
El personal de la escuela posa para una foto grupal. También aparece Pamela, una madre que fue la primera en inscribir a su hijo (primera fila, séptima desde la izquierda), y la alcaldesa de Santo Domingo Norte, Betty Gerónimo Santana (primera fila, séptima desde la derecha). [Fotografía: Maranatha Volunteers Internacional]
4 de agosto de 2025 | Santo Domingo, República Dominicana | Marcos Paseggi, Adventist Review
Según todos los indicadores, la nueva escuela Ciudad del Cielo será mucho más que una escuela más, dijeron los líderes regionales de la Iglesia Adventista del Séptimo Día durante la inauguración oficial de las nuevas instalaciones en Santo Domingo, República Dominicana, el 26 de julio. “Estamos hablando de una escuela completamente nueva en una zona con alrededor de 80 congregaciones adventistas y sin opciones cercanas de educación adventista”, informaron. “Este será un centro de educación y evangelismo”.

Líderes de la iglesia, funcionarios de gobierno y líderes de Maranatha Volunteers Internacional participan en la ceremonia de inauguración de la nueva escuela Ciudad del Cielo en Santo Domingo, República Dominicana, el 26 de julio. [Fotografía: Maranatha Volunteers Internacional]
Una continua campaña de evangelización
Las nuevas instalaciones se hicieron realidad gracias al apoyo y la participación constantes de Maranatha Volunteers Internacional (Maranatha), un ministerio de apoyo de la Iglesia Adventista que construye iglesias y escuelas y cava pozos de agua en todo el mundo. Los líderes de Maranatha también estuvieron de acuerdo en que la escuela está preparada para convertirse en algo más que otra institución educativa. “Estamos hablando aquí de un centro de evangelismo”, dijo Laura Noble, a cargo de las relaciones con los donantes de Maranatha. “Es como ofrecer una campaña de evangelización de 15 años, cinco días a la semana, durante al menos nueve meses por año. Refuerza la importancia de la educación adventista”.
La finalización del campus Ciudad del Cielo, incluida su nueva escuela, fue resultado de tres años de arduo trabajo y grandes compromisos de los donantes, en especial después de la repentina muerte de Darrell Hardy, exvicepresidente de construcción de Maranatha, en noviembre de 2022. Después de su prematura muerte, Maranatha decidió apoyar la finalización del proyecto, una de las últimas iniciativas en las que Hardy había estado involucrado, para honrar la memoria de su servicio.

Fachada de la nueva escuela Ciudad del Cielo en Santo Domingo, República Dominicana, el día de su inauguración. [Fotografía: Maranatha Volunteers Internacional]
Los resultados hablan por sí solos, dijeron los líderes de Maranatha y otros presentes en la ceremonia de inauguración. Gabriela Hardy, quien estuvo casada con Darrell durante 35 años, concordó con ellos. “Si Darrell pudiera ver este edificio, estaría muy orgulloso de los resultados”, dijo.
Una escuela diferente
La escuela, con capacidad para al menos 200 estudiantes, sigue planes similares a los de las edificaciones que Maranatha ha construido en otros países. Sin embargo, como una forma de honrar la memoria de Hardy, las instalaciones incluyen detalles especiales en la fachada, los pisos y los equipos. Además, teniendo en cuenta que el país se ve afectado por huracanes ocasionales, los miembros de la junta de Maranatha con conocimientos de arquitectura e ingeniería estructural introdujeron algunas mejoras en la estructura del techo. “Los refuerzos del techo lo hacen resistente a los huracanes ahora, ya que debería estar listo para soportar vientos de hasta 290 kilómetros por hora”, informó uno de ellos.

Miembros de la comunidad e invitados llenaron el salón principal de la nueva escuela Ciudad del Cielo en Santo Domingo, República Dominicana. [Foto: Maranatha Volunteers Internacional]
Otra característica especial es un nuevo jardín de infantes, que está separado del edificio de la escuela primaria. Las instalaciones detrás de la iglesia Ciudad del Cielo en el mismo campus, incluyen aulas especiales equipadas para niños de 4 y 5 años, baños preparados exclusivamente para ese grupo etario y un colorido patio de juegos. “Es una instalación de primer nivel, que incluye los mejores materiales y muebles”, informaron los líderes de Maranatha. La escuela también incluye una cancha de baloncesto ajustable y suficiente espacio para pasar el tiempo de recreo al aire libre.
Una muestra de apoyo
Como ministerio basado en donantes, Maranatha depende en gran medida de sus partidarios para llevar las iniciativas desde los simples planes hasta su finalización. El ministerio también recurre a viajes misioneros con voluntarios para completar proyectos.

Los líderes de la iglesia honran a los líderes de Maranatha Volunteers Internacional por su contribución a la obra adventista en la República Dominicana. [Fotografía: Maranatha Volunteers Internacional]
El 26 de julio, decenas de simpatizantes asistieron a las festividades de inauguración en Ciudad del Cielo. Entre ellos estuvo Greg Hatch, un consultor adventista de tecnología con sede en Houston que ha estado involucrado en proyectos misioneros desde que era niño. Ahora ya retirado de ese trabajo, se ha dedicado tiempo completo a organizar y facilitar viajes de voluntarios y liderar proyectos de construcción para apoyar las iniciativas misioneras de Maranatha. “Darrell fue una persona muy especial”, dijo Hatch sobre su participación en el proyecto Ciudad del Cielo. “Antes de comenzar a liderar un proyecto, siempre nos poníamos en contacto y sabía que podía contar con él para responder cualquier pregunta o brindarme consejos. Cuando me dijeron que había muerto y que Maranatha planeaba honrar a Darrell con este campus, dije: ‘Voy a traer tantos grupos de voluntarios como pueda’”.

Un grupo de futuros estudiantes de la nueva escuela Ciudad del Cielo prueban los nuevos escritorios en una de las aulas durante el día de la inauguración, el 26 de julio. [Fotografía: Maranatha Volunteers Internacional]
Entre los grupos que Hatch llevó a la República Dominicana, uno trabajó específicamente en la edificación de la escuela. Otros trabajaron en la iglesia y el perímetro. “En cada oportunidad que tuve, vine aquí como líder de un grupo o con cualquier otra responsabilidad, para construir esto en su memoria, porque él hizo mucho”.
El día de la inauguración
La ceremonia oficial de inauguración tuvo lugar en las primeras horas de la tarde del 26 de julio, al final de la inauguración de la iglesia adventista cercana unas horas antes. Además de los líderes de la iglesia regional y los miembros de la junta directiva de Maranatha, Betty Gerónimo Santana, alcaldesa de Santo Domingo Norte, asistió al evento. Dirigiéndose a los presentes, Gerónimo compartió que el proyecto Ciudad del Cielo contó con el apoyo total de la localidad. “Trabajamos alrededor del campus, pavimentando las calles alrededor del complejo para mejorar el acceso”, informó. “Y para cualquier cosa que necesiten [en el futuro], estaremos allí para apoyarlos, porque a Santo Domingo Norte le encanta trabajar con esta iglesia”.

Alexandra Beltré, directora de Educación de la Unión Asociación Dominicana, se dirige a los líderes de la iglesia, los funcionarios gubernamentales y a los miembros de la comunidad el pasado 26 de julio. [Fotografía: Marcos Paseggi, Adventist Review]
Como parte de la ceremonia, un coro de niños, dirigido por la maestra adventista Natali Cáceres, interpretó un tema musical especial. El coro, que incluye miembros de tan solo 3 años, está compuesto principalmente por estudiantes que habían estado asistiendo a otras escuelas adventistas lejos de la zona o a escuelas públicas, con la esperanza de tener una escuela adventista cerca algún día. Ahora muchos de sus padres están listos para transferirlos a la nueva escuela, informó Cáceres. Según los líderes de la iglesia regional, a fines de julio había 120 familias que ya se habían inscrito y pagado las tarifas para todo el año. Las clases están programadas para que comiencen el 20 de agosto, informaron.Entre ellos se encuentra José Alberto Santana, un trabajador de la construcción local que trabajó para Maranatha en el proyecto Ciudad del Cielo. “Algunos de mis hijos son demasiado mayores para asistir a esta escuela”, dijo. «Pero espero que mi hija de 7 años, Tiffany, pueda estudiar aquí en Ciudad del Cielo. Es lo que hemos estado esperando”.

José Alberto Santana y su familia posan para una fotografía familiar, después de la inauguración de la nueva escuela. Trabajó en el proyecto Ciudad del Cielo y ahora espera inscribir a su hija menor, Tiffany, como estudiante. [Fotografía: Marcos Paseggi, Adventist Review]
Un emprendimiento integral
En sus palabras de conclusión, Abner De los Santos, recién elegido presidente de la División Interamericana, destacó de qué se trata la educación adventista. “Esta escuela no se ocupará solo de un área de desarrollo”, recordó a los asistentes a la ceremonia. “Se trata de un desarrollo integral en todas las áreas: los aspectos físico, mental, espiritual y social”.
De los Santos enfatizó que los maestros deben saber que su trabajo es educar a los niños, para que esas mentes jóvenes aprendan a pensar por sí mismas y no solo a reflejar los pensamientos de los demás. “Y esta no es una educación solo para esta vida”, enfatizó. “Tiene que preparar a los estudiantes para la eternidad”.
Maranatha Volunteers International es un ministerio de apoyo no afiliado a la corporación de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.
Traducción de Marcos Paseggi