Jason Hoff, de Loma Linda University Health, comenta sobre esta tendencia y sugiere tomar algunos pasos para contrarrestarla.
6 de agosto de 2025 | Loma Linda, California, Estados Unidos | Alyssa Hunt, Loma Linda University News
Un estudio reciente llevado a cabo por la Asociación Americana del Corazón revela importante cambio en lo referente a muertes relacionadas con enfermedades cardiovasculares. Mientras que las muertes por ataque cardiaco han disminuido durante los últimos 50 años, las defunciones por condiciones tales como insuficiencia cardíaca, arritmias y cardiopatía hipertensiva, han ido en aumento, particularmente entre adultos jóvenes y mujeres.
Jason Hoff, cardiólogo intervencionista estructural y profesor asistente de medicina de Loma Linda University Health, reconoce que, mientras que la disminución de muertes por ataque cardiaco es alentadora, las investigaciones muestran que el aumento de defunciones relacionadas con el corazón es preocupante.
El mantener un estilo de vida saludable es todavía la mejor forma de prevenir las enfermedades del corazón, dice Jason Hoff, cardiólogo intervencionista estructural y profesor asistente de medicina de Loma Linda University Health. [Imagen: Loma Linda University Health News]
Mientras que la investigación provee cierto nivel de esperanza, subraya también la importancia de la prevención temprana y la educación pública en el mejoramiento de la salud del corazón.
Progreso junto a la preocupación
La buena noticia es que los esfuerzos en las respuestas a emergencias y los cuidados intensivos están funcionando mejor. El cardiólogo Hoff enfatiza el hecho de que las campañas de concientización han mejorado los cuidados previos a hospitalización y que el acceso a medicamentos que manejan el colesterol, presión sanguínea y coagulación, han jugado un valioso papel en reducir las muertes por ataques cardíacos.
“Esos logros muestran que cuando invertimos en prevención, educación y acceso a la atención médica, podemos marcar una real diferencia”, dice el cardiólogo Hoff.
Sin embargo, es alarmante el aumento de otras formas de enfermedades del corazón, tales como insuficiencia cardíaca, arritmias y cardiopatía hipertensiva.
Esas condiciones se desarrollan gradualmente y es posible que no presenten síntomas hasta que han avanzado peligrosamente, lo que hace más difícil la detección temprana y llegan a tener un fin funesto.
Explica el cardiólogo Hoff que tales tendencias señalan también hacia deficiencias más amplias en la atención a largo plazo y el debido seguimiento, especialmente en comunidades desfavorecidas. “Las investigaciones sugieren que son los adultos jóvenes y las mujeres quienes están particularmente en riesgo, lo cual significa que necesitamos hacer más para identificar más tempranamente los riesgos, proveer educación dirigida a esos grupos y asegurarnos de identificar en forma temprana las señales”, explicó.
De ataques cardiacos a enfermedades del corazón
Aunque el campo médico está haciendo un mejor trabajo en salvar personas que sufren ataques cardiacos, muchos de estos individuos están en riesgo de desarrollar deficiencia cardiaca o arritmias después de sobrevivirlos.
Se vuelven también más comunes otros factores de riesgo relacionados con el estilo de vida, tales como obesidad, diabetes, alta presión arterial y bajos niveles de actividad física. Aunque no hay garantía de que estos factores causen ataques cardiacos, pueden con frecuencia conducir a otras formas de enfermedades del corazón que son igualmente serios.
Finalmente, se pueden también experimentar retrasos en las diagnosis o falta de seguimiento a largo plazo. La reducción de muertes por enfermedades cardiacas no tiene que ver solamente con lo que ocurre dentro del hospital, sino también con la forma como la persona vive fuera del mismo.
“La prevención para detener el primer evento tiene que ver más bien con la salud del corazón a largo plazo”, dice el cardiólogo Hoff.
Pasos prácticos para la salud del corazón
Mantener saludable el corazón requiere consistencia. El médico Hoff dice que algunos pasos fundamentales son probados y eficientes, incluyendo mover el cuerpo o tratar de hacer ejercicio moderado por unos 150 minutos por semana”. “Aun el caminar cuenta para ello”, dijo.
También pide el alimentarse bien prestando atención a la salud. Debe darse prioridad a los alimentos integrales, tales como vegetales, frutas, granos integrales, proteínas bajas en grasa, nueces y grasas saludables. Evitar alimentos procesados, bebidas azucaradas y sal en exceso”. El dormir bien es otro factor importante, porque la calidad del sueño es esencial para regular la presión sanguínea, el metabolismo y la inflamación.
Les recuerda también a sus pacientes la importancia de manejar el estrés, siendo que el estrés crónico puede elevar la presión y perturbar los ritmos cardiacos. “Dedicarle atención y la conexión y propósito, todo ello ayuda en el manejo del estrés”, dijo. Es también muy importante “conocer tus números”, en otras palabras, “dar seguimiento a tu presión sanguínea, colesterol, azúcar en sangre y peso corporal como señales de detección temprana”.
Finalmente, advierte que las personas necesitan evitar el tabaco y las bebidas alcohólicas. “El dejar de fumar y consumir bebidas alcohólicas son dos de los pasos de mayor impacto que una persona puede dar para la salud de su corazón”, dijo. “Las enfermedades cardiacas no son frecuentemente estrepitosas u obvias. Se van desarrollando quietamente con el tiempo y con frecuencia estallan cuando ya es muy tarde. No esperes hasta llevarte un susto de salud; toma en serio a tu corazón. Las pequeñas e intencionales elecciones pueden ser más poderosas que cualquier procedimiento médico en particular. Nunca es demasiado temprano ni demasiado tarde para empezar”.
La versión original de esta noticia la publicó Loma Linda University Health en su sitio de noticias.
Traducción – Gloria A. Castrejón