Búsquedas Populares

Ceremonia de inauguración de la nueva iglesia adventista Ciudad del Cielo en Santo Domingo, República Dominicana, el pasado 26 de julio. [Fotografía: Maranatha Volunteers International]

Presidente de la División Interamericana llama a los miembros para que sean una bendición para otros.

31 de julio de 2025 | Santo Domingo, República Dominicana | Marcos Paseggi, Adventist Review

Cientos de miembros, líderes y simpatizantes adventistas del séptimo día se reunieron bajo el despiadado sol caribeño para celebrar la inauguración oficial del nuevo edificio de la iglesia adventista Ciudad del Cielo en Santo Domingo, República Dominicana, el pasado 26 de julio. La ceremonia coronó tres años de esfuerzos constantes y abrió un día de celebraciones en el nuevo campus, que también incluye una escuela primaria y un jardín de infantes.

Fachada principal de la nueva iglesia adventista Ciudad del Cielo en Santo Domingo, República Dominicana, el día de su inauguración el pasado 26 de julio. [Fotografía: Unión Asociación Dominicana]

“En primer lugar, este es un día de alegría, gratitud y adoración a Dios”, dijo Abner De los Santos, presidente de la División Interamericana, dirigiéndose a las más de 400 personas que llenaron las bancas del nuevo templo. Fue el primer viaje oficial de De los Santos, quien hace poco fue elegido presidente del territorio de 3,7 millones de miembros. “Todo lo que puedan hacer en este lugar tiene que ser para gloria y honra de Dios”.
Antes del corte de cintas, De los Santos oró para que Dios derramara sus bendiciones “no solo sobre este edificio, sino sobre todos aquellos a quienes has elegido como guardianes de este lugar”. Agregó: “Que la mera existencia de este edificio puede motivar a las personas a venir a disfrutar de un encuentro especial contigo”.

Abner De los Santos, presidente de la División Interamericana, se dirige a los miembros de iglesia, líderes y simpatizantes de Maranatha Volunteers International antes de cortar las cintas de la nueva iglesia adventista Ciudad del Cielo. [Fotografía: Unión Asociación Dominicana]

Palabras de los funcionarios del gobierno

Radamés Lachapelle, coordinador administrativo de la Oficina de Enlace con la Comunidad Cristiana del presidente de la República Dominicana, trajo un saludo especial del gobierno. “Que Dios siga dándoles sus bendiciones”, dijo a la multitud presente en Ciudad del Cielo. “Y como sueles decir ustedes: ¡Feliz sábado!”

Robert Bainum, simpatizante de Maranatha Volunteers International que hace poco cumplió 100 años, asistió a la ceremonia. Bainum fue fundamental para ayudar a que Maranatha multiplicara sus esfuerzos de construcción en todo el mundo. [Fotografía: Marcos Paseggi, Adventist Review]

Gabriel Paulino, presidente de la Asociación Dominicana del Sureste, agradeció al gobierno por su apoyo, que incluyó facilitar la pavimentación de las calles alrededor del complejo Ciudad del Cielo. Lachapelle también agradeció a Maranatha Volunteers International por los esfuerzos del ministerio durante décadas en todo el país. Se centró en el significado de su nombre. “Maranatha significa: ‘Jesús viene’”, recordó a los fieles. Y ese ministerio está trabajando para asegurar que cuando Jesús venga, él pueda encontrar seguidores listos para ir al cielo […]. Sé que gracias al trabajo de Maranatha, muchos serán rescatados y encontrarán un lugar donde reinsertarse en la sociedad mientras aplican lo que aprenderán en este lugar. ¡Gracias!”

La gente llenó los bancos de la nueva iglesia adventista Ciudad del Cielo, el día de su inauguración el pasado 26 de julio. [Fotografía: Maranatha Volunteers International]

El papel de Maranatha Volunteers International

Las nuevas instalaciones fueron un proyecto de la Iglesia Adventista en el área en asociación con MVI, un ministerio de apoyo que construye iglesias y escuelas y perfora pozos de agua en todo el mundo. El campus lleva el nombre del exvicepresidente de construcción de Maranatha Darrell Hardy, quien murió repentinamente en noviembre de 2022. El complejo fue desarrollado en honor a su memoria, dijeron los líderes de Maranatha.

Don Noble, presidente de Maranatha Volunteers International, se dirige a los cientos de personas que llenaron la nueva iglesia el 26 de julio mientras Kenneth Weiss, vicepresidente de operaciones de Maranatha, interpreta sus palabras al español. [Fotografía: Unión Asociación Dominicana]

El trabajo en la República Dominicana tiene un lugar especial en la historia de Maranatha, reconocieron sus líderes. En 1992, gracias a la insistencia del partidario de Maranatha Robert Bainum, la organización pasó de construir solo unas pocas iglesias al año a llevar a cientos de voluntarios a la República Dominicana, donde construyó 25 iglesias en menos de tres meses. “Hay un antes y un después del proyecto masivo de 1992 en la República Dominicana”, reconoció Don Noble, presidente de Maranatha. “A partir de entonces, Maranatha se movió para incrementar su influencia misionera en todo el mundo”. Robert Bainum, ahora de 100 años, asistió a las ceremonias de inauguración en Santo Domingo.

El antiguo templo de Ciudad del Cielo, que ahora ha sido reemplazado por las nuevas instalaciones de última generación, con capacidad para 400 personas. [Fotografía: Marcos Paseggi, Adventist Review]

Además de De los Santos, otros líderes de la iglesia asistieron a la inauguración, entre ellos Teófilo Silvestre, presidente de la Unión Asociación Dominicana; y Paulino, donde se encuentra Ciudad del Cielo. Tanto Silvestre como Paulino se conocen bien y se han convertido en firmes defensores de Maranatha. Cuando eran niños, hace más de tres décadas, participaron en un proyecto de Maranatha como voluntarios. Poco podían imaginar, contaron, que un día volverían a estar conectados con Maranatha, esta vez como líderes de la iglesia.

Un trabajo conjunto

Según Noble, trabajar con los líderes de la Iglesia Adventista a nivel de asociación y unión “ha sido una alegría”. “Trabajamos en todo el mundo, y no siempre las cosas son tan buenas”, reconoció Noble. “Esto es lo que hace posible el éxito aquí”.

Teófilo Silvestre, presidente de la Unión Asociación Dominicana, sirvió en un proyecto de Maranatha Volunteers International cuando era niño hace más de tres décadas. [Fotografía: Marcos Paseggi, Adventist Review]

Noble explicó que la finalización exitosa de la iniciativa requirió una amplia coordinación internacional y la experiencia y el apoyo de los miembros de la junta directiva de Maranatha, los donantes y otras partes interesadas. “La función de algunas personas fue orar por el proyecto”, expresó. “Otros compartieron sus conocimientos y dedicaron largas horas para que podamos estar aquí hoy”.

Para ser una bendición

En su mensaje principal, De los Santos llamó a todos para que permitan que Dios revele su gracia, misericordia y poder sobre nosotros, para que a su vez podamos convertirnos en una bendición para todos los que nos rodean. “Sé que es lo que mueve a Maranatha: convertirse en un canal de bendición para muchos”, dijo De los Santos.

Gabriel Paulino, presidente de la Asociación Dominicana del Sureste, expresa palabras de gratitud a Dios y a Maranatha Volunteers International durante el culto oficial de inauguración el pasado 26 de julio. [Fotografía: Marcos Paseggi, Adventist Review]

También enfatizó que fue un privilegio para él asistir a esa inauguración especial en Ciudad del Cielo. “Solo recuerden una cosa: esto aún no es el cielo”, dijo De los Santos. Pero [este lugar] tiene que convertirse en una puerta al cielo”.

Basado en las palabras del rey David en 1 Crónicas 29:10-14, De los Santos llamó a los adoradores a que dieran crédito a quien se lo merece. “David reconoce que Dios es el único que puede permitir que se consigan los medios para que se construya su casa”, enfatizó De los Santos. “Y sé que todos aquí reconocen que la inauguración de Ciudad del Cielo es posible solo mediante la gracia y la misericordia de Dios. Toda la gloria y la alabanza le pertenecen”.

Familias adventistas y otras personas de la comunidad asistieron a la inauguración oficial de la nueva iglesia en Santo Domingo, República Dominicana, el 26 de julio. [Fotografía: Unión Asociación Dominicana]

En ese contexto, De los Santos enfatizó que “el que nos dio dones ahora quiere que los usemos para su gloria y honra”. Agregó: “Que todo lo que sucede aquí, cada actividad, sea para la gloria de Dios. Este es un día para decirle a Dios: ‘Esto es para ti, Señor. Usaremos el edificio que nos has dado para honrarte […]. Que tu Palabra impacte nuestras vidas de tal manera que por medio de ellas, otros puedan ser impactados para bien’”.

Traducción de Marcos Paseggi