oración. Empleados del centro de convenciones y personas que pasan por la calle se sienten también cómodos de unirse a las sesiones de oración, dijo la coordinadora Mason. “Nos han dicho, ‘este es mi lugar favorito para visitar durante mi descanso’ y están orando con nosotros”.

La sala de oración está abierta de 9:00 a.m. a 6:00 p.m. y el programa diario se inicia con un tiempo se reavivamiento cuando los presentes se unen en adoración y alabanza. En seguida se presenta un estudio sobre Elías, durante el cual se aprenden lecciones de su vida en cuanto a cómo ser los “Elías” de Dios en los últimos días —con llamado al reavivamiento y la reforma. El pastor Don MacLafferty ha estado dirigiendo estas sesiones intercalando el estudio de la Palabra con la oración.

La sala 120 permanece abierta durante todo el día para oración y meditación personal.

Karilyn Suvankham señala ciudades en un mapa de oración. (Imagen: Josef Kissinger)

Otras oportunidades

La sala de oración no es el único lugar en donde las personas pueden explorar este poder. Varios ministerios en la sala de exhibiciones están ofreciendo espacios únicos para la oración y meditación.

Un lugar especial es un quieto rincón en el puesto de exhibición de Ministerio de la Familia de la Asociación General, cubierto de coloridas notas Post-it con solicitudes específicas de oración. Refiriéndose a su Parada de Descanso para Orar, Dawn Venn, asistente editorial sénior de Ministerio de la Familia, dijo: “La gente hace aquí una pausa por algún tiempo y simplemente ora en favor de las solicitudes que ve aquí —las personas, los países. Entonces se van y traen consigo de vuelta a miembros de su familia o amigos para que experimenten esto”.

Otros están adoptando esta idea de una pared de oración como un ministerio de sus propias iglesias. “Es una forma fácil de involucrar a la comunidad y a la iglesia a través de la oración. Los visitantes pueden tomar una foto de las solicitudes de oración colocadas ahí y llevarlas a casa para orar por ello”, dijo Daniel Taipe, un consultor creativo que trabaja en Ministerio de la Familia. “Las personas están reconociendo nombres y solicitudes de oración de amigos y prometiendo orar por ellos. Es una sencilla actividad para conectar a los miembros unos con otros”.

Un grupo se reúne para orar en torno al árbol de Espíritu de Meditación.

Y mientras que hay oportunidades para elevar en oración solicitudes personales específicas, algunos puestos de exhibición, tales como Misión en las Ciudades y Asociación Ministerial, enfatizan las grandes ciudades seculares y pequeñas poblaciones como necesidades de oración. En la exhibición de Misión Global, Karilyn Suvankham, especialista en comunicación, en el Departamento de Misión Adventista de la Asociación General, dio a conocer la forma como las personas pueden usar el mapa de oración de Misión en las Ciudades, que presenta a más de 580 ciudades de un millón o más de personas, para orar específicamente por personas aún no alcanzadas con el evangelio en esas regiones del mundo.

Y todavía en otro lugar, un Árbol de Espíritu de Meditación se encuentra en el centro de la exhibición del sistema de atención a la salud de la División Norteamericana, una declaración del poder unificador de conexión espiritual con lo divino, que trasciende las fronteras culturales.

Ya sea susurrada en la Sala 120, escrita en una nota Post-it, o elevada silenciosamente frente a un mapa de ciudades, cada petición es un recordatorio de que la oración es el latido del corazón de la iglesia.

Beth Thomas es editora asistente de Adventist Review

Traducción – Gloria A. Castrejón