A continuación se presenta el informe quinquenal del presidente de la División Interamericana durante el 62° Congreso de la Asociación General. Durante la sesión vespertina del 10 de julio se presentó un reporte en video basado en este informe.
10 de julio de 2025 | Miami, Florida, Estados Unidos | Elie Henry, Noticias de la División Interamericana y Adventist Review
Cada respiración que damos es evidencia de que nuestro Creador hace provisión para que podamos vivir. Y vivir no es solo respirar, sino experimentar el compañerismo, disfrutar, regocijarse y estar agradecido.
Vivir la Misión es un concepto que adquiere un significado mucho más amplio. Ya no se trata solo de hacer o sentir, sino de integrar la voluntad de Dios a nuestra vida cotidiana. Cada estrategia, evento, esfuerzo e iniciativa en el territorio de la División Interamericana cobra más sentido cuando vivimos la misión.
Cientos de personas fueron bautizadas el 26 de abril de 2025 en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, como parte de los esfuerzos de evangelización que dieron la bienvenida a más de 23 mil nuevos miembros de enero a abril en toda la Unión Mexicana de Chiapas. Las 25 uniones de la División Interamericana también se unieron en una campaña sin precedentes. [Fotografía: Daniel Gallardo/DIA]
Los miembros de iglesia en nuestras 25 uniones, habiendo respondido al llamado “I Will Go” (“Yo iré”), viajan desde edificios imponentes hasta los lugares más remotos para servir a los demás con amor. Están comprometidos a enseñar y compartir las buenas nuevas de la salvación, siempre esforzándose por reflejar el carácter de Cristo y hacer realidad la promesa de Joel 2:28: “Después de esto, derramaré mi Espíritu sobre todo ser humano.
Los hijos y las hijas de ustedes profetizarán” (NVI).
Al vivir la misión en el hermoso territorio de Interamérica, somos testigos de cómo el Señor ha bendecido a su iglesia. Hoy alabamos su nombre por el crecimiento, no solo en números, sino en vidas transformadas.
Actualmente, la División Interamericana cuenta con 157 campos locales, organizados en más de 25 mil iglesias y grupos, con un total de 3,7 millones de miembros. Este crecimiento es el resultado de la obra unida de pastores, laicos y aquellos que trabajan en instituciones y otros ministerios mientras responden con pasión al llamado de Dios.
[Imagen: División Interamericana]
La actual situación mundial, con sus tensiones políticas y económicas, no ha detenido la fidelidad de nuestros hermanos y hermanas de Interamérica. A través de ellos, Dios realiza un milagro semanal de generosidad, permitiendo que la iglesia se convierta en un poderoso instrumento para bendecir al mundo.
Vemos el amor y el compromiso con el que los miembros de la iglesia expresan su completa confianza en el proveedor divino al devolver sus diezmos y ofrendas. Este es un reflejo tangible de una comunidad de fe que no solo proclama el mensaje, sino que vive activamente la misión.
Desde los confines del norte de América del Sur, en países como Colombia, Venezuela, Guyana, Surinam y la Guayana Francesa, hasta América Central, México y las hermosas islas del Caribe, hombres y mujeres han respondido al llamado “Yo iré”, viviendo la misión con profundo compromiso y amor.
Los líderes de adoración comienzan la celebración de evangelismo “Toda la Familia en Misión” en la iglesia adventista de Portmore en Portmore, St. Catherine, Jamaica el 28 de septiembre de 2024. El evento, transmitido en vivo y dirigido por la División Interamericana, contó con cientos de bautismos en Jamaica y otras partes del territorio gracias a los esfuerzos dedicados de los miembros de la iglesia que han difundido el evangelio en sus comunidades durante ese año. [Fotografía: Libna Stevens/DIA]
Este compromiso ha quedado claramente demostrado a medida que más miembros de iglesia y familias han adoptado el evangelismo personal y público en todos los niveles de la iglesia. Cada departamento y ministerio se ha unido bajo la iniciativa Toda la Familia en Misión, trabajando juntos para compartir el evangelio e involucrar a otros en la misión.
Gracias a la notable participación en este movimiento, más de un millón de laicos han prestado servicios como instructores bíblicos, más de 250 mil familias han testificado a por lo menos otra familia, y 100 mil grupos pequeños han participado en la obra de evangelización. Miles más han contribuido a proyectos comunitarios, establecimiento de iglesias y esfuerzos sostenidos del ministerio de salud.
Estas iniciativas, llevadas a cabo durante los dos últimos años, han culminado en importantes campañas de cosecha, incluidas ceremonias bautismales coordinadas en todo el territorio. Más de 800 mil nuevos miembros se han unido a la Iglesia Adventista del Séptimo Día en la División Interamericana durante el período 2020-2025.
Desde su creación en 1922, la División Interamericana ha sido impulsada por un objetivo claro: ver que los miembros de la iglesia viven de manera activa la misión que Dios nos ha confiado. Este llamado está entretejido en el tejido mismo de lo que somos, como el aire que respiramos en los 42 países que forman nuestro mosaico de culturas dinámicas, de rápido crecimiento y profundamente conectadas. Lo que nos une es una vocación colectiva: compartir el amor de Jesús y la esperanza de su pronto regreso.
Los creyentes se reúnen en una iglesia adventista de madera mientras Misael Artunduaga dirige un estudio bíblico. [Fotografía: Libna Stevens/DIA]
En las regiones más remotas de nuestro territorio, como las llanuras orientales del sur de Colombia, donde los caminos de tierra conducen a decenas de comunidades indígenas, Misael Artunduaga, instructor bíblico laico, ha estado viviendo la misión escuchándolos, conectándose y formando amistades con ellos. Misael conoció al líder de una de las comunidades indígenas y le regaló una Biblia, que pronto se convirtió en un estudio de la Palabra de Dios.
Viaja en su motocicleta dos, tres y a veces 13 horas a las muchas comunidades remotas, socializando e integrándose en su cultura, pescando con ellos, plantando yuca en sus pequeños jardines y contándoles sobre Jesús mientras vive en sus comunidades durante semanas. Misael considera que su trabajo con las comunidades indígenas es una de las experiencias más significativas y satisfactorias de su vida. Para él, vivir la misión significa involucrarse con estos hermanos indígenas, pasar tiempo con ellos, prepararlos para la segunda venida de Jesús.
Gracias a la iniciativa de Misael, el evangelio ha llegado a 11 de las 67 comunidades indígenas de la región, y cerca de 700 personas han sido bautizadas allí. La iglesia ahora ha nombrado a un pastor local para ayudar a ministrar a las nuevas congregaciones formadas en la región.
El instructor bíblico laico Misael Artunduaga con una de las 11 comunidades étnicas en las llanuras orientales del sur de Colombia a las que también ha estado ministrando con el evangelio durante seis años. [Fotografía: Libna Stevens/DIA]
Roger Alleyne, un evangelista laico nacido y criado en la isla de Tobago, encontró un propósito claro al vivir la misión cuando era joven después de experimentar la alegría de una vida transformada en Cristo. Dejó sus caminos impíos después de escuchar a su abuela, quien lo crio, instándolo a ir a la iglesia, a cualquier iglesia. Roger se encontró con una iglesia adventista, y fue allí donde comprendió de la segunda venida de Cristo y sintió un profundo compromiso de compartir esas buenas nuevas con todos los que lo rodeaban.
Al darse cuenta de que tenía un claro llamado de Dios y al desear prepararse mejor como evangelista laico, Roger decidió estudiar teología mientras continuaba trabajando como técnico en una compañía eléctrica. Mientras visita hogares para su trabajo, encuentra personas que buscan la verdad, que anhelan algo que los satisfaga.
Roger ha aprovechado cada oportunidad para compartir esperanza. Gracias a su amor por Cristo, ha llevado a cabo decenas de campañas de evangelización en todo el Caribe y otras partes de la División Interamericana, lo que ha hecho que más de 600 personas hayan entregado sus vidas a Cristo.
El evangelista laico Roger Alleyne hace un llamado al altar durante el final de un mensaje de campaña de evangelización en la iglesia adventista Good News en Scarborough, Tobago, el 15 de marzo de 2025. [Fotografía: Libna Stevens/DIA]
Al otro lado del Mar Caribe, en la Ciudad de Panamá, Panamá, se encuentra Jonathan Pacheco, un radiólogo que se crio en la Iglesia Adventista pero que por un tiempo la abandonó. Algún tiempo después, él y su familia comenzaron a asistir a la iglesia esporádicamente y pasaron por una dolorosa crisis matrimonial durante ese período.
Todo cambió cuando un amigo los invitó a una nueva iglesia misionera urbana llamada Conexión 7. Él y su esposa sintieron la calidez de los miembros y les encantó la visión de presentar el evangelio de una manera diferente e innovadora y decidieron ser parte de él.
Poco después, Jonathan y su familia convirtieron su hogar en un espacio para el discipulado, donde la misión se vive a través de conversaciones, risas, actividades sociales, estudio de la Biblia y mucha oración.
Jonathan Pacheco dirige una lección de estudio bíblico en la iglesia misionera urbana Conexión 7 en la ciudad de Panamá, Panamá, el 22 de marzo de 2025. [Fotografía: Libna Stevens/DIA]
Para Jonathan y su familia, vivir la misión significa que otros pueden aprender por medio de él y su familia qué es realmente el amor de Dios.
Ayuda a las comunidades vulnerables
En la ciudad de Tapachula, en Chiapas, México, por donde miles de migrantes pasan enfrentando la incertidumbre, el peligro y el dolor, Tanya López, una joven médica, ha estado compartiendo compasión y servicio a través de un proyecto de ADRA México durante tres años. Su travesía en busca de cómo vivir la misión comenzó después de que un colega médico la invitara a un grupo pequeño de jóvenes en Guadalajara, en el norte de México.
El grupo pequeño se reúne el 21 de marzo en el patio trasero de la casa de Jonathan y Tatiana Pacheco para confraternizar, estudiar la Biblia y orar, como parte de la obra misionera continua en el contexto urbano de Ciudad de Panamá, Panamá. [Fotografía: Equipo de Comunicación de la DIA]
Allí, en medio del servicio, no solo se involucró en la obra a través de ADRA, sino que también entregó su vida a Jesús. Tanya ha visto llegar a familias: niños, adolescentes que viajan solos, mujeres embarazadas, mujeres que han sufrido abusos durante su viaje, solo por ser migrantes.
La Dra. Tanya López sonríe mientras se relaciona con un niño durante una consulta médica en una clínica de ADRA en Tapachula, México, mostrando así su compromiso con el cuidado de las familias migrantes. [Fotografía: Comunicación de la DIA]
Para Tanya, vivir la misión significa responder al llamado de Jesús a servir a las personas y vivir con amor y compromiso. Cuando jóvenes profesionales como Tanya integran su vocación con un llamado espiritual, la misión se mantiene viva.
Cada una de estas historias representa solo un vistazo de lo que los miembros del gran ejército de Dios de Interamérica están haciendo, comprometiéndose profundamente y siendo utilizados como instrumentos valiosos en las manos del Señor.
La Dra. Tanya López comparte un momento de juego con un niño pequeño durante una consulta médica en Tapachula, México. [Fotografía: Comunicación de la DIA]
Esa es la pasión de nuestros miembros mientras viven la misión, llenos de esperanza y compromiso incondicional.
Hay familias e individuos cuya fe activa los impulsa a comprometerse con la innovación y la creatividad, utilizando todos los medios disponibles a su disposición. Apoyan a instituciones como editoriales, hospitales, fábricas de alimentos saludables, el sistema educativo, la radio, la televisión y el evangelismo digital, llegando a más personas cada día.
Desde los cientos de ciclistas adventistas en Colombia que involucran a otros ciclistas y miembros de la comunidad mediante la iniciativa “Quiero vivir sano” hasta los muchos miembros de la iglesia en todo México que participan en caminatas y carreras de 5 kilómetros, el movimiento por una vida más saludable se hace más fuerte cada día. Esta misma pasión impulsa una red de fábricas de alimentos saludables que producen cientos de productos alimentarios saludables en toda la División Interamericana.
Un equipo de ciclistas adventistas recorrió Colombia del 11 al 15 de octubre de 2023, cubriendo 420 kilométros como parte de la iniciativa “Esperanza sobre ruedas”, compartiendo libros, agua y aliento. [Fotografía: Unión Colombiana del Sur]
Para fortalecer aún más este esfuerzo misionero en curso, la División Interamericana y sus 25 uniones se han comprometido con la iniciativa de Reenfoque Misionero de la iglesia en este trienio en colaboración con líderes de ocho divisiones de la iglesia mundial. Se han destinado recursos para apoyar a los obreros locales en el evangelismo, patrocinar parejas misioneras, financiar equipos de plantación de iglesias, construir iglesias, proporcionar Biblias y literatura, apoyar la infraestructura escolar y ofrecer estipendios estudiantiles y más.
Los administradores de la División Interamericana expresan su compromiso de financiar iniciativas de Reenfoque Misionero en todo el mundo durante el Festival de Reenfoque Misionero en la Universidad de Montemorelos en México, el 9 de noviembre de 2024, como parte de las reuniones de la Junta Directiva de Fin de Año. [Fotografía: Libna Stevens/DIA]
Abrazar la Gran Comisión
La División Interamericana abraza la identidad descrita en 1 Pedro 2:9: como un pueblo elegido, un sacerdocio real, una nación santa, la posesión especial de Dios llamada a declarar las alabanzas de Aquel que nos sacó de las tinieblas a su luz maravillosa. Ese llamado divino modela nuestra misión, que es la de reflejar la gloria de Dios, llegar a todos los rincones de nuestro territorio y guiar a otros a la luz de Cristo por medio de la educación, el servicio y la evangelización.
El tiempo apremia, y muchos aún no han oído hablar de Jesús. ¡Él quiere que se salven! Con gran humildad y profunda gratitud le ofrecemos nuestras alabanzas por invitarnos a ser parte de su misión.
Continuamos predicando esperanza, sirviendo con dedicación y educando con fe, manteniendo nuestros ojos en la cruz y nuestros corazones enfocados en la misión, hasta que Cristo regrese y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor.
¡Maranata!
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Traducción de Marcos Paseggi