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El pastor David Maldonado (derecha), presidente de la Asociación Mexicana del Golfo, sonríe mientras Soe Nay See, delegado de la Misión Ayeyarwady en la Unión Misión de Birmania en la División de Asia-Pacífico Sur, escribe un saludo y un versículo bíblico en su cuaderno. Maldonado había reservado el cuaderno durante más de un año para conectarse con delegados de todo el mundo durante el Congreso de la Asociación General en St. Louis, Missouri, Estados Unidos. [Fotografía: Daniel Gallardo/DIA]

Los delegados comparten mensajes, recolectan pines y ven la iglesia global con nuevos ojos.

15 de julio de 2025 | St. Louis, Missouri, Estados Unidos | Libna Stevens, Noticias de la División Interamericana

En el Congreso de la Asociación General de este año en St. Louis, una cosa quedó clara: ya fueran delegados o invitados, los asistentes no vinieron tan solo por compromisos administrativos y los cultos, sino para conectarse con otros.

Para muchos, fue una oportunidad de reavivar viejas amistades, hacerse de otras nuevas y compartir momentos significativos con otros creyentes de todo el mundo. Más allá de las conversaciones y los apretones de manos, el congreso fue una oportunidad única de experimentar cómo funciona una comunidad de fe global, y para explorar la vibrante Sala de Exposiciones llena de organizaciones eclesiásticas y ministerios de apoyo de todos los rincones del mundo.

Mensajes escritos a mano de la División de Asia-Pacífico Norte en el cuaderno de David Maldonado, durante el Congreso de la Asociación General. [Fotografía: cortesía de David Maldonado]

Un tiempo para conectarse

Para el pastor David Maldonado, el congreso no fue tan solo otro evento global, sino una oportunidad profundamente personal de captar algo duradero. Casi un año y medio antes de llegar a St. Louis, recibió un cuaderno encuadernado en cuero con el logotipo de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en relieve, e inmediatamente tuvo una idea. “Voy a usarlo para recoger un mensaje de cada país”, dijo, “como prueba tangible de que somos una gran familia en todo el mundo”.

Maldonado, presidente de la Asociación Mexicana del Golfo bajo la Unión Mexicana del Norte, ha servido a la iglesia de México durante décadas. Ese fue su cuarto Congreso de la Asociación General cada uno con un propósito único. “La primera vez, me dejé llevar, fue algo especial. La segunda vez, llevé a otros para que pudieran disfrutarlo; fui una especie de guía. La tercera vez, me dediqué a tomar fotos. Y para este”, dijo, “quería algo escrito a mano, algo humano, de la gente que conocí”.

Decenas de delegados llenaron el cuaderno de David Maldonado con versículos bíblicos favoritos y mensajes de saludo, que compartió en las redes sociales durante el Congreso de la Asociación General. [Fotografía: cortesía de David Maldonado]

Un cuaderno de las naciones

Armado con su cuaderno de notas, cuidadosamente dividido en 13 secciones para representar las 13 divisiones mundiales, Maldonado se acercó a los delegados en el piso principal y en la Sala de Exposiciones, invitándolos a escribir una nota, compartir un versículo favorito o dejar un saludo de su país. “No he tenido ningún obstáculo para comunicarme, sin importar el idioma que hablen”, dijo. “Excepto por un hermano de Rusia que no hablaba inglés ni ningún idioma que yo entendiera, pero aun así escribió algo. Eso me encantó”.

Se mostró profundamente conmovido por la respuesta de los delegados. En algunos grupos, dijo, “agarraban el cuaderno y empezaban a gritar: ‘¡Kenia! ¡Nigeria!’—para que la gente viniera a firmarlo. Me conmovió profundamente”.

Cada mensaje, dijo, fue una obra de arte. “Todos están escritos a mano de una manera única. Casi todo el mundo puede comunicarse de alguna manera, y eso lo ha hecho fácil y divertido”.

Maldonado quedó especialmente fascinado por la División de Asia-Pacífico Sur, que incluye a países como Filipinas, Corea y Japón. “Cada uno tenía un lenguaje y un mensaje completamente diferente. Sacaba Google Translate para leerlos”, dijo con una sonrisa.

Magda Salinas, quien trabaja en la División Interamericana, muestra algunos de los más de cincuenta pines que recolectó para su colega y entusiasta de los pines Liz Angulo en el Salón de Exhibiciones durante el Congreso de la Asociación General en St. Louis, Missouri. [Fotografía: Daniel Gallardo/DIA]

Pines con un propósito

Para Magda Salinas, quien trabaja en la División Interamericana, asistir al Congreso de la Asociación General por quinta vez significó más que simplemente reunirse con viejos amigos o presenciar cómo han crecido los ministerios.

Llegó por primera vez a St. Louis en el 2005. Desde entonces, ha experimentado las muchas alegrías que trae el Congreso de la Asociación General: mensajes edificantes, música poderosa, programas vibrantes y salones coloridos llenos de recuerdos y recursos misioneros. Pero esta vez, llegó con una misión más personal: conectarse de manera más intencional por medio de la Sala de Exposiciones.

Apasionada por el color y el diseño, Salinas disfruta en su tiempo libre de la pintura en acuarela, las letras y los bocetos. También es una entusiasta de los pines desde hace mucho tiempo, principalmente por asistir a los camporees de Conquistadores en las Divisiones Norteamericana e Interamericana, y esta vez estaba buscando calcomanías.

“Para mi sorpresa, descubrí que muchos puestos en realidad tenían pines”, dijo. “Durante los últimos diez años, he disfrutado mucho de este pasatiempo, o tal vez ministerio, no estoy seguro de cómo llamarlo, pero no imaginé que habría tantos aquí. Vine preparada para las calcomanías, pero cuando vi los pines, me emocioné y dije: ‘Esto es lo que quiero’”.

Algunos de los pines que Magda Salinas recogió en la Sala de Exposiciones durante el Congreso de la Asociación General todavía cuelgan de su cordón. [Fotografía: cortesía de Magda Salinas]

Pequeños símbolos, grandes mensajes

Al final de la semana, había recogido 52 pines. Pero para ella, no se trataba del número. “Cada pin representa una conversación”, dijo. “No puedes simplemente extender la mano y esperar hasta recibir una. Hablas con la gente, preguntas sobre el diseño y aprendes la historia detrás de él. Aprendes sobre el ministerio que representa. Cada uno lleva un mensaje”.

Uno de sus favoritos fue un pin de El Centinela, una revista misionera en español que leyó desde que era chica. “Me encantaban sus historias cuando era niña, así que ese pin me trajo muchos recuerdos”, expresó.

Ahora calcula que posee más de 250 pines. Y aunque tiene sus preferencias —“Me encantan más los más pequeños y en relieve que los grandes y llamativos”, dijo—, el significado más profundo detrás de cada uno es lo que hace que la experiencia sea tan significativa.

“Los pines pueden ser una herramienta para testificar”, añadió. “Al igual que las letras pueden compartir un mensaje de esperanza, los prendedores pueden señalar la pronta venida de Jesús”.

Algunos de los pines que Magda Salinas recolectó durante el Congreso de la Asociación General ahora están en un libro de coleccionista de pines que tiene en su casa. [Fotografía: cortesía de Magda Salinas]

De escéptica a narradora

Sonrió mientras mostraba uno de sus favoritos: un pin estilo placa del ministerio Jesús 101 que dice “¡Jesús gana!” En otro se lee: “Dios te ama”. Otro más del Congreso de la Asociación General simplemente dice: “Jesús vendrá otra vez”. “Son recordatorios poderosos para mí”, dijo, “pero también son excelentes para iniciar conversaciones con personas que aún no conocen a Jesús”.

Salinas admite que no siempre estuvo interesada en eventos como el Congreso de la Asociación General. “Hace veinticinco años, mi hermana me invitaba a ir, pero a mí no me gustaba. Me arrepiento de no haber ido antes”, dijo. “Cuando finalmente llegué, aquí mismo a St. Louis, quedé impresionada. Y ahora, el crecimiento de la obra de Dios y los cientos de conexiones que puedes hacer con personas de todo el mundo son cosas que cambian tu perspectiva”.

Y añadió: “Cuando estás en tu iglesia local o incluso dentro de tu asociación, es difícil comprender la escala de nuestra misión. Pero aquí se ve cómo el trabajo avanza a nivel mundial”.

Una vez más, Salinas se va inspirada por los mensajes espirituales que escuchó a lo largo del congreso. Una frase que se quedó con ella fue la que prounció el pastor Erton Köhler: “La iglesia está llamada a ser diferente, no distante”.

Andy Díaz aparece ante la cámara explicando de qué se trata un Congreso de la Asociación General, mientras su madre, Lizbeth Elejalde, de Hope Channel Interamérica, filma el momento. [Fotografía: Daniel Gallardo/DIA]

A través de los ojos de un niño

André Díaz, de seis años, conocido por todos como Andy, se dedicó a realmente explorar el Congreso de la Asociación General. La primera vez tenía tres años. Con tantas cabinas interactivas y la emoción de ver dónde se reúne la iglesia para tomar decisiones globales, fue una aventura completa. Sus padres, ambos parte del equipo de Hope Channel Interamérica, lo llevan en la mayoría de los viajes. Esta vez, decidieron involucrarlo en un proyecto especial: un video documental para compartir con sus abuelos en Colombia y compañeros de clase en México, mostrando cómo es un Congreso de la Asociación General a través de los ojos de un niño.

“Siempre hemos visto nuestro ministerio de medios como un ministerio familiar”, dijo su madre, Lizbeth Elejalde. “No trabajamos individualmente: trabajamos en equipo, por lo que siempre tratamos de incluir a Andy en lo que hacemos. Incluso cuando estamos en la oficina, cada proyecto se convierte en un proyecto familiar”.

Lo que comenzó como una filmación casual de Andy caminando hacia la cúpula y a través de la sala de exhibiciones se convirtió rápidamente en algo más intencional. “Él ve a los profesionales haciendo su trabajo y quiere hacer lo mismo”, dijo Elejalde. Así que le dieron un micrófono y tiempo para la cámara, y él lo tomó a partir de ahí, narrando su propia experiencia en el Congreso de la Asociación General, después de un poco de ayuda con la introducción, agregó.

Andy con su mamá Lizbeth Elejalde, directora de programas de Hope Channel Interamérica y Jorge Díaz, coordinador de cinematografía de Hope Channel Interamérica, posan para una selfie familiar durante el Congreso de la Asociación General en St. Louis, Missouri. [Fotografía: cortesía de Lizbeth Elejalde]

La travesía de descubrimientos de Andy

“Aquí es donde todos los adultos se reúnen para las reuniones. Pobres de ellos, ¿verdad?” Andy bromeó ante la cámara mientras presentaba la sala plenaria. “Lo primero que te diré es que debes traer buenos zapatos, ¡porque hay que caminar mucho!”

A partir de ahí, Andy guió a su audiencia por la Sala de Exhibiciones, destacando todo, desde las cabinas interactivas hasta configuraciones con temas de casas en los árboles, una cámara de 360° y exhibiciones con libros y videos de la Biblia. En el stand de Hope Channel Interamérica, vio a su padre filmar mensajes e incluso se turnó detrás del micrófono.

Se entusiasmó con la oportunidad de probar dispositivos y tecnología de medios, visitando con entusiasmo cada stand con una ruleta aleatoria para ganar pequeños premios como un avión de juguete o un estuche de lápices. Una de sus favoritas fue la estación de idiomas de Hope Channel Internacional, donde grabó su voz y la escuchó en japonés, chino, rumano y otros idiomas.

Andy Díaz posa con su león de peluche favorito, que compró en un stand con temática sobre las profecías, que presentó las bestias simbólicas de los libros de Daniel y Apocalipsis durante el Congreso de la Asociación General en St. Louis, Missouri. [Fotografía: cortesía de Lizbeth Elejalde]

Andy también participó en actividades relacionadas con la salud, lo que incluyó juegos con pantalla táctil que ilustraron de qué manera el agua impacta el cuerpo, y disfrutó de un recorrido virtual por la Semana de la Creación en el Seminario Teológico Adventista Interamericano. En el puesto con temática profética que mostraba las bestias simbólicas de los libros de Daniel y Apocalipsis, usó su propio dinero para comprar un león de peluche con alas, dijo Elejalde.

Una iglesia para todas las edades

Ya sea sentado en un sofá del tamaño de un niño con un micrófono en la mano o haciendo nuevos amigos en la sala de exposiciones, Andy experimentó el Congreso de la Asociación General como un lugar de conexión y descubrimiento, una experiencia eclesiástica de una iglesia imaginada a través de los ojos de un niño, dijo su madre.

Y en su última despedida en video, lo resumió todo:

“El Congreso de la Asociación General es una reunión de personas que creen lo mismo que nosotros: ¡que Jesús vendrá pronto! ¡Adiós!”

Para ver la opinión de Andy sobre el 62° Congreso de la Asociación General en St. Louis, Missouri, ingrese AQUÍ

Traducción de Marcos Paseggi

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