Noviembre 2025
15Cada año la Iglesia recuerda este día con el fin de acompañar a aquellos niños que viven en situaciones de vulnerabilidad, sin el amparo completo de una familia o con condiciones que requieren de nuestra atención especial.
La Palabra de Dios nos llama: “El Señor es padre de huérfanos, defensor de viudas” (Salmo 68:5).
Esto nos impulsa a cerrar la brecha entre el corazón de Dios y la realidad de tantos pequeños que esperan amor, protección y esperanza.
En este día animamos a nuestras iglesias a realizar acciones concretas: momentos de oración, visitas, entrega de regalos o apoyo a programas solidarios, para que estos niños sientan que no están solos y que la comunidad cristiana los abraza.